C A P Í T U L O 16

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CAPÍTULO 16

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CAPÍTULO 16.

"Conectado".

Me desperté de golpe al escuchar esas voces otra en mis sueños. Mis sueños habían vuelto y es difícil diferenciar mi imaginación de la realidad, a veces. Observé mi alrededor, sigo en la habitación de Alex y sintiendo la cara hinchada y mis ojos ni hablar, debo de lucir tan mal como me siento.

Me pasé las manos por la cara incorporándome y buscando a Alex con la mirada. Al parecer me dejó sola porque las puertas del baño y el armario están abiertas y claramente estoy sola. ¿A dónde habrá ido? Salí de la cama abrazándome a mí misma debido al frío, miré por la ventana y al menos ya no llueve y ha salido el sol pero si que todo el lugar está lleno de tierra mojada. Me dirigí al baño para lavar mi cara y disimular un poco lo mucho que lloré anoche.

Tengo muchas cosas que agradecerle a ese raro.

Sequé mi cara con una toalla que había cerca, también tendí la cama esperando que Alex apareciera pero no lo hizo, me coloqué mis botas para evitar el contacto con el frío suelo y después salí esperando encontrarlo durante el mismo recorrido que hicimos ayer. Al llegar al primer piso me llegó el olor a comida así que camine con precaución y los brazos cruzados sobre el pecho.

—Buenos días. —saludé al señor Kellen que se encontraba cocinando.

Él me sonrío, parece que ya me había notado hace un momento pero cuando alzó la vista y me vio mejor entreabrió la boca. Me miré esperando no traer nada indebido, bueno traigo la ropa de Alex. ¿Está mal? Tal vez sí que está mal.

—Iré a cambiarme. Lamento la falta de educación.

Antes de que pudiera girar sobre mis talones me detuvo.

—No te disculpes. —ríe levemente, —Es cosa mía. Buenos días. Toma asiento si gustas.— me señaló las sillas del comedor.

Acepté la invitación tomando asiento.

—Gracias. Buscaba a Alex.

Asiente mirando las puertas traseras, —No debe estar lejos. Está afuera jugando.

¿Alex jugando?

Enarqué una ceja confundida.

—¿Jugando?

—Bueno, no precisamente. Así le digo yo a las cosas que hace, tal vez deberías ir a buscarlo para que desayunen.

—Gracias.— sonreí levemente para salir por la puerta trasera, pero también me detuvo.

—Sólo una cosa.— dijo y me di la vuelta hacia él, —¿Todo está bien? No quiero meterme en sus cosas pero ¿Necesitas ayuda en algo? ¿Diablo te hizo algo?

El Diablo Es El ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora