Vicisitudes

Sunflower: Hinata se reencuentra con Atsumu.

"Me gustas", fueron las palabras que escaparon de los labios de Tobio. Hinata no podía creerlo. ¿Eso estaba realmente pasando? ¿Después de toda esa insistencia en sentenciar que su relación solo era casual estaba obteniendo a cambio una declaración? Tragar se volvió imposible y Hinata tosió en una servilleta la comida que estaba en su boca. Estaba completamente incrédulo por la situación.

—¿Disculpa?

—Llevamos más de un año juntos, prácticamente pasó todas las noches en tu casa, nos vemos a diario en el trabajo… solo los sentimientos están ahí. Me gustas, Shoyo. ¿Vas a decirme que no sientes nada?

—Es voy a hacer, no siento nada. Somos… ¿Amigos… tal vez? No te veo como mi interés romántico, mucho menos como pareja. Esto solo es casual, Tobio. Solo sexo.

—¿Hay otro?

—¿No podés solo aceptar que no me gustas?

—Claro que no puedo hacerlo.

—¿Qué quieres escuchar?

—Quiero saber qué tienes que ver con Atsumu Miya.

—¿Qué tiene que ver él?

—Te escuché hablando con Kenma, ese tal Atsumu fue quien te llamó esa noche en la que me echaste. Desde ahí estás distante, algo cambió Shoyo. ¿Estás viendo a otro?

—No pienso seguir con la charla, Miya no tiene nada que ver en esto. Lo único que me interesa es mi carrera, estamos cerca de comenzar el rodaje de Haikyuu y es un proyecto largo, no me involucraría románticamente con mi coestrella y al parecer hacerlo sexualmente tampoco fue una idea brillante. —Shoyo se levantó de la mesa y retiró su plato, para él esa charla ya no tenía sentido. —Hoy se termina todo, a partir de ahora solo será una relación enteramente profesional.

—¿Es todo? —Kageyama estaba molesto. —¿Bromeas?

—¿Tengo cara de alguien que bromea? Puedes irte cuando termines de cenar, deja tu copia de la llave al salir. Nos vemos en dos meses, Tobio.

El plato de Kageyama se estrelló contra el suelo, descansa de insultos escaparon por su boca mientras abandonaba el departamento. Hinata en varias ocasiones lo había visto estallar de furia, al día siguiente todo estaría bien. Pero esa noche no tenía interés en preocuparse por su compañero de trabajo, esa noche una lata de cerveza y el nuevo álbum de Atsumu lo iban a acompañar mientras estudiaba para la película en la que trabajaría con Hitoka.

—¿Estará pensando en mi? —Hinata le pregunto a la luna, quién era la invitada estrella en su velada. Observó el teléfono esperando una llamada que jamás llegaría. —Yo sí lo extraño.  —tarareó su canción. Soñó con las decenas de conciertos privados que había obtenido, dónde la voz de Atsumu danzaba con el sonido de la guitarra.

Te quiero más que una melodía,
déjame entrar
Ojalá pudiera conocerte.
Mantenlo dulce en tu memoria.