Capitulo I

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"en mis viajes he encontrado muchos mundos y criaturas intrigantes he visto bosques en llamas en el fondo de océano, castillos de hielo erigidos sobre volcanes, pero una de las criaturas más intrigantes con la que he tenido la fortuna de toparme son los humanos, son iguales a nosotros en todos los sentidos, pero ellos tienes este algo que llaman "sueños" es muy intrigante, es una pena que se hayan extinguido, me hubiera encantado que los hubieras visto"- The X.

Todas las noches tengo un sueño, aunque no sé si es mi sueño, siempre sueño que soy de nuevo una niña, pero mi cabello y mi piel son diferentes, estoy en una habitación, no hay puertas ni ventanas y solo una vela en mis manos, puedo encenderla cuando quiera sin necesidad de fuego, pero al encenderla siempre me muestra un escenario horrible.

Cuando la enciendo la primera vez, estoy encadenada junto a otros dos niños, una niña y un niño con claras señales de desnutrición y maltrato, aparece una rata de un agujero en la pared, rápida y salvaje mente, los dos niños la atrapan y la devoran de una forma tan grotesca que de inmediato apago la vela.

Cuando la enciendo la segunda vez, un hombre aparece en la habitación, gordo con una barba y una peste a alcohol que penetra como miasma del mismo infierno, trata de llevarse a rastras a la niña, pero el niño a mi lado trata de impedirlo, entonces el hombre toma un tubo de hierro oxidado y golpea al niño, hasta que no queda nada más que una masa de carne manchando el piso y las paredes, y en cuanto a la niña es llevada al fondo de la habitación hasta donde no llega la luz de la vela, solo se escuchan gemidos graves y asquerosos y los gritos de una niña que claramente estaba siendo despojada de los últimos vestigios de inocencia, que puede que hubieran en su joven y maltratado cuerpo. Cuando cesa el ruido el hombre se levanta y me mira directa mente, y solo se queda haciendo eso. hasta que apago la vela.

Cuando la enciendo la tercera vez, la carne del niño ya empieza a generar hongos y moscas, con claras señales de mordidas y me pregunto ¿dónde está la niña?, la peste que emana del cuerpo, me genera ganas de vomitar y al hacerlo veo que de mi boca salió una masa roja grisácea con lo que claramente eran dientes y cabello humano, del miedo dejo caer la vela y se apaga.

Después de eso no quiero volver a encender la vela, en ocasiones simplemente despierto después de la segunda o tercera vez, pero hay otras ocasiones, en que enciendo la vela una cuarta vez.

Cuando la enciendo la cuarta vez, el cuerpo del niño ya no está, pero sabía claramente donde estaba, entonces la niña aparece en la habitación, pero ya es más grande y solo me mira con una sonrisa, cuando llego a este punto solo pienso ahora que más puede pasar y solo me quedo ahí hasta que despierto.

*La perspectiva cambia y vemos a una joven hablando con un psiquiatra:

El doctor me pregunta "y ese es el final de su sueño", yo respondo que es lo más lejos que he llegado. No podía seguir con estos sueños tan gráficos, al psiquiatra le parecía extraño él siempre decía "que esta clase de manifestaciones del subconsciente eran generadas por un trauma reprimido", pero seguía insistiendo que eso no es posible mi vida ha sido de lo más grata y normal, soy la hija de un reconocido sacerdote que nos quiere mucho a mi madre a mis hermanos y a mí, mi vida social es muy buena a muchas personas les agrado y nunca he sufrido por la presión social.

He utilizado de todas las clases de terapias y medicamentos para superar este problema, pero no parecen funcionar.

El psiquiatra me sugirió algo que nunca había imaginado, y que me daba miedo pensar, él me dijo "puede que la causa de sus pesadillas se debe a que su subconsciente trata de decirle algo así que quizás debería tratar de dormir esta noche sin usar medicamentos y llegar hasta el final de su sueño y en nuestra próxima sesión me dice que es lo que vio".

Cuando el psiquiatra me sugirió esto, un escalofrió subió por mi espalda y lo primero que quería hacer era acusarlo de incompetencia, pero la verdad estaba tan desesperada que lo único que pude decir fue "lo intentare doctor".

*Llega la noche:

Era una noche de domingo, habíamos terminado de limpiar la catedral después del servicio nocturno, estaba tan cansada que no me di cuenta que me fui a dormir con la ropa puesta, me levante un segundo para tomar mis medicamentos, pero recordé las palabras del doctor, así que deje que el cansancio hiciera efecto y me dormí.

*una vez más volvemos a la habitación oscura:

Encendí la primera vela, y veo la misma atrocidad generada por una simple plaga, la apago y enciendo la segunda y presencio como la furia hizo enloquecer a las bestias, la apago y la siguiente me muestra mis propias atrocidades generadas por el hambre, y así apague la tercera vela. Pero esta vez había notado un patrón en lo que he visto, mi padre una vez me contó sobre los cuatro jinetes del apocalipsis, "plaga, furia, hambre", me di cuenta de que lo que es lo que estos sueños me estaban tratando de decir, lo que significa que lo que la cuarta vela trataba de mostrarme era "muerte".

Así con más miedo de lo que había sentido antes, encendí la cuarta vela, y volví a la misma visión de siempre, pero esta vez la sonrisa de esa niña me paralizaba del miedo, pero sabía que si quería acabar con estos sueños debía apagar la vela, con un terror paralizante apagué la cuarta vela.

Pero entonces, la joven frente a mi encendió su propia vela y así se acercó a mí, no sé por qué, pero sabía que venía con toda la intención de hacerme daño, quería correr, pero las cadenas no me dejaban quería despertar, pero no podía, mientras más se acercaba las cadenas apretaban y restringían mi movimiento más y más, hasta que se quedó de pie justo en frente de mí, acercó su rostro a mi oído y dijo, "tú crees que estamos locos, yo creo que si" estaba confundida solo quería despertar y nunca regresar, pero entonces ella apago su vela.

Cuando se hizo la oscuridad, ya no sentía la presión sobre mi cuerpo, ya podía moverme, pero algo andaba mal pellizqué mi cara cuanto pude, trataba de gritar, pero de mi boca no salía ningún sonido; un frio empezaba a generarse detrás de mí, empecé a alejarme del frio, pero siempre venia tras de mí, de gatear pase a caminar y de caminar a correr, pero en esta oscuridad era cuestión de tiempo para que tropezara, trate de avanzar, pero el frio ahora me había rodeado.

Quizás este es el frio de la muerte, que se cuentan en las escrituras, ¿entonces esto significa que estoy muerta?, ya no puedo pensar solo me pregunto ¿si estoy dormida entonces porque me inunda este sueño? Esos pensamientos gradualmente desaparecían uno a uno.

Pero sentía algo extraño una sensación familiar en mi mano derecha, no sé porque, pero mi cuerpo se movió solo; y así encendí la vela que había traído conmigo todo este tiempo se encendió una quinta vez.

wonderland nigthmaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora