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Narrador externo

Bendito lunes, un joven adulto azabeche se levantaba de su cama con pesadez, algo habitual; camino hacia su baño para tomar una corta ducha fría para despertarlo.

Salio de su cuarto de baño con solo una toalla cubriendo de su cadera hacía abajo y otra más pequeña sosteniendola para secar su cara y cabello. Se colocó su loción de costumbre y se alistó para irse a su último día en el hospital Sina, no sin antes tomar su taza de té.

Su rostro era sin expresión, solo mantenía la mirada fija en la avenida mientras conducía; un sonido proveniente de su auto lo sacó de trance, mierda, había olvidado llenar el tanque anoche, hizo una mueca y giró el volante para aorillarse hacia una gasolinera cercana, bajo del auto para llenar el tanque y mientras esperaba de la nada se escuchó un grito que no solo lo alertó a él. Caminó un poco para ver de que se trataba; una mujer rubia era tomada por un hombre alto con capucha y cubrebocas, lo que impedía ver su cara; este apuntaba con una pistola a la cabeza de la mujer, aquel hombre no parecía tener el propósito de usar a la mujer como rehén para así asaltar la gasolinera y obtener el dinero de los clientes.

-¡No te preocupes amor, te mataré y luego yo me suicidare!-. Gritaba aquel hombre.

El resto de las personas estaba paniqueada, no sabían que hacer ante dicha situación, la mujer corría peligro, por lo que un intento de detener al sujeto costaría la vida de ella.

Levi observó por unos segundos, apartó la vista y una vez que el tanque de gasolina de su auto estaba lleno, entró a este, al cerrar la puerta tomó su celular para llamar a la policía, es lo único que podía hacer, aunque pareciese no importarle la situación, era lógico que no ganaría nada con solo hacer de espectador ante tal escena.

......

-Michael....-. Suplicaba la rubia para que el hombre no cometiera una tontería. -Porfavor... sueltame-. Lloraba la mujer.

-¡Callate! Tus padres... tu familia... ¡TODOS SON UNA MIERDA! ¡ELLOS SON LOS CULPABLES DE ESTO!-. Respondió el de nombre Michael. -¡NO SE ACERQUEN!-. Les gritó a dos personas que pretendían acercarse para tranquilizarlo.

-Hermano déjala, no vale la pena, no arruines tu vida de esta manera o por una mujer, hay más peces...-. Un joven espectador intentaba ponerse del lado del atacante, tal vez así lograría calmarlo y que soltara a la chica.

-¿Hermano?-. Contesto con ironía y sarcasmo. -Ni si quiera me conoces, ¿porqué serías mi hermano? Toda mi vida me la pase solo y ahora llega un completo desconocido y me llama "hermano"-.

-Es solo una expresión, como de amigos-.

-Y dime, ¿lo somos? ¡Deja de estarme jodiendo!-.

.......

-Que patético-. Decía un Levi ahora recargado en la pared mientras fumaba un cigarrillo. En cuanto termino de hacer el llamado a la estación de policía, bajo del auto y se colocó lo suficientemente lejos de la gasolinera para fumar y seguir viendo el espectáculo, nunca se sabe como terminarán estas situaciones, podía ocurrir cualquier cosa, y un herido no está fuera de la lista; el azabeche siendo un neurocirujano con honores, quien había decidido estudiar diez años de estudios para emplear sus conocimientos salvando vidas, decidió quedarse en caso de necesitar su presencia.

........

-¡ESTAS DEMENTE!, y por eso mismo te dejé, ¡ESTAS ENFERMO! ¡Mi familia no tiene nada que ver!-.

-Se que solo lo dices para protegerlos, pero ellos ya no nos estorbaran... te veré en la otra vida-.

-¡Yo decidí dejarte! ¡Yo elegí acostarme con otro! ¡OTRO QUE NO FUERAS TU! Y por eso... prefiero pudrirme en el infierno antes que estar contigo!-.

ElixirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora