C a p í t u l o 1.

1.6K 141 111
                                    

pensamientos de Wendy

Llegué a México como me había pedido Lisa Lisa, esa mujer es un misterio y no se como puede saber tanta información, si casi no habla con nadie...

Me tiene intrigada hasta su edad, según Suzie Q, tiene 50, pero su apariencia es tan joven, aunque suponemos que es por el hamon, pero es que nuestra jefa tampoco nos confirma nada...  sinceramente me alegro de a ver acabado ahí, estar con este italiano llamado Caesar y Lisa Lisa, hace que me de más ganas de aprender hamon o algo así.

El calor que hacía nunca lo había sentido, mira que Italia es un país Mediterráneo, pero este calor es incomparable, de vez en cuando se levantaba una brisa de aire caliente que al rozarme el brazo me quemaba.

Mire la carta donde me había apuntado mi jefa el lugar dónde tenía que ir, ningún periódico había hablado aún sobre este caso, algo sobre unas máscaras de piedras, no se muy bien esa trama... pero a Caesar le da rabia y Lisa Lisa quiere destruirlas.

Según parece, la Fundación Speedwagon en una expedición arqueológica en dicho país donde me encuentro, han encontrado varias máscaras de piedras, incluso miles... debo fotografiar el lugar y encontrar a Speedwagon, dónde llevo una imagen de ese señor para encontrarlo mejor.

Las mafias tienen mucha información exclusiva, saben más de lo que nos podemos imaginar, y en Italia hay varias mafias desgraciadamente, una de ellas comenzaron a decir y a correr el rumor de que Speedwagon lo había matado un ¿vampiro zombi?... ¡desde luego yo no me lo creo! Vampiros zombis... ¿quién demonios se lo creería? esta claro que es una mentira de algunas de las organizaciones, al fin y al cabo son "rumores".

Asique seguramente este vivo y por eso voy a encontrarlo, quiere mi jefa que lo lleve a Venecia con el mensaje de que cierta profesora de hamon tiene "información exclusiva" pero no se porque me da a mi que va a ser más difícil de lo que parece.

Recogí mis cabellos rizados en un velo blanco para resguardarme del sol que me atacaba con sus rayos, e ingenua y torpe de mí, ni protector solar me lleve.

Remangué mi camisa de botones blanca con líneas azules claras y me acomodé mi falda larga de color crema y comencé a andar por el desierto, solamente quería beber agua, encontrar el lugar, y llevarme a ese señor lo antes posible incluso si le tengo que estirar de la oreja.

También llevaba cuidado había visto algunos tanques nazis por aquí... ¿que harían aquí estos nazis? malditas peleas... cada vez las cosas por Italia están peor por ese tal Mussolini. 

Cuando se levantaba la brisa de aire, también llevaba con ella la arena que ardía lo suyo, mis ojos sufrían cada vez, la cámara que colgaba de mi cuello me pesaba ya, pero  algo me distrajo una fila de mujeres y unos nazis. ¿que pasa?

Si me centrará más, acabaría antes, pero esque me surge la necesidad de saber que sucede, ¿que les hace a esas muchachas?, me puse detrás de la fila e intenté comunicarme con una mexicana, claramente no pudimos comunicarnos bien, pero las palabras no hicieron falta cuando vi lo que hizó uno de los soldados.

Levantaba las faldas de las mujeres y les dejaba pasar, ¡ah! y ademas le tenían que dar algo a cambio, estaba preparando mi puño para cuando llegara mi turno, puede que sea algo alocado, pero es algo muy injusto.

presente

Soldado: Bien, bien... puedes pasar... -decía mientras miraba de una forma morbosa lo que había debajo de la falda, las chicas estabas avergonzadas y temían de las armas que vestían esos soldados, todas menos Wendy, la que tenía una mirada determinada con un puño cerrado-

(Joseph Joestar x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora