Parte #34

190 10 0
                                    

-¡Naaaaaashhh!- sin respuesta- ¡Naaaaashh!- era la cuarta vez que le llamaba, él seguía haciendo como que no me oía.

-¿Qué pasa?- me preguntó Matt alarmado desde el otro lado de la cocina. Tenía cara de recién levantado así que supuse que había sido la primera en levantarme.

-Llevo llamándole diez minutos y no me hace ni caso. Salimos en una hora y él sigue haciendo como si estuviésemos de vacaciones- le contesté a mi amigo andando de un lado a otro metiendo comida en una mochila que había encontrado.

Sin mediar palabra el chico me agarró del brazo y me condujo a través de la puerta que daba a la calle.

Al salir la luz del exterior me cegó. Cuando mis ojos se fueron acostumbrando pude ver que era una preciosa mañana soleada para ser principios de noviembre. El verano había quedado atrás, pero aquel paisaje me hizo creer que aun lo era.

Mis pies tocaron la arena aun húmeda por el rocío de la noche. El mar estaba calmado y las olas rompían en la orilla, el barco en el que John nos había traído hasta la orilla hacía un par de días golpeaba contra el muelle en el amarradero.

Miré a Matt esperando una explicación, pero sabía perfectamente lo que quería decirme.

Desde que habíamos llegado, todos los chicos se habían dedicado a relajarse y a disfrutar de estar a salvo en una isla, pero yo no podía.

Tal vez era nuestro próximo destino lo que me asustaba o tal vez que ya no era capaz de sentirme a salvo en ningún lugar.

Ya había estado antes en la isla, cuando Nash y yo vinimos a ver a John, pero debido al poco tiempo que estuvimos aquí apenas pude disfrutar o si quiera apreciar lo que me rodeaba.

Cerré los ojos y respiré hondo, la brisa marina me hacía estremecerme y sentirme en casa, pero mi cuerpo se tensaba a la vez de solo pensar lo que nos esperaba en las próximas horas/días.

Matt pasó su brazo por encima de mis hombros rodeándome con él. Miré al frente, ante mi se abría el inmenso mar. Podía escuchar a las gaviotas piar peleándose por alguna sardina. Parecía que fuera de esa imagen, todo estaba como siempre.

-No sé qué es lo que pasa por tu cabeza, pero sé que todo va a salir bien y que vamos a salir de esta.- me dijo Matt susurrando.

Le miré y emprendí de nuevo camino hacia la casa. Subí las escaleras pisando fuerte intentado despertar al máximo de personas posible. Abrí la puerta del cuarto dando un golpe en la pared y salté en la cama.

-¿Qué haces? Vuelvente a dormir, anda- dijo un muy somnoliento Nash.

-Tengo miedo.- le dije a la almohada.

-¿Qué has dicho?- preguntó el chico intentando hacerme rabiar.

-He dicho que te levantes que nos vamos en una-

-aaaaaaaaaahhh, buenos díaaaaasss- nos asaltaron Sky, Hayes y Colett a la vez tirándose encima de nosotros.

Una hora después estábamos ya todos preparados para salir. Revisé la munición y las armas. Nos habíamos puesto todos los trajes que Milla nos había dado en el refugio, los cuales nos habían proporcionado una infinidad de bolsillos para llevar todo tipo de cosas. Desde más munición hasta otro tipo de armas más pequeñas pero de gran ayuda.

Yo no paraba de morderme las uñas mirando a Sky, sé que el resto de chicos sabían defenderse solos, pero ella... Aunque vaya en la silla en la espalda de Cam.

-Sofía, ven.- me pidió John apoyado en la encimera de la cocina.

Cuando me acerqué lo suficiente pude ver que eran mapas y planos. Señaló un punto en el mapa y dijo a continuación:

-Hoy debemos llegar hasta aquí, en coche, según mis cálculos, nos llevará todo el día, pero aun no tengo seguro como de colapsadas estarán las carreteras. Te voy a dar el Hammer a ti, tiene nueve plazas, te llevarás a Milla, en el estado en el que está debéis estar atentos, de un momento a otro debemos esperar lo peor. Colett, Hayes, Skylynn pero que no cuenta, el rubio de Omaha, Sam, Matt, Aaron y Cam.- ¡¿y Nash!?- Iremos por ésta carretera secundaria para evitar aglomeraciones, ya me entiendes. En ningún momento digas nuestro destino hasta llegar.- con eso terminó.

-Espera John, lo primero, ¿Nash?, ¿porqué no viene conmigo?, lo segundo, verán en los carteles a dónde nos dirijimos... y lo tercero, ¿un Hammer? ¿en serio? A penas llego para ver por encima del volante en un coche normal...

-Es más seguro el Hammer, a Nash le necesito conmigo, Gilinsky, Taylor y Carter irán en el Audi con Zoe y Violett. Ah y lo de los carteles en las carreteras, que no te preocupen, no van a saber a dónde estamos yendo.

Con eso me entregó un plano y salió a la playa.

La primera vez que monté en el Hammer fue una extraña sensación, veía todo desde las alturas, era como ir en un camión. Esperé a que todos montaran mientras miraba como Nash discutía con John, toda su familia iba allí dentro, y él no, yo tampoco alcanzaba a entenderlo... Pero Milla estaba gravemente herida y necesitaba más atención.

Alante conmigo iban Cam y Johnson "muy atentos", preparados para disparar si era necesario y encantado de ello. Las armas nuevas que nos habían asignado eran mucho mejores que las que teníamos antes y como ahora sabíamos un poco más del asunto apreciábamos más lo que nos daban.

La pierna no me había dolido en las últimas horas, en cambio, el mordisco del brazo ardía más que nunca, hubiese necesitado un médico, pero claro, aquello ya no era el mundo normal...

Y no hablemos de lo que necesita Milla, una cura, o un milagro mejor, ella... no era inmune... lo intentamos todo, pero... nunca nos habíamos enfrentado a ello y no sabíamos cuánto tiempo iba a tardar en... ¿morir? O... lo que fuese...

John iba primero, yo intentaba seguirle la marcha, pero corría demasiado... En la parte de atrás de Hammer iban Hayes y Colett preparados para lo peor con Milla, en el medio Sam, Aaron y Matt con Sky, los cuatro dormidos como osos.

Miré a Cam y a Johnson que se divertían tirando piedras a los zombies desde el coche mientras pasábamos a su lado por la carretera. No tenían ni idea de lo que iban a necesitar esa energía...

El verano que vivimos peligrosamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora