Capítulo VI

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Era la noche de Halloween, había pasado mucho tiempo desde aquel incidente con el *cerbero del pasillo prohibido del tercer piso, Fénix dejó de hablar con Harry y sus amigos desde aquel día, inclusive evitaba a toda costa estar cerca de ellos, lo cual hacía sentir aliviado a Malfoy ya que a él le molestaba que su amiga se juntara con ese trío de inadaptados.

Aunque en el fondo le preocupaba mucho lo que sea que haya sucedido aquella noche, y se sentía culpable, ya que creía que Fénix estaba decaída porque él no le contó desde un principio que el duelo en realidad era una trampa.

Así es, Fénix no tuvo el valor de confesarle a Draco y sus amigos lo que realmente había pasado aquella noche.

Luego de haberse desmayado, se despertó en brazos de Severus Snape, quién la miraba con tal preocupación que su rostro se veía extraño al no estar ceñudo y enojado. Se reincorporó y se dio cuenta de que no se encontraba en su habitación ni mucho menos, estaba en una oficina, la oficina de Dumbledore.

-Oh, que bueno que ya despertaste Fénix, nos tenías muy preocupados -Exclamó Dumbledore, aliviado.

-¿Por qué estoy aquí? -Miró a penas a Snape con un poco de miedo de que hayan descubierto su secreto.

-No te preocupes Fénix, Dumbledore sabe que soy tu cuidador, de hecho, fue su idea -Confesó, con su típico tono frío, como si hubiera leído su mente.

Confesión que dejó pasmada a la castaña.

-Oh, sí, creo que tendremos tiempo de charlar sobre varias verdades sobre ti en otro momento Fénix -Dumbledore se sentó sobre la silla de su escritorio e invitó a Fénix a acercarse. La niña, todavía en shock por la repentina información, se acercó al escritorio observando todo a su alrededor, su atención fue atrapada por un hermoso fénix reposando a un lado del escritorio-. Él es Fawkes, es un fénix, como tú.

-Es hermoso -Dijo Fénix mientras se acercaba a él con intención de acariciarlo, pero el ave se alborotó, no quería que se ella se acercara.

-Que extraño, Fawkes suele ser amigable.

-No se extrañe profesor Dumbledore, por instinto, todo el mundo se aleja de mí, no es raro -Explicó tranquilamente la niña-. En fin, no pensará en expulsarme por haber ido al pasillo prohibido del tercer piso, ¿verdad?

Dumbledore rió amistosamente ante la sospecha de Fénix.

-Claro que no niña, me alegro de que hayas salido de allí con vida. Dime ¿Por qué estabas en el pasillo prohibido?

Fénix no iba a delatar a el trío, tal vez se divertía molestándolos, pero ella no era Draco Malfoy para exponerlos sin remordimientos.

-Tuve un presentimiento señor, uno horrible, creí que era una pesadilla, pero mientras más lo pienso, más real es.

Albus miró a la niña sintiendo pena por no poder explicarle lo que sucedía realmente con ella.

-Ya que estamos hablando de mí, quiero hacerle una pregunta sobre una cosa extraña que me sucedió. El fantasma ese, el Barón Sanguinario, me llamó Riddle, señor, cuando mi apellido es Billinghurst, y no puedo evitar tener sentimientos de ira al pensar en ello. ¿Por qué me llamo Riddle?

-Fénix, si te soy sincero, me gustaría poder contarte toda la verdad, pero aún no estás lista para saberlo.

-¡Sí estoy lista! -La voz de la niña sonaba temblorosa, parecía a punto de quebrarse.

-Solo eres una niña -Dijo Snape, regañándola-. Todavía haces berrinches inmaduros cuando te dicen que no, cómo crees que puedes estar lista para cargar con la dura verdad.

Between the shadows; Opportunity //Draco Malfoy//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora