CAPITULO DIECISEIS

3.2K 298 107
                                    

La semana había pasado muy rapido, no habiamos hecho nada fuera de lo comun.

Cada vez me vuelvo mas cercana a Kio sin darme cuenta. Y a Quinton y a Anthony les extraña mucho eso, pero nunca han dicho nada al respecto.

Quinton es el peor "Roomie" de todos, no me deja dormir y duerme casi desnudo. Maldito asco.

Hoy estábamos en casa de Kio. Elizabeth nos invito a todos a comer, ya que en la casa se nos había acabado la comida. Anthony y Quinton irían a comprar después.

Kio se ha comportado muy extraño conmigo estos días. Me dice diferentes apodos como "Hermosa, bonita, linda, preciosa, pequeña". Si cualquier otra persona me dijera así, sin dudas lo golpeo. Pero no sé porque me agradaba que Kio me dijera ese tipo de cosas, y me gustaba como me trataba, me sentía querida.

También me había vuelto muy cercana a Elizabeth, le cuento todo lo que paso en mis días aunque no sea nada interesante, ella siempre me quiere escuchar. Me da consejos y me apoya, justo lo que necesitaba. Me sentía muy completa.

Elizabeth me ha dicho varias veces que le gustaría que Kio fuera mi novio. Pero yo le he repetido todas esas veces que eso nunca iba a pasar. Jamas volveré a tener un novio nunca.

Seguíamos comiendo. Anthony platicaba que mañana iríamos al hospital, al fin me quitarían el puto yeso.

- Al fin podré ganarte en basketball.- dijo Quinton emocionado.

- ¿Ganarme? No lo creo.- me burle. Todos siguieron platicando, pero de pronto sentí una mano en mi pierna. Voltee rápido y era Kio. Me estaba acariciando. Me sentía en paz.

Su mano se acerco a la mía, la tomo y su con su dedo hacia pequeños círculos.

Ese tipo de cosas me hacían sentir relajada, y él lo sabia.

No me había dado cuenta que todos miraban discretamente nuestras manos. Mierda.

Quite lentamente mi mano incomoda. Kio me volteo a ver extrañado, pero a pesar de eso, todos seguían platicando, así que no era completamente incomodo.

Toda la tarde los chicos estuvieron jugando videojuegos en la pantalla de Kio. Por mi parte, Elizabeth y yo estábamos tomando cafe y comiendo galletas. En verdad le había agarrado muchísimo cariño.

- Vi sus manos Madison.- me dijo ella insistiendo.

-¡Pero no somos nada! En verdad, no va a ser mi novio.

- Eso es lo que dices ahorita.

No sé porque insiste tanto. De verdad, no seremos nada, nunca. 

Kio no me gusta.

---------------------------

Ya era de día. Anthony nos levanto temprano porque tenia que ir al hospital, hoy me quitaban el yeso al fin.

Quinton y yo terminamos de vestirnos y bajamos.

Agarramos un taxi y fuimos los tres hacia el hospital.

Cuando entramos nos atendieron en seguida.

- Muy bien Madison, al parecer tomaste todas tus medicinas.- dijo la enfermera mientras quitaba poco a poco el yeso de mi brazo. Anthony sonreía triunfante, si no fuera por él, se me hubieran olvidado.

Cuando quito el yeso por completo vi mi brazo, estaba lleno de moretones, se veía muy lastimado.

- Estos moretones se quitaran poco a poco, tienes que ponerte esta pomada todas las noches. Y ahora te voy a inyectar.

¡¿QUE DIJO!?

- ¿QUE?- grite alarmada, no, no me pueden inyectar.

Se estarán preguntando, ¿Por qué si una navaja traspasaba mis muñecas, tenia miedo de una inyección? La respuesta no la sé. Pero en vedad no podía dejar que me inyectaran.

Anthony vio el miedo en mis ojos.

- No... Em.. ¿No hay alguna manera de evitar que la inyecten?- pregunto Anthony. Quinton estaba tallando mi espalda, tratando de tranquilizarme.

- No, lo siento mucho. Necesito inyectarte, o si no tu brazo no podrá desinflamarse y puede pasar algo muy malo.

Maldita sea.

- No, no puedo.- dije, mi corazón estaba latiendo muy fuerte.

- Madison, necesito hacerlo. Voy a estar todo el día aquí si es necesario.- la enfermera se veía muy decidida, puta madre.

- No, no, no, no.- no iba a dejar que me inyectaran, me levante del asiento y comencé a moverme de un lado al otro. Quinton y la enfermera me veían me miraban con preocupación,  Anthony parecía que no sabia que hacer.

Anthony salió del cuarto.

Pasaron minutos y yo seguía moviéndome de un lado a otro, nerviosa. No podía dejar que me inyectara, ¿Que si me desmayaba?

Quinton y la enfermera no dijeron nada en todos esos minutos.

De pronto se abrió la puerta.

Entraron Anthony y Kio.

Kio.

- Hola preciosa.- Sentí cómo mi corazón se tranquilizaba. No entiendo.- Siéntate.

Por alguna extraña razón, sin pensarlo, me senté.

Quinton veía la escena con los ojos abiertos. Parecía que Kio tenia control sobre mí, y así lo era. No lo podía evitar.

- A ver pequeña. La enfermera tiene que inyectarte sí o si, porque si no, tu brazo no se va a curar nunca y pueden pasar cosas muy feas.- Kio me hablaba tan tranquilo, mirándome a los ojos. Me tranquilizo completamente.

Anthony y Quinton tenían la boca abierta, sin poder creerlo.

- Yo voy a estar aquí, así que nada te va a pasar ¿Okay?

Asentí mi cabeza levemente, sin dejar de mirarlo. Era impresionante que no podía controlarme yo misma.

La enfermera se acerco a mi. Con la aguja en la mano, voltee a ver a esa cosa con miedo.

Kio tomo mi mentón con su mano y giro mi cabeza hacia enfrente, donde estaba él. Agarro mi otra mano.

- Mírame a los ojos.- así lo hice.

Sentí como la aguja entraba a mi brazo, cerré los ojos con fuerza y apreté la mano de Kio.

Pero paso tan rapido.

youth ♡ [kio cyr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora