Capitulo 18.

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Ya habían pasado dos semanas desde ese raro encuentro, y lo que era más raro todavía, era que no habíamos vuelto a ver ni a Rubius ni a Mangel, Emma ni siquiera los nombraba, no habían llamado para salir de fiesta o algo así; hablando de esta, cada vez estaba más pegada a Nicolás, salían casi todas las noches a comer o a bailar por ahí, me habían invitado un par de veces pero preferí no molestarlos. Lucas había venido a visitarme un par de veces, en fin, nada del otro mundo.

Volví en sí, al  departamento, donde me encontraba, gire la cabeza en dirección al reloj de pared, las 9 PM ¿En serio había estado sentada en el sofá tanto tiempo?, decidí incorporarme y levantarme, camine hasta la cocina por un vaso de agua, como no tenía hambre y estaba aburrida, no tuve mejor idea que recorrer las calles de Madrid de noche, ya era viernes ¿Qué importaba si volvía tarde?, me cambie de ropa, una remera negra con la estampa ‘LA’ un short de jean tiro alto, mis Vans y mi infaltable gorra(1), tome mi celular, algo de dinero, las llaves y me dispuse a salir.

Ya llevaba dos cuadras alejada del edificio, por alguna razón sentía que algo iba a pasar, pero no le preste atención y seguí caminando mientras admiraba el cielo nocturno, sentí como si algo hubiera chocado contra una pared, me pare en seco y mire hacia atrás, no había nada, quizás me estaba volviendo paranoica, volví a retomar la marcha, unos diez metros más adelante sentí algo que me paralizo por completo.

-¡Arriba las manos! –Mierda, mierda y más mierda, me pegue contra la pared del miedo, hasta que vi un flash, esperen… ¿Un flash? Abrí los ojos, la persona que sostenía el teléfono se estaba matando de risa- Oh dios, tendrías que haber visto tu cara –Decía Rubius-

-No fue gracioso –Sentencie- Casi me matas del susto, sos un idiota –Apago su teléfono y lo guardo en su bolsillo- Y no subas eso porque juro que te mato –Señale su bolsillo donde estaba su teléfono-

-Ya, bien, intentare no subirlo –Dijo con vos inocente-

-No, no vas a intentar nada, no lo vas a subir y punto, no fue nada gracioso –Rubius me miraba con una sonrisa burlona- ¿De qué sonreís?

-Eres linda cuando te enojas –Me quede ahí paralizada sin saber si sus palabras eran ciertas- ¿Damos una vuelta? –Dijo cuando se percato de que me había bloqueado-

-¿Emmm? ¡Ah, sí! –Comenzamos a caminar-

Después de unos diez minutos de un silencio sepulcral, hablo.

-Hacia mucho no nos veíamos, creo que Emma nos odia –Dijo agregando una leve risa-

-Oh no, no, ella está muy enfrascada con Nicolás, créeme, salí a dar unas vueltas porque ella está ahora mismo con él, de todas formas me gusta que este con alguien –Levante mis hombros sin darle importancia-

-Qué pena que no haya estado con Mangel…

-¿Cómo dices? –Lo mire de repente-

-Bueno, Mangel lo sabía desde un principio y no se hizo problema, pero sé que aun le parece linda –Levanto los hombros- ¿Quieres tomar algo? –Señalo el local que estaba a mi derecha, mierda, habíamos llegado rápido al centro de Madrid-

-Dale –Dije para luego entrar-

Entramos y nos sentamos en una mesa, vino el mozo y tomaron nuestros pedidos, después de unos diez minutos llegaron.

-¿Por qué decidiste venir a estudiar aquí? A Madrid  -Me pregunto- Hay muchas universidades que digamos, son mejor que la de Madrid

-Bueno, en realidad, el titulo ya lo tengo –Dije mientras veía mi vaso con el batido de mora y lo revolvía- Estoy haciendo cursos para reforzarme, ya sabes; el lugar solo dependía de mi, ya que Emma se iba a venir conmigo de todas formas; pero siempre la escuchaba hablar de su padre y bueno, se lo propuse y no lo dudo –Subí la mirada hasta el-

-Wow, bueno, si lo dices así tiene mucha lógica –Rio-

-Buen… -Quise continuar la frase pero dos chicos se pararon al costado de nuestra mesa y nos miraban, yo también los quede observando, uno era rubio y alto, y el otro de pelo castaño y un poco más bajo, pero se notaba que sus edades no pasaban los 16-

-Emmm ¿Rubius? –Pregunto el rubio, el nombrado lo miro-

-¿Si pequeñajo? –Le pregunto a la vez que le mostraba una sonrisa-

-Estábamos pasando por aquí con unos amigos -Señalo a la ventana que daba a la calle, ahí afuera había como mínimo unos ocho chicos y miraban atentos hacia nosotros- Y nos preguntábamos si te sacarías una foto con nosotros –Dijo tímido-

-Claro que no, vamos afuera así no entran todos aquí o el dueño me odiara –Soltó una carcajada- Emmm, ¿Te molesta, sí… bueno? –Señalo afuera, negué con la cabeza divertida-

Los tres se fueron para afuera y yo me quede sola con mi delicioso batido, ese momento me hizo acordar muchísimo a Sofía, que siempre decía ‘’La comida nunca te abandona’’ Reí ante ese recuerdo y le di un sorbo a mi batido, después de unos cinco minutos volvió Rubius pero otra vez con los dos chicos, los mire disimuladamente sin entender.

-¿Podemos hacerles una pregunta? –Ahora hablo el castaño-

-Supongo… -Reí y volví a tomar de mi vaso-

-¿Ustedes están saliendo? –Cuando escuche eso me ahogue con mi batido y empecé a toser, sin hacer tanto alboroto claro- ¿Estás bien? –Pregunto medio riéndose- 

-Oh, si no te preocupes –Dije cuando ya me había calmado, mire a Rubius esperando ayuda-

-¿Por qué lo preguntan? –Dijo este-

-Bueno, últimamente circularon mucho los rumores de ustedes y ahora que están juntos frente a nosotros, nos queríamos sacar la duda –Dijo calmado-

-No, no somos novios y tampoco estamos empezando algo, si es lo que se preguntan –Dijo Rubius riendo-

-Está bien, ya déjalos Marcus –Hablo el rubio mientras reía-

-Solo una cosa mas –Pidió el que supuestamente se llama Marcus, yo reí y asentí- ¿Se sacarían una foto con nosotros? –Bien, eso no me lo esperaba, mire a Rubius que asintió con la cabeza-   

Marcus preparo su teléfono con la cámara frontal y nos ubicamos los cuatro, di una vista rápida a sus amigos que estaban afuera y básicamente todos estaban casi pegados al vidrio del bar y sus bocas formaban una perfecta ‘’o’’, reí por eso; Marcus saco la foto y nos dio las gracias y se fueron diciendo ‘’Muchas gracias Issa’’ Esa estúpida noticia seguía taladrándome la cabeza y al parecer todos los seguidores de Rubius la habían visto.

-Me caen bien –Dijo Rubius riendo, yo lo imite-

-Bueno, creo que tengo que subir –Dije mientras señalaba la escalera que seguía al siguiente piso-

Eran las once de la noche y nosotros recién llegábamos al edificio y estábamos en su piso.

-Eh, si, si, adiós Issa –Me saludo con la mano, empecé a caminar lentamente hacia la escalera, me frene, sentí que debía hacerlo así que me di vuelta sobre mis talones, el seguía ahí mirándome- ¿Qué pasa?

-Creo que tengo una corazonada –Le dije para después acercarme a él, hice puntitas y le di un corto beso en los labios, mierda, esto era como una puta novela, él me miro para después reaccionar y volver a unir nuestros labios en un beso dulce y lento- ¿Esto va a pasar cada vez que nos veamos? Porque necesito saberlo –Dije sonriendo cuando nos separamos-

-Bueno, por mí, no hay problema –Reímos-

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Se que me tarde MUCHOOOOOO y se que el cap es corto, pero este tenia que ser asi para que la historia valla... fluyendo(? no se que digo, bueno, tengo una noticiaaa! LA NOVE TIENE TRAILEEEEER! OH SI BITCHES, bueno ya me calmo, se los dejo en multimedia asi lo ven:))

Muack

-xx 

El Idiota de las Escaleras [Rubius y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora