Narra Ezequiel
-¿Si? –Contesto riendo, el celular-
-Hola, bello de mi corazón, princeso de todos mis cuentos, Aladdin de...no sé qué más-se ríe-
-Valentín ¿estás borracho?
-Jamás de los jamases ying de mi yang –canturrea y definitivamente sí está borracho. Muy borracho –
-¿Y para que me llamas? –Rebolee los ojos. Esto le iba a costar caro-
-Porque me avisaste que ibas a casa y ¡Adivina que! yo también –grita lo último. Alejo un poco el celular- ¿No es una casualidad?
-¿Casualidad? –me rio. No puedo creer que esté pasando esto. Hace mucho no pasaba.- ¿Dónde estás, amor?
-En casaaaa –alarga la letra A- ¿Dónde está Ezequiel, None eta? No ta –grita desaforadamente y no puedo evitar tentarme-
-¿Y quién te llevó a casa? Me imagino que no manejaste –digo serio y preocupado-
-No, como se te ocurre pensar eso -se hace el ofendido- Me trajo Mateo y el otro no me acuerdo como se llama.
-Cristian –se escucha de fondo. Ambos son amigos del trabajo-
-Ese, Cristian. Me trajeron entre los dos, pero no porque esté borracho ¡eeh! No, no. Sino porque me daba miedito venirme solito y que Ezequiel me rete- Suelto una carcajada. El grado de alcohol que tiene en su cuerpo, es increíble- No te rías, amor. Ezequiel se pone loquito –Hace rato que había puesto la llamada en altavoz, Con Nicolasa estamos muy tentados-
-No me rio, no me rio –digo tentado- Pásame con Mateo.
-¿Con quién? –Balbucea- ah, sí. –se escucha movimientos de fondo y la voz de Mateo- Hola, Eze.
-¡Hey, Matt*! ¿Está muy mal?
-Ehh ¿No? – carraspea-
-¡Dale! –me quejo-
-Bueno, sí. –se ríe un poco-
-Podes hacerme el favor de acostarlo en el sillón y quedarte hasta que llegue. Yo en unos minutos estoy.
-Sí, dale. No hay problema.
-Genial. Gracias. Nos vemos –saluda y corto el celular-
-¡No, no! -dice Nicolasa, riéndose – ¡Grabé todo!
-Sos terrible –me reí, también- nunca lo había escuchado así, bueno no tan así. –me corregí-
-¡Ni yo! Lo voy a molestar de por vida con esta grabación. –Sacude su celular. Ella disfruta mucho esto. Nunca dejan de pelearse. Todo en broma, obvio. – Mañana azotá todas las puertas, por favorcito.
-¡Ay, Nikky! – Me reí- Tu maldad te supera – agarro mis cosas para irme a casa-
-¿Qué? –Levanta los hombros, haciéndose la inocente- Se lo merece por ponerse en ese estado. –Asiento para luego abrazarla con cuidado y dejar una caricia en su panza-
-Va a costarle caro, no te preocupes –nos reímos los dos- Cuídate, nena. –La saludos por última vez y me meto en el auto para ahora sí, arrancar-
***
Apenas apago el motor del auto, se abre de forma brusca la puerta de mi casa. Un Mateo con toda la remera* manchada se me acerca pálido y asustado. Me tapo la nariz con la mano por el olor a vomito que desprende.
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Más allá de lo Inesperado
Storie d'amoreEste es el segundo libro. Primer libro: "Algo Inesperado" Gracias a todos los que quieren seguir leyendo la hermosa historia de Ezequiel y Valentín. Puede llegar a haber errores, lo siento mucho por eso. Y sin mas, pierdanse en la historia.