CAPITULO CINCO

3.7K 284 42
                                    

Estuvimos callados por unos segundos.

- Hola Mads.- dijo un chico y se sentó junto a mí. Quinton y Anthony lo miraron serio. El chico se volteo hacia mí  y se me quedo viendo, rodé los ojos y voltee a ver a Quinton. El chico no paraba de verme.

- Amigo, vete por favor.- dijo Quinton serio. Ellos siempre me ayudaban a alejar a los tipos.

- Tranquilo Griggs, solo la vine a ver.- dijo el chico, puso una mano en mi muslo. Oh no.

Agarre su brazo y lo doble hacia atrás.

- ¡AY! ¡SUELTAME, SUELTAME!- se empezó a quejar. Anthony negó la cabeza mientras tenia una pequeña sonrisa. Kio veía la escena sorprendido.

Solte al chico.

- Largo.- le dije y este se fue en seguida. Suspire y volví a sentarme.

- Tu no cambias.- me dijo Quinton tomando de su vaso. 

- No entiendo porque siempre es a mí. Habiendo tantas chicas fáciles y guapas bailando allá, ¿Por qué vienen aquí?- pregunte.

Anthony soltó una pequeña risa, voltee a ver a Kio, estaba sonriendo con la boca cerrada. 

- Te explicare Madsi.- empezó Quinton.- Tu... No eres normal, y eso le gusta a los hombres, ¿Sabes?

- No estoy entendiendo.- dije.

- Mira, te lo pondré así. He salido con muchas chicas como esas, ¿Te digo por qué? PORQUE TU NUNCA ME HICISTE CASO.- grito Quinton y Anthony soltó una carcajada.- Chingate esa, no necesitas otro tipo de explicación. 

Rodé los ojos. YA PASARON CINCO AÑOS, ¿Por qué sigue con eso?

Cuando Quinton llego al pueblo, ya había pasado un año de que empece a fumar y a hacer todas mis locuras. Y Quinton estaba enamorado de mí, pero nunca le hice caso, y nunca lo haré. Lo bueno que ya no le gusto, porque si no, seria muy raro.

- ¿Eso qué tiene que ver? No respondiste mi pregunta.

- A ver Madison. Eres la única chica diferente en este puto pueblo. Los chicos están hartos de siempre ver lo mismo.- dijo Anthony.

Vi de reojo a Kio, seguía sonriendo, pero esta vez asentía con la cabeza a todo lo que Anthony decía.

Después de estar unas horas platicando y tomando. Termino la fiesta. 

Caminamos hacia la casa de Kio. Lo dejaríamos ahí.

- Buenas noches chicos.- dijo Kio, le respondieron igual, pero yo no dije nada.- Buenas noches Mads.- ¿Acaso me esta retando?

- Malas noches.- dije seca, Kio rio y se metió a su casa.





Nos fuimos a la casa. Quinton de nuevo iba a dormir con nosotros, no creo que vuelva a su casa en mucho tiempo.

Anthony no me deja salir en la madrugada, ya que dice que es peligroso. ¿Pero qué creen?, Yo soy mas peligrosa aun.

Espere a que los dos estuvieran dormidos. Estaban en la sala, se quedaron con la pequeña televisión encendida y comida chatarra por toda la mesa.

Baje las escaleras con cuidado. Hace mucho no hago mis locuras, lo extraño.

Agarre mi bate de beisbol y mi gorro, lo usaría para taparme la cara.

Abrí la puerta con cuidado y salí corriendo. Ya eran como las tres de la mañana.

Llegue hasta un terreno baldío, pero aun así habían muchos coches estacionados.

¿Qué pasaría si de la nada estos coches amanecen sin servir y todos golpeados?

Me puse mi gorro, ya iba a iniciar la acción.

Verifique que no hubiera nadie cerca.

Agarre mi bate y comencé a  golpear los coches, uno por uno, sin dejar ninguno vivo.

¿Por qué hacia esto? 

Para sacarlo todo. Mi vida es una joda, me desahogo haciendo este tipo de cosas.

Pedazos de los coches salían volando por todo el terreno. 

Al llegar al ultimo auto, se escucho una sirena de policía. Joder. 

Sé bajo uno y me grito.

- ¡PARA AHI!

¿Qué pare? Por supuesto que no.

Tome mi bate y salí corriendo, aun tenia mi gorro puesto. Corrí por minutos, parecía que ya lo había perdido. Pero al dejar de correr y voltear para adelante, choque con otro de los policías, oh no.

- Quítate el gorro.- me dijo, trate de volver a salir corriendo, pero llego otro más.- ¡QUE TE QUITES EL GORRO!

Me lo quite, ya valí madres.

- ¿Madison Reeves? ¿De nuevo?- dijo el policía, ya me conocían. Solo le di una sonrisa cuadrada.

Saco las esposas, oh no de nuevo.

- Ya sabes qué hacer.- me dijo y yo rodé los ojos, me voltee y puse mis muñecas juntas atrás. Me esposaron y me subieron al carro de policía. 

Otra vez arrestada, genial. El lunes tenia una carrera que ganar, no creo que Anthony tenga dinero para sacarme.

- Tienes una llamada de cinco minutos.- me dijo otro de los policías. Ya estaba en el puto cuarto de la cárcel.

Llame a Anthony, era el único numero que me sabia de memoria.

Por favor que sé despierte.

El teléfono pito cinco veces, y después contesto.

- ¿Quién habla?- dijo Anthony del otro lado, se escuchaba adormilado, pobrecito.

- Eh... Soy Mads.- le dije, me daba tanta pena que el tuviera que pasar por tantas cosas por mi culpa.

- ¿De dónde me llamas Madi?- el era la única persona que yo dejaba que me llamara así.

- ¿Puedes venir por mí? Estoy en la cáarcel.

youth ♡ [kio cyr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora