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"Por más que el mundo me aplaste
y me ataquen las palabras hirientes
yo sonrió otra vez porque estás conmigo
Eso es lo qué haces,
me haces sentir especial"
—Feel Special. TWICE.

En el primer día después de darle un baño a Soobin, Yeonjun sí que batalló para que SooBin se quisiera vestir y es que ese celo lo utilizaría para conocer a su pareja durante aquellos tiempos de calor. Algo que había notado era que su omega dejaba de ser un adulto para convertirse en un cachorro necesitado de mimos en el cabello. Mimó a su pareja durante esas horas solo dándole besitos y suaves caricias para hacerlo calmar. Aunque...también tenía que hacer algunos trabajos extras por Soobin.

— Mgh hyung~— Gimió gustoso el Omega acostado en la cama,su mirada bajó hacia donde Yeonjun se encontraba, acuclillado frente a él— S-Se siente bien...

— ¿si?— Preguntó con una sonrisa juguetona— Eres un Omega travieso.

— ¿Lo soy, hyung?— Preguntó con un ápice de ternura,Yeon se quejó y continuó dándole un masaje en los pies a su novio. Soobin antes había hecho un gran berrinche para que le dieran su masaje en los pies, Yeonjun terminó aceptando cuando Soobin le hizo una propuesta a la que no se pudo negar.

Yeonjun asintió con un ruidito y dejó de darle el masaje a su menor para abrazarlo aún con él abajo.

— Eres un Omega muy travieso e infantil, ¿que haré contigo?— Cuestionó escondiendo su cabeza en el cuello de Soobin y lamiendo la zona.

— P-Podría marcarme de nuevo~— Yeonjun buscó la mano de Soobin negándose a asomarse pues el aroma de Soobin era mucho más abundante en esa zona, Yeonjun se sentó de manera correcta llevándose a Soobin consigo y sentándolo en su regazo como hace tiempo no lo hacía.

Su pulgar acarició las suaves manos de Soobin y dejó lindos y cortos besitos en su dorso ganándose risitas tiernas del contrario.

— No lo haré ahora, quiero conocerte mi cielo— Soobin ronroneó al sentir las manos de su novio es sus piernas blanquecinas— Cuando llegue el tiempo, la tendrás de nuevo, ¿si?

— Está bien— Murmuró el peli-morado con una tierna sonrisa.

— ¡Y si algo le pasó!— Exclamó la mujer algo asustada al no recibir la llamada de su hijo, él le debía llamar a diario para informarle que estaba en la universidad, pero ya llevaba un día sin saber nada de su cachorro, ¡y un día era mucho!

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— ¡Y si algo le pasó!— Exclamó la mujer algo asustada al no recibir la llamada de su hijo, él le debía llamar a diario para informarle que estaba en la universidad, pero ya llevaba un día sin saber nada de su cachorro, ¡y un día era mucho!

— No creo, Yeonjun ya estuviera peor que tú— Dijo su esposo terminando de firmar un contrato y observándole— ,¿a donde vas, mujer?

Yerin le miró como si fuera lo más obvio del mundo y tomó su bolso para salir disparada de la empresa al departamento de Yeonjun. Tomó el auto de su esposo sin importarle que lo fuera a utilizar después y partió camino.

Imposible »Yeonbin«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora