Extra

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kagome se encontraba en la librería intentando encontrar libros de matemática y álgebra avanzados. Suspiro al darse cuenta que los libros ya no estaban, no le quedaba de otra mas que retirarse de ahí  e ir a la biblioteca y prestar una copia.

-Seria mejor tener un libro propio- salio del local y se dirigió calle abajo para pasar por un cabeza, era normal que tuviera frió era temporada de otoño y  había mucho aire. 

Esta era una de las épocas favoritas de kagome, después de pasar por su café retomo su camino hacia la biblioteca. Al entrar sello su tarjeta de membresia con la cual podía llevarse los libros a casa para devolverlos después,  inicio su recorrido por la biblioteca tomo varios libros que le serian de utilidad en la clase de Biología y botánica, en una mano llevaba su café y el otra los libros, cuando al fin encontró el libro que buscaba se dio cuenta que estaba muy alto para ella  y no podría estirarse por mas que quisiera ya que llevaba las manos ocupadas soltó un suspiro para luego tomarse el café de un solo golpe diviso el recipiente de basura más cercano para luego ir a tomar el libro, kagome no se percato de que había alguien mas observando libros  a unos pasos de ella. 

- Deberían haber gradas portátiles en toda la biblioteca- dijo mientras se estiraba para tomar el libro, cuando las puntas de sus dedos tocaron el libro y pudo agarrarlo un poco, perdió el equilibrio, cerro los ojos esperando tocar el suelo, lo cual no paso ya que en su lugar sintió las manos de alguien sosteniéndola.

-Se encuentra bien, señorita- al abrir los ojos kagome se encontró con unos ojos color ámbar brillante, sintió como sus mejillas se calentaban, que vergonzoso.

-Estoy bien, gracias- se puso de pie rápidamente, aun tenía los libros en su mano, dirigió una mirada al chico era alto ojos ámbar cabello plateado, vestía con unos Jeans y camisa formal acompañado de una gabardina la cual llevaba abierta, una bufanda azul en su cuello.
El chico se estiró y tomó el libro que kagome quería alcanzar, leyó el título.

-Matemáticas avanzadas Volume 3.- su mirada se dirigió hacia kagome viéndola detenidamente- Dedusco que eres de preparatoria ¿ no es muy avanzado?- dijo levantando una ceja.

Kagome se sintió ofendida ante ese comentario.

-No, ya he leído los primero dos volúmenes, les he entendido perfectamente.- se cruzó de brazos y observo como una sonrisa pequeña se plasmaba en el rostro del chico.

-ya veo, me disculpo por dudarlo, aquí tienes- le puso el libro en sus manos.
Sus pieles se tocaron provocando una corriente en el cuerpo de ambos. Kagome tomó el libro y lo acomodo con los otros, luego acomodo sus antojos. Iba a hablar cuando vio la bolsa con el logotipo de la librería donde ella había estado.

El chico dirigió su vista a donde la tenia la chica.
-casualmente acabo de comprar ese mismo libro-.

Kagome sonrió pensando en lo divertido, de seguro ese había sido el ultimo tomó que había quedado en la tienda.

-¿de casualidad ese era el último que quedaba?-.

-Si, el señor me dijo que había tenido suerte-.

-Jajajaja, justamente fui a esa librería a buscarlo pero ya estaban agotados.- ambos se vieron  a los ojos.

- ya veo, que descortés de mi parte, me presento mi nombre es Sesshomaru Taisho- tendió su mano a kagome.

-Mucho gusto, soy Kagome Higurashi- al momento de estrechar sus manos, el corazón de kagome empezó a latir fuertemente. Ambos chicos se sonrieron mientras sus manos seguían unidad, de lo que no se habían fijado era que enfrente de las estanterías de libros educativos, se encontraban los libros que contaban historias de amor y justamente la de ellos estaba por empezar.
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¡Hola! Pues bueno, definitivamente esta historia a llegado a su fin, espero que les guste este extra y si no pues ya no puedo hacer nada. Mi cabeza sea quedado sin más ideas para esta historia, muchas gracias a todas las personitas que la leyeron y votaron, les agradezco de todo corazón. Próximamente espero traer la otra historia que tengo planeada y pero que le den su apoyo como lo hicieron con esta y con El retorno de kagome. Muchas gracias, cuidense mucho. ¡Nos estaremos leyendo, Bye!

Fin.

Las Apariencias engañanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora