Vicisitudes

Fearless: Las circunstancias de Kiyoko.

—¿Qué necesitas?

—Que mal humor, Atsumu. Ayer me mencionaste muy animado en tu live de Instagram.

—¿Preferirías que diga cómo te encontré con él?

—¿Y que yo cuente tu aventura con un actor que está despegando?

—¿Llamaste para esto? No estoy de humor.

—Nunca lo estás, Atsumu. Tu hermano me invitó a su boda, solo quería avisarte que voy a ir, así no te llevas la sorpresa.

—Me alegro, supongo que Samu se va a casar sin mi.

—¿Cuánto va a durar esto?

—No lo sé.

Mensajes, llamadas, decenas de veces tocando el portero o la misma puerta del departamento frente al suyo, Atsumu estaba desesperado por contactar con Hinata hasta el punto de considerar tirar la puerta de su departamento abajo. Tenía que disculparse, tenía que lograr que Shoyo escuche toda la historia porque no quería concebir la idea de perderlo.

—Por favor, Shoyo. Te lo suplico, déjame pasar. Solo un minuto, necesito un minuto, solo quiero que escuches lo que quiero decirte. Juro que no quería que las cosas terminaran así. Por favor… —la voz de Atsumu se quebraba, estaba desesperado y prácticamente gritaba detrás de la puerta del departamento.

—Vete, no quiero escuchar nada. Esto no tendría que haber seguido después de conocer a Kiyoko, ahora vas a ser papá.

—Shoyo aun no lo se, tal vez no sea papá.

—Si no es ahora, puede ocurrir en otro momento. Yo me arrepiento de todo esto.

—No te arrepientas de lo que pasamos, por favor.

—Vete, Atsumu.

—Shoyo…

—Que te vayas.

—Por favor… solo escuchame, de verdad quiero que estemos juntos.

Dime, aún, dime, ¿Aún recuerdas cómo sentirte joven?
Dime la verdad, dime, ¿Aún recuerdas cómo sentirte joven
y actuar como si fueras fuerte por equivocarte
en frente de todas estas personas?