Parte #36

202 9 2
                                    

-Como... ¡como has llegado hasta aquí?- conseguí preguntar tras diez minutos en silencio mirándole.

-¿Recuerdas que mi madre me había mandado a un campamento? Pues me mandó a Francia y gracias a eso, estoy vivo.-contestó el chico muy serio.

-Sofía, ¿qué dice? No le entiendo, agradecería que me explicaras quién es...-me dijo Nash al oído mientras miraba a Hugo con una sonrisa muy forzada. El nuevo aun no se había percatado de que todos estos no hablaban español...

-Tsss. -hice callar a Nash, aun tenía muchas preguntas para nuestro nuevo compañero- Pero... pero... ¿tú solo? ¿hasta aquí? ¿el arma?- no conseguía formular una frase entera sin abrumarme. Levaba tanto tiempo esperando encontrar una cara conocida, bueno, conocida de antes de todo esto, y ahora que la encuentro... No sé qué decir.

-Conseguí escapar del infierno de campamento y se la robe al guardia de la entrada, por eso estoy vivo-dijo como si fuese lo más normal y lo más fácil del mundo.

-Ah, ya me acuerdo porqué tu madre te mandó a ese sitio...- comenté con ironía después de recordar el carácter soberbio del chico.

Nos quedamos todos en silencio mientras yo procesaba la nueva información. Después él decidió dar una explicación en inglés a los cotillas de mis amigos sobre quién era él y de qué nos conocíamos:

-Soy Hugo, somos primos, tengo dieciséis años, mi madre y su padre son o... eran hermanos, cuando ella se fue a Los Ángeles, mi madre me mandó a un campamento a Francia como castigo.

-Como consecuencia por su comportamiento y su carácter...- comenté por lo bajo.

-Lo que tu digas... Bueno, ¿quiénes sois vosotros?- preguntó mi querido primo.

-Nash, su... novio- como no... tenía que decirlo...

-Ah, que tienes novio....- me comentó mi primo en tono sarcástico.

-Hugo, esto empezó hace meses, él, Cam y yo nos conocimos en el vuelo de Nueva York a Los Ángeles y hemos pasado juntos todo este tiempo, es lo normal- esto lo dije en español para que Nash no me entendiera y protestase.

Le presenté a todo el mundo, me contó su historia. Llevaba en ese centro comercial un par de semanas, antes estaba con una chica con la que había huido del campamento, pero un día ella salió a la calle en busca de su perro que se había escapado y nunca más volvió.

Yo le conté nuestra historia, pero pronto recordé una pregunta que me faltaba por hacerle:

-¿Sabes algo de la familia?

-Esperaba que tú supieras algo... He intentado llamar a todos, pero nada... No ha servido para nada. -mi corazón se paralizó por un segundo, pero Hugo se dio cuenta y me abrazó, era lo único que nos quedaba.

-Bueno, ¿a dónde os dirijís ahora?- preguntó.

-Es otra historia larga, ¿vas a quedarte aquí o quieres continuar con nosotros?- esperaba que quisiera venir, pero le conozco, se las arregla mejor solo.

-Si me lo permitís, me gustaría ir con vosotros, aquí no me queda nada más por hacer.

Las horas pasaron y decidimos echarnos a dormir en la tienda de muebles. Elegí la mejor cama con diferencia, era gigantesca, pero es que últimamente acostumbro a dormir con Sky en la cama y un pie fuera...

Me desperté en medio de la noche. Un silencio absoluto reinaba en la tienda. Malo, pensé. Anduve entre las camas en las que dormían mi amigos en busca de mi primo.

-Hugo, Hugo, despierta joder- le dije sacudiéndole.

-¿Qué quieres?

-Algo no va bien- me quedé quieta sentada en su cama. Miré a mi alrededor y vi que todo estaba muy quieto, pero de repente, me di cuenta de lo que pasaba.

Volví a gatas a mi cama en busca de mi pistola. Hugo me siguió.

Miré a Nash y a Sky que dormían en la cama placidamente sin la menor idea de lo que estaba pasando en aquella sala.

Me deslicé por la cama y desperté a Nash, le tapé la boca de la misma para que no gritara.

-Quedaos quietos, agarra a Sky y no la dejes que diga una sola palabra, confía en mi y no te muevas- él asintió y yo volví a deslizarme por la cama hasta el suelo.

-Ya lo he visto, ya sé lo que pasa- me dijo Hugo señalando la figura que estaba en pie en medio de la sala retorciéndose en silencio.

-¿Tienes tu pistola?- pregunté. La sacó de la parte de atrás de su pantalón y me la enseñó.

-Mucho cuidado, podemos disparar a cualquiera, nos arrastraremos e intentaremos no despertar a nadie, un sonido podría ser el fin.- advertí a mi primo.

En ese momento a Nash se le cayó algo al suelo para no variar desde la cama y la figura se giró de golpe. Pude percibir el miedo en la cara de él a través de la oscuridad.

La figura empezó a correr hacia nosotros y Hugo sin pensarlo dos veces le pegó tres tiros y la derrumbó.

Las luces se encendieron de golpe y todo fueron gritos.

-Mamá...- oí sollozar a Colett.

Me giré y la busqué con la mirada, Hayes la abrazaba y la intentaba sostener mientras ella lloraba.

Milla se había debido de convertir en medio de la noche y ni nos habíamos dado cuenta, había sido todo un error no dejar a nadie de guardia.

Una hora más tarde nos intentaos volver a la cama, pero ni Nash, ni yo conciliamos el sueño.

-No te vayas, por favor, no te vayas ahora- me pidió.

-No me voy a ir a ninguna parte, acabamos de sobrevivir una noche más gracias a mi instinto de supervivencia, no os puedodejar solos- bromeé a pesar de que sabía que Nash lo decía totalmente en serio.

-Mañana puede que perdamos a más de un chico, ¿lo sabes verdad?- me preguntó.

-Lo sé, pero es la única manera de ponernos a salvo- contesté.

-¿Qué pasa si uno de los dos muere mañana?

-Pues que el otro tiene que seguir con su vida, no puede derrumbarse.- no podía ni imaginarme lo que sería perderle.

A la mañana siguiente enterramos a Milla. Fue duro perder a uno de lo nuestros.

John me apartó para decirme algo mientras explicaba a Hugo los planes de ese día:

-Hoy llegaremos hasta Normandía, ¿de acuerdo?. Hugo ocupara el lugar de Milla en el Hammer. Espero que no haya problemas.

-¿Podría cambiarse Matt por Nash? Matt me ha dicho que el prefiere ir con Aaron y yo prefiero tener cerca a mi chico.- exigí esta vez.

-Vale, pero en ese caso quiero que Sam vega en mi coche y Hope vaya con vosotros, quiero asegurar que ella está a salvo. Prometeme que si nos pasa algo a Lucy y a mi la vais a mantener a salvo.

Asentí, Hope tenía la misma edad que Hugo y enseguida encajaron. La verdad es que no sé bien como. Hope era muy dulce y risueña y mi primo era un macarra y un sobradito, pero con buen corazón.

Nash conducía esta vez, yo iba a su lado en el medio entre él y Cameron. En el medio Gilinsky con Hugo y Hope y atrás Hayes, Colett y Johnson.

Cantábamos todos Back to Black de Amy Winehouse. Habíamos cogido unos cuantos discos para el camino en el centro comercial.

En cuanto nos desviamos hacia Normadía me di cuenta de que algo no estaba bien allí. Hugo y yo conocíamos muy bien ese pueblo y los dos coincidimos en que no tenía el mismo aspecto que antes.

El verano que vivimos peligrosamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora