Capítulo 7: Grandiose

34 4 0
                                    

Llegué a aquél edificio beige, que honestamente parecía un reclusorio por fuera, pero al entrar por esas grandes puertas de madera, lucía como el interior de una mansión mezclada con cuentos de fantasía, me llamaron a la sala de lactancia, puesto que mi cuerpo aún producía leche materna podría donar un poco para los bebés que se encontraban en aquél lugar, al llegar a aquella sala, llena de mujeres y algunos hombres, mis ojos se posaron en un pequeño que lloraba con desesperación puesto que tenía hambre, corrí hacia él, era un bebé muy lindo, exactamente precioso, las facciones de su rostro, su pequeña boquita, pero mi atención hacia él se vió interrumpida por una mujer de cabello negro, quien me dió una mamila.

-Oh, así que has conocido a Acke, este pequeño aún no encuentra una madre adoptiva, ninguna de nosotras lo quiere.

-Pero ¿y eso porqué?- Comenzamos a platicar mientras alimentábamos a esos pequeños niños.

-Ese niño tiene el futuro comprado, sus padres exigieron que se le enseñaran idiomas, que tuviera una educación excelente y estuviera rodeado de amor, sin mencionar la gran fortuna que tiene, al cumplir 18 años él saldrá a una universidad en inglaterra, estudiará lo que él decida, y una vez termine sus estudios le entregaremos todo el dinero que le han dejado sus padres. Ninguna de nosotras quiere hacerse cargo de él, un pequeño rasguño y nos llevaríamos el regaño de nuestras vidas, inclusive podrían llegar a despedirnos.- suspiró- Inclusive sus padres donaron una gran cantidad de dinero para mejorar estas instalaciones, es increíble, incluso pareciera que cagan plata.

-Vaya... ¿Y cómo adoptas a un niño?

-Tienes que hablar con la directora, básicamente te haces cargo de él hasta que cumpla la mayoría de edad, y luego adoptas a otro, es cómo si fueras su madre, pero él sabrá que biológicamente no lo son, es lindo ver cómo crecen, y es inevitable el dolor que sientes cuando se van.

Terminamos de darles de comer y cada uno de nosotros los arruyó y los dejó en sus cunas, el escenario podría parecer increíblemente tierno pero a la vez tétrico. Me aventuré a adoptar a ese niño que me robó el corazón, hacerse responsable de un niño rico podría pesar, pero el dinero no me aterraría a querer a ese pequeño.

El edificio era asombrosamente grande en el interior, y eso porque también era subterráneo, era casi como si no existiera, más bien, que no supieran de su existencia. El lugar rebosaba de felicidad, los niños crecían llenos de valores, educación y más importante a superar sus obstáculos... sus discapacidades. Acke amaba decorar sus parches con sus amigos, generalmente los decoraban con flores, ver a mi pequeño crecer fue algo maravilloso, escuchar sus primeras palabras, las noches de tormentas donde me pedía que durmiera con él, todas las veces que su suave voz me decía "te amo mamá" sus besos húmedos, todas las veces que trenzó mi cabello junto a sus amigos, amaba a ese niño, y lo seguiré amando incluso en mi muerte.

-¿Cómo te fue hoy?

-Estoy harto de los idiomas, ¿no les basta con que ya domine 5?

-El mundo exterior tiene más de 5 cariño, si sales de aquí sin saber nada, te comerán vivo.

-Entonces nunca quiero salir de aquí, no quiero crecer y alejarme de ti, mamá- Su pequño cuerpo se aferró a mis piernas- Me quiero quedar contigo por siempre

-Lo cargué y besé su pequeña frente- es inevitable crecer, aunque también quisiera estar contigo por siempre, es un deseo que no puede verse realizado, tu futuro está allá afuera, y yo encontré el mío aquí.

-¿Pero qué pasará si te olvido?-Sus manos se aferraron a mi cuello y sus lágrimas comenzaron a caer en mi hombro- No quiero olvidarte nunca mamá, nunca.

Vasconia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora