Capitulo 7

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Caroline estaba encantada de tener su anillo de regreso donde pertenecía. Lo giró alrededor de su dedo mientras caminaba de regreso a su habitación. Estaba molesta por el hecho de que Klaus había regresado y se aun más se atrevió a hablar con ella. ¿Qué pensaba él? Que ella mágicamente estaría feliz de verlo después de la forma en que la trataba en la subasta, sin mencionar que le dijo a Kol que la matara. Sintió que la ira la recorría.

No, no voy a jugar sus juegos, no voy a dejar que sea tan encantador y dulce como si nada hubiera pasado pensó la rubia.

Debe haber muchos tipos geniales por aquí que adorarían cortejarla. Ella sonrió para sí misma mientras continuaba caminando. Los chicos de Mystic Falls usualmente la llevaban a cenar y, a veces, a ver una película y luego, por supuesto lo que esperaban, al menos era lograr llegar a la segunda base. Ella se frustró al pensar en eso, pero la idea de un hombre cortejándola, realmente queriendo conocerla y respetarla fue suficiente para excitarla.

Se sentó en su habitación contemplando  todos los hermosos vestidos cuando escuchó un golpe en la puerta.

— Adelante— dijo mientras comenzaba a guardar los vestidos.

— Lamento molestarla, mi señora, se está sirviendo la cena— anunció una niña y rápidamente se giró para salir de la habitación.

Caroline se bajó de la cama y se dirigió al comedor. Era una habitación grande con una rústica mesa de madera en el centro donde entraban diez personas. Había pensado que Kol tendría una mesa mucho más grande hasta que recordó todas las otras habitaciones que el castillo ofrecía y pensó que probablemente él también tenga comedores más grandes.

— Buenas tardes, Caroline— Kol dijo mientras se levantaba para saludarla. Ella sonrió y caminó hacia la silla que ahora él le estaba tendiendo. Se sentó a la cabecera de la mesa con ella a su lado.

— Gracias– dijo ella.

Justo cuando Kol estaba a punto de hablar, Klaus entró en la habitación, pasó junto a Caroline y se sentó en la mesa frente a su hermano. Estaba aliviada de que él se hubiera sentado tan lejos de ella.

— Hola de nuevo, amor— dijo Klaus con una sonrisa.

Caroline le dio una sonrisa falsa y una mirada antes de volverse hacia Kol. Klaus no estaba contento con eso, pero la encontró adorable cuando pretendía actuar tan indiferente con él.

— Así que Caroline, espero que tengas hambre. Sé que no fui el anfitrión más amable cuando estuviste encerrado en mi calabozo, así que tenía toda la intención de compensar eso ahora— Kol le dijo mientras miraba a su hermano y levantaba las cejas. Klaus simplemente inclinó la cabeza como si se le ocurriera una idea nueva antes de volverse hacia Caroline.

— Entonces, ¿la mazmorra? Eso debe haber sido muy aterrador para ti. Sé que Kol nunca ha tenido mucha suerte con las mujeres, pero ahora puedo ver por qué— él sonrió.

— Bueno, ya lo superé y lo perdono. Él no sabía que era a mí a quien los guardias habían encerrado— respondió la rubia mientras le daba una mirada cariñosa a kol y extendió la mano para descansar su mano sobre la de él por un momento. No pudo evitar notar lo rápido que cambió la cara de Klaus. Parecía que quería arrancarle la cabeza a Kol.

Ella no pudo evitar luchar contra una sonrisa al verlo lucir tan celoso. Ella retiró la mano cuando Kol comenzó a hablar.

— Gracias querida, lo aprecio más de lo que sabes— Kol le dijo.

— Así que perdonas a Kol por encerrarte y subastarte a una bestia, que solo tenía planes imprecisos sobre qué hacer contigo, pero no puedes perdonarme por no rescatarte— Klaus dijo en serio, sus ojos se encontraron con los de Caroline. Pero antes de que ella pudiera responder, él continuó — Sin mencionar que intentó matarte cuando eras humano. Entonces dime, ¿cómo puedes perdonarlo tan fácilmente?

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