El Trato

Capítulo 13: El regalo

Habían pasado unos días desde la fiesta, Ron había pedido disculpas de las mil y un maneras, aunque ambos insistían en que no era necesario, de cualquier forma habían acertado al decir que la fiesta fue grandemente alabada, obvio los regalos fueron a caridad y cientos de niños tuvieron juguetes y ropa nueva, todos parecían mucho más relajados y obvio felices, James a pesar de su primer impresión cuando veía a su padre con traje de auror llevaba el suyo a Draco, quien lo vistió un par de veces para que jugara con Harry pero después de una semana decidieron que lo iban a esconder, era divertido pero si seguían así, James no iba a usar la ropa que tenía y vaya que tenía, las cosas iban bastante bien, el muro que antes sentían se había derrumbado el día de la fiesta, no supieron que fue, si la charla o la forma de hacer el amor pero lo importante era que ahora estaban mucho más conectados y juntos, ambos podían sentirlo y los demás parecían notarlo pero ninguno dijo nada, ese día en especial parecía que no iba a pasar nada y sería como todos los demás, o eso pensaba Draco que había despedido a Harry para seguir con su rutina, sin embargo a media mañana llego un paquete, le pareció raro pero igual le quito el paquete a la lechuza y esta salió volando, reviso el paquete y la respiración se le corto al ver el remitente:

De: Mami

Para: Mi tesoro James

Sintió un nudo en la garganta y casi deja caer el paquete, era pequeño y no parecía nada pesado, igual lo dejo en la mesa del comedor con cuidado, pensó en dejarlo allí para cuando Harry llegara, sería atrevido abrirlo y era lo mejor, trato de seguir con su rutina, pero su mente siempre viajaba al dichoso paquete ¿Qué tendría dentro? Esperaba que fuera algo insignificante, ese pensamiento lo hizo sentir terriblemente mal, una parte de él deseaba que no fuera nada importante porque eso lo haría mejor que ella, pero también se repetía lo mismo y es que ella era la madre de James, había tratado de sacar todo eso de su mente, pero no podía.

Como a las tres de la tarde el sonido de la chimenea lo hizo salir de sus pensamientos, era su madre que lo llamaba, hablo fuerte para guiarla, la mujer entro con una sonrisa

—Tu padre está en el Ministerio— le conto

—¿Y eso?

—Fue a llevar un balance de nuestras donaciones, pero creo que quería sacar una nueva cita con el ministro

—¿Por qué?

—En realidad no me ha dicho nada, pero creo que quiere volver a hacer negocios con ellos

—Ahh ya, ojalá le vaya bien— el silencio se hizo entre ellos, Narcisa había notado que algo perturbaba a su hijo, obvio lo iba a notar, era su madre, la última vez no dijo ni hizo nada, pero esta vez creía que estaba bien dar un consejo o dos, podía ver lo feliz que eran Harry y Draco y no podía quedarse sentada mirando que algo les afectaba, creía que tenía que ver con la, aun, esposa de Harry, pero debía indagar.

—¿Qué pasa? — Draco clavo su mirada en ella, trato de fingir

—¿De qué? —Narcisa lo miro arqueando su ceja

—Por favor Draco, soy tu madre, no te he dicho nada porque todo parecía estar bien, pero claro que noté que ustedes tuvieron una pelea antes de la fiesta de James, creí que ya se había resuelto, pero llego y te veo así, dime hijo, confía en mi— Draco se mordió el labio y miro en dirección a la mesa

—Llego un paquete— confeso, Narcisa guardo silencio, pero parecía que su hijo no diría nada más

—¿Es de ella, ¿verdad? — pregunto y Draco solo se limitó a asentir—¿Y cuál es el problema? — Draco la miro impactado como no sabiendo el porqué de esa pregunta— Es natural que envié cosas, seguro es para James, después de todo es su madre— el rubio desvió la mirada