Mi Amor Eterno Prohibido - KOOKMIN

Raro

— Buenos días — el sol alumbraba la cara de Jimin, sus ojos recién comenzaban a abrirse, se encontraba sin ropa envuelto en los brazos de su ahora prometido quien le hablaba. Habían pasado la noche juntos en la casa de Jungkook ya que habían accedido a que los fines de semana el rubio se quedara con él.

— Buenos días Kookie — cuando miro a los pies de la cama enorme, pudo ver una bandeja con el desayuno — ¿Así va a ser siempre?

Jungkook besó rápidamente los labios de su prometido — Así y mejor.

Ambos se dispusieron a tomar el desayuno juntos y luego a tomar una ducha. Era sábado, eso significaba que a la noche, Jimin y sus amigos irían con Taemin.

Todo su día lo pasaron recorriendo Seúl junto a Beomgyu y Taehyun, quienes debían comprar ropa y varias cosas más.

Era bueno poder volver a salir juntos sin sentirse observados por diferentes personas o con miedo. Que los padres de Jungkook hayan aceptado su relación, eso era un gran alivio para ambos.

Luego de un día de compras y muchas risas, Kook se dispuso a acompañar a Jimin a su casa para tomar su ropa para esa noche y el día siguiente. — ¿No es mejor si llevas una valija y la dejas en casa?

— Bien pensado Kookie — rápidamente armo una valija y ambos volvieron a partir rumbo a la casa de Jungkook.

El tiempo pasó rápido, para cuando el pelinegro se dió cuenta, se encontraba sólo con sus dos amigos jugando videojuegos y tomando cerveza.

— ¿Estas de acuerdo con la salida? — preguntó Beomgyu.

— Supongo que queda confiar, ¿no? — el pelinegro suspiró dando un largo trago a su botella.

En el bar ya se encontraban todos con sus tragos y algunas cosas para comer, todo marchaba bien, era relativamente como antes del caos, o eso creían.

— Así que te vas a casar — Taemin dirigió sus palabras a Jimin, quien sonrió felizmente mostrando su anillo.

— Así es, todavía no lo puedo creer.

— Quién diría que ahora estamos así...tú por casarte y yo trabajando con tu prometido — Taemin sólo reía con su comentario — aprovecha ahora antes de que se llene de trabajo.

— ¿Por qué? — preguntó el rubio.

— Sos tan inocente Jimin — todos miraron a Taemin — es como en las películas, el CEO ocupado que sólo tiene tiempo para trabajar pero llena de lujos a su pareja para hacerlo feliz.

Jimin tragó en seco ante esas palabras — Jungkook no haría eso.

— Yo solo digo que te sacaste la lotería, ya no tenes que esforzarte por conseguir empleo — un tono de soberbia se hacía presente — aunque no me gustaría ver que no te den la atención que necesitas...

— Tranquilo, no sucederá, Kookie no es así — dicho eso, el resto de la noche marchó bien, pero aún así Taemin siguió con algunos comentarios de mala gana que no le agradaban a Jin.