Capítulo 5: Crecer y avanzar

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Comenzaba su segundo día junto a su hijo, Aron, el niño de sus ojos y el que probablemente era el amor de su vida, esos ojos esmeraldas y las facciones de su rostro le proporcionaban cálidos momentos, ¿Cómo podría describir la belleza de ese rostro? Era una copia casi exacta de su Yuuri...

Su Yuuri...

¿En qué momento esos ojos chocolates que lo miraban con tanto amor comenzaron a verlo con tanto odio y rencor? Sería mentira si dijera que no extrañaba todos los gestos de amor, sería mentira si dijera que a lo que más le tenía miedo era pensar que todo el viaje que tuvo con él fuera una simple fantasía.

-Papá, ¿A dónde vamos?-El niño miró a su padre con curiosidad mientras caminaban en una larga avenida.

-Bueno, un pajarito me contó que hoy se estrenaba tu película favorita ¿Y qué crees? Conseguí boletos para el estreno con los mejores asientos de la sala.

-¡No puede ser! ¡Papá, eres increíble!

"¡Papá, eres increíble!" ¿Su pequeño Aron seguiría viéndolo de la misma forma y con tanto amor si se enterara de todo lo que hizo en el pasado? No quería que ese pequeño niño que adoraba con el alma comenzara a odiarlo, ¿Aron comprendería porqué abandonó a su hermano? ¿Lo comprendería si le contara toda la verdad? ¿O se dejaría llevar por la empatía? Muy en el fondo no quería conocer todas esas respuestas, sabía que muy en el fondo lo podrían destruir.

Su ambición lo dejaría sólo y sin amor.

Pasó un gran rato al lado de su hijo, aún faltaban unas horas para regresarlo con Yuuri y no volverlo a ver dentro de 4 meses, decidió ayudar a Aron con su tarea, esta vez era de Ciencias Naturales y Matemáticas, materias en las que Chris era realmente bueno, aún recordaba cómo todos querían hablarle en la escuela y sólo para pedirle la tarea, grandes recuerdos de su niñez dorada, se preguntaba si podía lograr que la infancia de su pequeño fuera aún mejor que la de él.

-Papá, no quiero seguir yendo a la escuela.

-¿Porqué?

-Los niños, son tan molestos, no pueden dejarme en paz ni un sólo día, siempre soy el niño que se queda sin equipo y amigos, todo porque mamá está haciendo su trabajo sólo.- el niño miró a los ojos a su padre- Ya no quiero seguir siendo el niño sin amigos, papá. Sólo quiero jugar, con personas reales, no imaginarias.

Su arrogancia estaba destruyendo el camino de su hijo.

-Mi niño, no les hagas caso, aún con o sin amigos eres un niño increíble, tu mamá y yo no podríamos estar más orgullosos de ti, y qué mal que estos niños sean tan torpes como para no darse cuenta del gran amigo que puedes llegar a ser. No me mientas, ¿De verdad no tienes ni un sólo amigo o amiga?

-Pues... tengo una amiga, Sophia, es una niña que conocí hace poco, pero ella no puede estudiar, no va al mismo colegio que yo.... No la puedo tan siquiera ver a diario.

-Tengo una idea, si ella no puede ir a la escuela ¿Porqué no eres su profesor? No vayas a la escuela para hacer amigos, mejor ve con otro propósito en mente: Enseñarle a Sophia lo que ella no puede aprender ¿Qué dices?

-¡Sí! ¡Sí! ¡Seré el maestro de Sophia! ¡Ella podrá aprender tantas cosas, incluso podría ayudarme con la tarea si la hago incluso más lista que yo!- El niño besó la mejilla de su padre- Qué gran idea, gracias, papá.

Hablaría más tarde con Yuuri, debía de cambiar a Aron de escuela, esos niños arrogantes y molestos no merecían estar en la misma clase que su pequeño tesoro. Nadie tenía el derecho de hacer sentir mal a su pequeño, a su hijo amado.

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