Capitulo XXXI

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"esa persona amaba a los de su especie más que nada, los humanos, uno a uno los separaban de su lado, hasta que ella iba a rescatarlos, pero no tenía idea en lo que se metía, la siguiente vez que la vimos, ella solo decía, "están muertos, están todos muertos" -The X

*una hora antes, en el hospital:

Como los guardias tenían retenida a Jade en el sótano la mejor opción que teníamos era llegar por el subsuelo, que suerte que a Clío se le facilitaba este tipo de transportes; de la misma forma que traslado el orbe, ella genero un túnel bajo el hospital, el espacio era muy confinado, pero almenos nos movíamos más rápido que a pie.

El maestro Pyro se encontraba oculto en un garaje abandonado al final de la calle, eso evitaría que alguien lo encontrase mientras no estábamos; ahora estábamos a Ciegas, aunque la posibilidad de encontrar, guardias dentro era baja, no era de cero.

*Después de arrastrarnos por varias millas subterráneas chocamos con una pared:

-Clío crees poder romper la pared sin colapsar el túnel.

- este túnel esta reforzado con las raíces de los árboles que solían llenar estas tierras, no hay nada que no puedan soportar, ni nada que no puedan romper.

*usando las raíces en el fondo de la tierra, Clío crea una entrada sigilosa, a las instalaciones.

Actual mente poseíamos la ventaja, aunque estuviéramos rodeados de guardias, al menos no sabían que ya estábamos aquí, lo que nos daba una ventaja táctica.

Corrimos hasta el ala de cuidados médicos, pero lo que encontramos fue una carnicería, tanto doctores como pacientes habían sido asesinado, por el ejército rojo, Nash no se apiada de nadie, ver esto solo me daba más y más razones para matarlo.

Llegamos hasta las habitaciones, pero todas estaban vacías, hasta que llegamos a una habitación acolchonada, y encontramos el mensaje de Nash.

*con sangre escrito en las paredes, "TE VEO EN LA AZOTEA FELIX". Y una pistola de la república en el suelo, con una sola carga.

Él se había adelantado a mí, lo lógico era regresar y reagruparnos, pero, ya había llegado demasiado lejos para dejarlo escapar otra vez.

*así que le dije a Clío:

-Clío regresa al túnel, si no regreso en 30 minutos, llévate a Pyro de aquí, podrán proseguir con el plan con él.

-estas sugiriendo que te abandonemos,

-no lo sugiero te lo ordeno, esto ya no es como el bosque, ahora vidas dependen te que lo lleves vivo hasta el pasaje, llévate unas vendas y medicamentos.

Clío bajo la mirada y siguió mis instrucciones, quizás me sobrepase, pero eso ya no era lo importante, ahora debía terminar lo que empecé.

*corrí por el hospital con el arma en mano solo para descubrir que los soldados habían abandonado el edificio.

No era común, pero no me importaba, sabía qué; Nash seguro había preparado un comité de bienvenida para mí, pero porque dejarme solo un arma con una bala, puede que estuviera loco, pero no esta tan desequilibrado para enfrentarme solo.

*llegue a la azotea, solo para encontrar que solo estaban Nash, y Jade amordazada, usando el disfraz del Arlequín.

Qué clase de juego sádico estaba jugando Nash, no quería formar parte de esto, pero si no había la posibilidad de sacar a Jade con vida, tenía que tomarla.

*me pare justo en frente de el a pocos metros:

-Matt Harker felicidades has llegado al juego final.

-para ti esto es un juego, hay gente muriendo afuera, y todo porque una venganza insignificante.

- ¿venganza?... ah, crees que esto es por lo de Cliff. No esto es gracias a ti.

- ¿a mí?

-cuando te llevaste el as de picas, algo mágico paso, un viento angelical me levanto por los cielos, y logre conocer a dios.

- ¿a dios?

- si Matt a Dios, y él está muy molesto contigo, te llevaste su juguete favorito, y él no está feliz.

*apunte mi arma a su frente, en cambio él se alejó y se paró justo en la cornisa de la azotea.

-Matt, te quiero, gracias a ti pude conocer a dios, y como regalo, te dejare resolver esto como hombres.

*Nash saca un revolver de su saco.

- mira esto, yo tengo un arma, tú tienes un arma, y ambos tenemos una bala, no es divertido.

-esto te perece diversión.

- hagamos esto, a la cuenta de tres, los dos halamos el gatillo, el primero en morir pierde, que te parece.

-eres un loco bastardo.

-no dijiste que no.

Seguí su juego, mi arma era de la república y la suya era un modelo clásico, yo tenía mayor probabilidad de acertar el tiro desde tan lejos, esta sería su última artimaña:

-entonces 3

-2

.

.

.

.

-1

*el sonido de dos disparos, se escuchó desde lejos.

Al hallar el gatillo, no perdí de vista mi meta, todo lo que había en mi campo de visión era el espacio entre los ojos de Nash, y al enfocarme vi que fue un éxito, Nash caía hacia su muerte desde el sexto piso del hospital, si tan solo hubiera descubierto el plan de Nash antes esto no hubiera pasado.

Las pistas estaban ahí, el arma con una carga, el deseaba esto, todo era un farol, para enseñarme que no era capaz de controlar todo.

*Jade cae al suelo, bañada en sangre.

El arma de Nash, él nunca me apunto a mí, todo este tiempo quería que viera como un simple detalle que deje pasar por alto, hizo que perdiera de vista todo.

Este fue su plan todo el tiempo, de esta forma me lastimaría a mí y a Cliff al mismo tiempo, pero porque dejarse morir por esto.

*una sombra se levanta desde la cornisa del hospital hacia el cielo.

Durante todo este tiempo he visto cosas raras, pero esto era por mucho lo más bizarro que me había pasado.

*la sombra con la forma de un dragón había aterrizado sobre el techo del hospital, y arriba de él se encontraba Nash, con la sonrisa más perturbadora que he visto.

*la sombra con la forma de un dragón había aterrizado sobre el techo del hospital, y arriba de él se encontraba Nash, con la sonrisa más perturbadora que he visto

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En la frente de Nash, la bala apenas había perforado la superficie:

-te lo dije Harker, he visto a dios, y él te quiere, mucho.

*son las 10:55 PM faltan 2 horas y 5 minutos para el traslado.

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