Capitulo 5: RELEER

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ADVERTENCIA: Este capitulo ha sido modificado levemente para una mejor experiencia de lectura. Disfruta.

Capítulo 5: Lo solucionaremos

Los días siguientes al incidente con el monstruo en el bosque fueron tranquilos y sin ninguna novedad, sin embargo, las dudas invadían la mente de Sesshomaru, el cual no había podido dormir bien ¿Realmente su padre había preparado todo esto para ellos? ¿Acaso quería matarlos? ¿Cómo sabía que se intentarían matar mutuamente? ¿Qué sucede con aquel extraño poder que desarrolló Inuyasha ajeno a los suyos? ¿Naraku estará planeando algo en contra de ellos ahora mismo? Frunció el ceño hostigado por tantas incógnitas sin abrir sus ojos fingiendo dormir recostado junto a Kirara.

— ¿Qué es lo que te tiene inquieto Sesshomaru?— Cuestiono entre susurros el monje quien estaba sentado con la espalda apoyada en un árbol cercano al nombrado mientras lo volteaba a ver. Sesshomaru permaneció quieto ignorando la pregunta— Se que no estás dormido.

—No, no lo estoy— Confirmo abriendo sus ojos para ver con fastidio al libidinoso hombre.

—¿Y bien?— Espero unos segundos por una respuesta, pero esta nunca salió de los labios del azabache. Miroku suspiro— ¿Temes que los vuelvan a atacar? Porque si es eso no debes...

—No— Detuvo en seco al azabache.

—Es cierto no tendría sentido. Inuyasha hizo un buen trabajo salvándote— Respondió algo nervioso por el tono del ex demonio. Es increíble que aún con esa apariencia tan delicada de hombre noble que tenía lograba intimidar tanto. El de ojos ónix, por otro lado, lo miro con recelo ante sus palabras, cosa que el de coleta noto— Yo no quise decir...— Suspira— Yo solo digo que algo te trae inquieto y es mejor que lo sepamos.

—No es de tu incumbencia— Resoplo volteando la cabeza con indiferencia.

—Te equivocas, esto nos pone en peligro a todos, eso lo hace de mi incumbencia— Expresó enojado. Sesshomaru lo miro de reojo con indiferencia y sin hablar hasta pasados unos minutos.

—Inuyasha tiene poderes que no puedo enseñarle a controlar— Soltó con angustia en la voz, disimulada, pero aún notable. Estos últimos días Sesshomaru comenzó a entrenar a Inuyasha, evidentemente jamás pensó verse en una situación así y mucho menos con Inuyasha. Era como entrenar a un cachorro. Aun así esto mantenía la cabeza de Sesshomaru atascada en el único ataque que no le pertenecía. 

—¿Te refieres a que convirtió al monstruo en piedra? —Sesshomaru asintió.

—Ese poder era único de padre, no comprendo como es que Inuyasha lo tiene; peor aún, que no sabe controlarlo a diferencia de el. Su mente sigue siendo débil, Maldito hibrido.— Apretó sus puños impotente. El ahora humano Sesshomaru se había vuelto un poco mas hablador, aunque solo abría la boca para maldecir las debilidades de Inuyasha.

Una gota de sudor bajo por la cabeza del monje al escuchar aquel comentario. Tampoco podía negarlo y defender a su amigo. El mayor quizás tenia razón. Mas bien, Miroku pensaba que la tenia.

—Pero, lo ocupo consiente y no te ataco cuando todo termino.

—No, pero...—Sesshomaru trago saliva con fuerza.

—Temes por el— Afirmo el monje recibiendo un largo silencio en respuesta.

—Eso es obvio, moriré sino lo hago— Su mente vaciló si esa era realmente la razón.

—¿Sabes de algún efecto secundario de ese poder?— Indago curioso Miroku, prestando atención a los movimientos de Sesshomaru. Este se había tensado durante unos segundos.

Colmillo Sagrado (corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora