Capitulo XXV

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"recuerdo esos días en los que conducíamos por la playa, nunca me detuve a presenciar la vista siempre quería ir más rápido con el auto, siempre me decías que ir rápido no siempre es la repuesta, ahora lo que más quiero es frenar, quiero detenerme, por favor que alguien me detenga"-The X

Conducir por la ciudad en ruinas, fue un paisaje bastante deplorable, como una serie de eventos aleatorios pudieron acabar de esta forma, parece como el maquiavélico plan de un dios diabólico, traslade el vehículo transportando soldados entre las trincheras a lo largo de la ciudad, mientras más avanzaba, seguía analizando la ciudad, estaba perfectamente fortificada para evitar de que cualquiera escapase.

Seguí con el recorrido hasta llegar a mi último destino, la base central, al este de la ciudad, cuando llegué hasta ahí me sorprendió lo que encontré.

A pesar de todos los rumores sobre la república, los prisioneros druidas estaban, bien alimentados y sus heridas tratadas, esperaba encontrar un paisaje de la decadencia humana, pero solo estaba confundido.

Hable con el guardia a mi lado:

-disculpe, esta es la última parada del recorrido, no le importaría si, dejo el vehículo aquí y doy mi servicio por terminado.

-has lo que quieras- dijo de forma muy despectiva.

Mientras bajaba del vehículo, use como excusa el ayudar a mover las armas de los soldados para poder adentrarme a la base; la base estaba demasiado fortificada en el interior a pesar de que la mayoría de los prisioneros se encontraban afuera.

Sin tomar en cuenta la cantidad irregular de energía eléctrica generada por las instalaciones, había escuchado que la república azul, había encontrado la forma de usar la electricidad de formas más activas que los otros reinos, pero para eso necesitaban estar en una conexión directa con la fuente.

En esta ciudad no hay ningún objeto capaz de generar electricidad de esa magnitud, mientras seguía observando vi cómo, usaban la energía para reabastecer los vehículos y sus armas, a pesar de estar fuera de su nación, esta ciudad estaba tan energizada como la capital de la república, traté de seguí indagando, pero el sonido de un disparo, desvió mi concentración.

En esta ciudad no hay ningún objeto capaz de generar electricidad de esa magnitud, mientras seguía observando vi cómo, usaban la energía para reabastecer los vehículos y sus armas, a pesar de estar fuera de su nación, esta ciudad estaba tan energi...

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Una bala había rosado mi cabeza, derivando mi sombrero, repentinamente todos los soldados empezaron a aplaudir; una voz desde lo alto me dijo:

-parece que has quedado impresionado con nuestra tecnología.

Recogí mi sombrero del suelo y observé quien me había disparado. Desde lo alto un hombre, con vestimentas de Mayor, me miraba mientras todos lo idolatraban, pero lo que más me impresionaba era que pudo disparar desde tan lejos con un arma tan pequeña.

El volvió a hablarme:

-anciano, será mejor que se aleje de ahí, un solo toque le dará una descarga capaz de matarlo más rápido que una bala.

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