Cuando terminó de convertirse en humana, sus rasgos no cambiaron, conservaba su cabello rubio platinado amarrado en una cebollita, una fina nariz y unos atrapantes ojos azul mar. Empezó a caminar hasta sentarse en un trono que había al final de la habitación, conmigo siguiéndole.
Todo se hundió en el silencio, hasta que ella lo interrumpió.
—Eres Byron, ¿No es así? —preguntó ella, yo asentí levemente—. Yo soy Future, la dueña de las acciones venideras de las personas, y la guardiana del tiempo y el futuro.
—Oye, la casa está a punto de derrumbarse y yo todavía no quiero ser un espíritu. No es por mal, ustedes chicos son geniales, pero no quiero morir aplastado por una casa, aún hay muchas chicas que tengo que besar y donas que debo comer. ¿Así que podemos darnos prisa con eso de ver mi futuro?
Ella guardó silencio unos instantes que para mí fueron eternos.
— ¿No has entendido nada cierto? —yo me quedé viéndola extrañado—. Que la casa se derrumbe o no es tú decisión.
—Esa casa no tiene nada ver que ver conmigo—respondí altanero.
—Tenía que ser un estúpido humano, ahora entenderás a las malas—no comprendí lo que dijo, hasta que sentí algo extraño en la palma de mis pies que se iba extendiendo lentamente hasta arriba.
¡¡Me estaba convirtiendo en un muñeco de porcelana!!
No podía desplazarme, estaba totalmente desesperado, mis ojos parecían ventanales y el sudor y la impotencia de no poder moverme se ligaron como uno.
—Soy la dama del Futuro, pero no estoy aquí para mostrártelo. A diferencia de todas las películas que han hecho sobre nosotros, tenemos terminantemente prohibido mostrarle su futuro a un mortal.
— ¡Entonces sáqueme de aquí!—grité forcejeando contra mis piernas para poder moverme.
—No puedo dejar que te vayas hasta que entiendas todo, y la mejor manera de hacer que un miserable ser humano como tú entienda cosas así es poniéndolo en un peligro inminente de muerte—dijo ella limándose las uñas, como si convertir a las personas en porcelana fuera algo de todo los días, aunque ahora que lo pienso, eso no me sorprendería—. No estoy aquí para mostrarte el futuro, sino para hablarte de como poder cambiarlo, y que significa todo esto.
—Genial, si no muero por quedar aplastado por una casa lo haré convirtiéndome en porcelana por la buja del Lago de los cisnes.
— ¡Bruja tu abuela! —vociferó ella molesta, luego suspiró una y otra vez para calmarse para poder seguir hablando—. Debes tener cuidado con tus acciones niñito, eso es lo que trajo hasta aquí. Has hecho actos de los que no sabes cuales pueden ser las consecuencias, por ejemplo, puede que por eso que hiciste hace rato tus primos no te vuelvan a hablar jamás en el futuro.
Tenía toda la maldita razón.
—El futuro es algo tan frágil que cambia con cualquier cosita, nunca sabes que la más mínima acción como gritarle a alguien puede arruinarlo o resolverlo todo—agregó ella—. El corazón de cada persona es un hogar, y todos lo cuidan de una manera u otra.
»Tú decides que hacer con tu futuro con las acciones que estás realizando en el presente, y de que tan aferrado estés al pasado—dijo, para ese entonces la porcelana ya me daba por la cadera y aún no entendía mucho que digamos, pero miremos el lado bueno, cuando sea de porcelana no se verán las espinillas—. No te lo puedo mostrar porque cada quien lo hace a la medida de lo que uno merece y de cómo actúe, y en este mismo segundo está cambiando infinidad de veces, y seguirá haciéndolo. Lo único que puedo hacer es ver las distintas posibilidades—ella se paró de su trono y empezó a caminar alrededor de las estatuas.
»Por ejemplo, esta—dijo dirigiéndose hasta la del hombre desolado—. Si sigues así, ninguno de tus familiares querrá hablar contigo de nuevo, y entrarás a tal depresión que caigas en el alcoholismo y las drogas, y termines solo y abandonado incluso por tus padres.
»O esta de aquí—dijo hiendo hasta la del hombre con su familia—. Puede que ellos te perdonen y vivas una vida plena y completamente familiar, tanto como puede que no lo hagan y decidas que no son importantes para ti, y cortes toda conexión con ellos. Estos son tus futuros más probables, pero solo tú decidirás el camino a donde ir.
El pánico era parte de mí, ya tenía hasta el pecho de porcelana, y aquella historia no ayudaba mucho a que me tranquilizara.
— ¿Puede decirme lo que tengo que entender rápido para poder irnos de aquí antes de morir aplastados por la casa?—pregunté totalmente desesperado y en parte enojado, pero en ese mismo instante empezaron a oírse los potentes truenos en la habitación rosa—. ¡Deprisa!
—Ya te dije todo lo que te tenía que decir, que lo entiendas antes de que te conviertas en porcelana, es cosa tuya. Además, nunca dijimos que morirías si la casa caía—dijo, y entonces, al igual que las muñecas gigantes, desapareció.
¿Qué me interesaba a mí esa casa? ¿De qué forma me incumbía? ¿Por qué se supone que debía ser importante para mí? ¿El futuro lo elijo según lo que haga?
Estaba cada vez más nervioso y desesperado, podría sentir como lentamente me transformaba y no podría hacer nada para evitarlo. Ya mis brazos estaban vueltos porcelana y solo me quedaba el cuello y la cabeza. Me sentía frustrado y sacudía lo que podía como un animal.
Me di cuenta que la única forma de salir de ahí no era moviéndome como loco, sino pensando, y me puse a hacerlo. Nada llegaba a mi cabeza, pero de repente la voz que escuché al entrar a la habitación blanca habló justo en mi oído, como un susurro.
"El corazón de cada persona es un hogar"
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Los...¿Espíritus de la navidad?
Short StoryEl 23 de diciembre fui a la casa de mi tía para una normal cena navideña familiar -o bueno, lo más normal que podía ser en mi familia- y de un momento a otro un puerco asado parlante hizo que tres espíritus, o lo que sea que fuesen, me visitaran. ...