𝑴𝒊 𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐 𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐 💜 - Kookmin au.
Jimin se encuentra en una relación con Taemin desde hace ya varios meses. Ambos asisten a la misma universidad, comparten el mismo grupo de amigos y todo es perfecto para ellos.
Un día...
A la mañana siguiente, Jimin se despertó gracias a la luz que ingresaba por la ventana. Su cabeza se partía en mil pedazos pero recordaba perfectamente todo lo que había sucedido la noche anterior. Vió a Jungkook, dormido, y una sonrisa apareció en su rostro.
Jungkook se despertó, y se encontró con Jimin a su lado usando su camisa de la noche anterior. — ¿Ahora usas mi ropa?
— Buenos días Kookie. — Esa frase, esa frase era la que Jungkook anhelaba escuchar desde que había conocido a Jimin, y ahora lo estaba haciendo.
— ¿Cómo te sentís?
— Me mata la resaca.
Kook se levantó de su cama, se puso su ropa, o más bien lo que quedaba de su ropa, y se le ocurrió una idea. — ¿Qué te parece si desayunamos algo?
— ¿Me puedo bañar primero?
— Por supuesto, podes agarrar ropa del vestidor. — Jungkook señaló la puerta de su vestidor. — Yo mientras preparo algo para ambos y luego me baño.
— Gracias — y así cada uno fue a hacer lo que tenían que hacer.
Jimin había salido de bañarse, tenía puesta ropa de Jungkook que olía a él. Bajo por las escaleras y se dirigió a la cocina. — Huele muy bien.
— En la mesa te deje un medicamento para tu dolor de cabeza y agua, yo ahora subo a bañarme, solo falta exprimir las naranjas para el jugo, ¿podes hacerlo mientras me baño? — Jimin asintió y Jungkook se fue.
Los dos se habían dado cuenta de que ninguno había mencionado lo que sucedió la noche anterior. Jungkook pensaba que Jimin se había arrepentido y Jimin pensaba que Jungkook estaba apenado. Luego de unos minutos, Jungkook bajó.
— Ya está el jugo — ambos llevaron todo a la mesa y se sentaron a desayunar.
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El desayuno transcurría en silencio, ninguno soltaba palabra alguna. Hasta que finalmente sus miradas se cruzaron y Jimin sonrió. — ¿Qué sucede? – preguntó Jungkook.
— Estas pensativo, esa es tu cara cuando estás pensando.
— Oh, supongo que si. — kook continuo con su desayuno.
— ¿En qué pensabas? Si es que puedo saber.
— Se me había ocurrido una idea, pero es mejor olvidarla...— esa respuesta había despertado la intriga en Jimin.
— ¿Olvidarla por qué? Podes decirla, yo no voy s decirte nada malo — ante la respuesta, Jungkook suspiró.
— Una vez que terminaramos de desayunar te iba a decir de...— su mirada fue al piso — de pasar el día juntos.
La propuesta tomó de sorpresa a Jimin, no se esperaba eso viniendo de Jungkook. De repente su celular sonó y este se fijó que sucedía. Era Taemin.
