13- Rendirse

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- Vaya, hubiera querido hacerlo sufrir un poco más – el tono triste en la voz de Eric hizo que Lara negara con la cabeza

- Eres un maldito sádico

- No, claro que no, sólo me gusta divertirme, y entonces, ¿fue todo? ¿dejó a su prometida?

- Todavía no

- ¿No? – indagó el castaño molesto- ¿entonces?

- Es decir, rompió con ella definitivamente, falta el tema de su familia

- Genial, aquí vamos de nuevo – agregó Bryan mientras servía el café

- Chicos, no va a dejarme esta vez

- ¿Cómo estás segura de ello? – la rubia se encogió de hombros

- Lara, es difícil de entender, pero...él me pertenece, compartimos ese sentimiento, no podría volver a respirar sin él. Lo he intentado, dejarlo atrás, rearmar mi vida, pero ha sido imposible, llevo diez años intentando, simplemente me rindo...

- ¡Qué mierda! He derrochado mis talentos actorales para nada...

- Eric...

- Siempre te creí una mujer difícil Janet, como una muralla impenetrable, dejando a los hombres sin aliento, pero jamás dándoles una mínima oportunidad, y ahora, simplemente caes de rodillas cada vez que el tipo te da una sonrisa

- Deja de juzgarme

- ¿No me conoces?, no podría juzgar a nadie, me he acostado con tantas personas que ni siquiera puedo recordar sus caras, no hablemos de sus nombres, simplemente no acepto que la gente se doblegue tan fácil...

- ¿Qué hay de Tanya? ¿No te produce algo diferente del resto de las mujeres con las que has estado? – Eric se quedó en silencio, tratando de armar una respuesta a la pregunta incómoda, se tiró hacia atrás en la silla, llevando sus manos a sus piernas, sus ojos perdidos

- ¿Tanya?

- Sí, Tanya, ¿no la consideras diferente al resto?

- No, Tanya no es diferente...

- ¿No lo es? - indagaron ambas mujeres algo confundidas

- No, ella es...única...

- ¡Diablos! – Bryan golpeó la mesa al escuchar aquello, Lara y Janet sonrieron – has caído, estás completamente enamorado, hombre...

- No, no lo estoy...

- ¿No?

- No, ¡claro que no!

- Bryan, ya déjalo – Janet le dio un golpe en el brazo a su asistente, Eric, el "gran seductor", había sido derrotado, sin darse cuenta... Estaba en negación, no había forma que aceptara que la relación iba más allá de lo corporal. La situación era bastante simple, tal vez, ninguno de los dos se había percatado de aquello todavía.

- Además, el punto central aquí es Janet, no mi relación con Tanya...

Estaba molesto, por hacer que expusiera sus sentimientos, porque las capas que lo habían endurecido en todos estos años habían comenzado a resquebrajarse y tenía miedo. Janet pudo entenderlo, le sucedió la primera vez que tuvo a Mark en sus brazos, cuando en medio de las dudas y el desamor decidió entregarse a él.

Janet se había rendido frente al único hombre que en su mente podría amar, al menos de esa forma, al borde de lo primitivo, tan suya, tan propia de ambos. Eric se encontraba en esa encrucijada, Janet lo sabía, lo percibió en los ojos agrisados que buscaban certeza en medio de toda la confusión que estaban viviendo...

El trato en el trabajo continuó normal, al menos es lo que Janet y Mark creían. El equipo de trabajo le miraba con desdén, después de todo, estaba separando una familia. Era la mala de toda aquella historia, la rubia deseaba no pensar, porque, pese a lo que parecía cada vez que su cuerpo chocaba con el de Mark en un maremoto de placer y lujuria, había un atisbo de tristeza en su corazón. El moreno era un buen hombre, tenía convicción de que sería un buen padre, ¿por qué debería alejarlo de su hijo?

- Oye, ¿todo bien? – indagó Lara mientras estaban en una de las oficinas móviles que la compañía había montado en la zona.

- Supongo...

- ¿Supones? – la morena enarcó una ceja

- ¿Qué hubieras hecho en mi lugar?, si Yannick estuviera a punto de ser padre, hubieras...

- Janet, sabes que no soy demasiado buena en esto...

- Por favor, sólo responde – la mujer dio una respiración profunda

- Haría lo que fuera que hiciera a Yannick feliz – el estómago de la rubia se tensó, Dios, ella era patética pero su amiga la superaba por mucho

- Ok, no es esa la respuesta que esperaba

- Es la verdadera

- Bien, ahora dime ¿qué te haría feliz a ti en una situación así?

- Estar con él, amarlo, protegerlo, dejarlo ser, aunar esfuerzos para que siempre esté cerca de su hijo... – Janet puso su mano en la barbilla y quedó pensando...

- Eso no suena tan mal...

- Janet, estás ahogándote en un vaso de agua, estás tratando de encontrar piezas de un rompecabezas que ya está armado. Mark te ama, es como tú dijiste. Que no te importe lo demás, sólo tu felicidad y la de él...

- Esta tarde verá a su familia...

- ¿Tienes miedo?

- Estoy aterrorizada, la última vez...

- Eso fue la última vez, ya deja de pensar en el pasado.

- No puedo dar vuelta de página todavía

- Bien, no lo hagas si no estás preparada, pero, no te demores...

Janet - SAGA APASIONADAS (Romance +18) Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora