𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙾𝚗𝚌𝚎.

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Era una madrugada fría y nublada, repleta de neblina, neblina que veían dos ojos grisáceos y con un par de ojeras bastante notables debajo de ellos, ojos que toda la noche se quedaron observando la pantalla de su celular, hablando con la chica dueña de todas sus miradas.

Pronto aquella madrugada fría y algo lúgubre se tornó en una mañana lluviosa, las dos chicas se despidieron mutuamente, para cada una caer a su ritmo en los brazos de Morfeo.


—Mei ¿Qué quieres de desayunar?— su madre abrió la puerta lentamente, solo para encontrar a su hija profundamente dormida sobre el sillón que había a un lado de la ventana— Dios...¿Quién los entiende?— habló para retirarse de su habitación riendo por lo bajo.

• • •

El celular de la albina vibró mientras emitía el sonido programado para una notificación, cosa que la despertó después de horas de sueño ininterrumpido.

Abrió los ojos con lentitud, adaptando su vista poco a poco a la tenue luz que entraba por la ventana de su cuarto.

—Mmh...¿Cuánto tiempo...?— dijo mientras encendía su teléfono, buscando instintivamente la parte del reloj— ¿Son las siete? Wow...— después de pronunciar aquellas palabras se dispuso a leer el mensaje recibido.

Alyssa: Hey Bonnie, te mudaste recién así que no sabes; pero cada año se organiza una reunión/fiesta con amigos del pueblo vecino y bueno, es en un par de semanas ¿Te gustaría ir? Irías con nosotros, cómo parte de nuestro grupo oficialmente.

Ebony parpadeó un par de veces, procesando las palabras que había leído.

Unos segundos después, respondió

"¿Hay más grupos?...¿Te importaría explicarme, por favor? No entiendo muy bien"

Esperó respuesta por algunos minutos, sin embargo ésta tardo en llegar así que se dispuso a bajar por algo de comer.

—Hija, por fin despiertas— Rió su madre

—Lo siento...no dormí muy bien— rascó su nuca

—¿Cómo ibas a dormir bien si estuviste con el teléfono toda la noche? Mira esas ojeras— rió nuevamente.

—Lo siento...oye pero ¿Cómo sabes si estuve o no con el teléfono?

—Hija, te quedaste dormida en el sillón con el celular en la mano, era obvio— acarició su cabello.

—Ouh...— Mei se quedó mirando a la nada unos segundos.

Tras una breve plática y un sándwich terminado, la chica revisó su teléfono, y para su suerte, había tres mensajes de parte de Alyssa.

Alyssa: No te preocupes, seré lo más breve posible.

Alyssa: Bueno, sí hay otros grupos, la primera vez que nos reunimos todos fué por un concurso que habían organizado los "alcaldes" (por así decirlo) de ese momento, pero con el tiempo esos concursos desaparecieron

Alyssa: Peeeero, hicimos amigos esos tiempos, así que para no dejar de vernos nos reunimos cada tanto, y una vez al año (adicionalmente de nuestros encuentros normales) hacemos una reunión con amigos de pueblos vecinos. Y me parece una oportunidad perfecta para presentarte a los demás.

La idea entusiasmó a Ebony tanto que tuvo que ahogar una risa emocionada para poder pedirle a su mamá el permiso que necesitaba para asistir a la mencionada reunión.

—¡Mamá!— la llamó alargando la última letra

—Dime, mi cielo

—Pues pasa que habrá una reunión en unas semanas...y quería pedirte permiso para ir...— habló jugando con sus dedos.

—Momento señorita.— respondió la pelirroja con firmeza— ¿Y cómo crees que te has ganado ese permiso? Nunca estás aquí— dijo bromeando sutilmente.

—Es cierto pero...adaptarme no me ha sido tan difícil como en otras ocasiones ¿Cierto?— mencionó en una coartada sin un argumento realmente sólido, simplemente con la intención de convencer a la mujer frente a ella de que la dejase acudir a la reunión.

—Cierto, pero si quieres ir a esa fiesta o reunión, o lo que sea, vas a necesitar más que eso ¿Queda claro?— enarcó una ceja, desafiante.

—Tan claro como el agua, mamá ¿Qué tengo que hacer?— interrogó mirándola fijamente.

—Podrias empezar por estar aquí a la hora de la comida y la cena, también me gustaría que lavaras los trastes y me ayudarás con la limpieza: cosas como barrer, trapear, lavar la ropa, tenderla y cosas así. Obviamente en días intercalados y turnandonos cosas. Si mantienes una acción constante y una buena actitud tienes permiso garantizado— Finalizó con una media sonrisa

—Wow...Que demandante— rió nerviosa la chiquilla.

—Suerte con eso cadete— rió su madre enérgicamente.

Sunlight    •Malina   Weissman•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora