GiyuuTan week 2020

Día 7: storm/rain/ocean

"Pon dos barcos en el mar abierto, sin viento o mareas, y, al final, acabarán por encontrarse", Julio Verne

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Dos personas prácticamente opuestas entre millones que había en el mundo, jamás habrían imaginado encontrar a su alma gemela en quien lo encontraron, fue una serie de eventos tan sincronizados que les dieron miedo.

No todo los días te encuentras a un desconocido en medio de una tormenta eléctrica mientras corres por la playa, el mar a tu costado con olas mas altas de los normales por la tormenta, la fría espuma tocando tus pies y alguien chocando contigo logrando que ambos se caigan en la fría y húmeda arena.

Cuando sus miradas se conectan sientes una corriente eléctrica por todo tu cuerpo, dejas de oír los truenos, las olas rompiendo a centímetros de tu cuerpo y solo puede ver esos ojos azul claro, ese cabello negro azabache gotear hacia la ropa de aquel desconocido quien no deja de verte hipnotizado, tanto que solo regresan de su trance cuando se dan cuenta que una palmera a algunos metros de ustedes cae ante la tormenta que arrasaba la costa ese día.

Sin premeditarlo ni pensarlo te levantas de la arena, tomas la mano de aquel chico jadeando al sentir su cálida y húmeda mano agarrando con fuerza la tuya, corres sin parar hasta el hotel donde te quedas y sin preguntar, arrastras al chico de ojos cielo hasta tu habitación, sin fijarse si tus amigos los vieron y sin importarles lo húmedo que dejan el piso gracias al agua.

Entran al cuarto y se quedan viendo, sorprendidos, asustados pero sobre todo sin ganas de soltar sus manos, ni en ese momento ni nunca.

Todo había empezado por el grito ensordecedor de Zenitsu un día de sol, Tanjiro, Inosuke y el rubio habían ido a la playa a relajarse un rato después de todo, acababan de terminar su universidad.

Ese día Zenitsu les grito a sus mejores amigos que su "maravilloso" novio Tengen Uzui le había propuesto matrimonio y el había dicho que si, Tanjiro abrazo a su rubio amigo felicitándolo a mas no poder mientras Inosuke veía el anillo de compromiso que tenía puesto, se podía ver a kilómetros, oro rosa, diamantes y un sencillo y pequeño anillo era lo que veían los ojos de Inosuke, seguramente esa cosita costaba millones.

-este fin de semana vamos a mi despedida de soltero, ya reserve el hotel y 3 días mas- grito Zenitsu secando sus lagrimas

-por supuesto que vamos a estar ahí- sonrió Tanjiro abrazando a Inosuke por el cuello

-monitsu es un precoz- rio escandalosamente el chico jabalí

Ese fin de semana se hospedaron en uno de los mejores hoteles de la costa, los tres en un solo cuarto, la suite presidencial, gracias al prometido del rubio tenían un todo pagado por tres días, por lo que desde el primer segundo ahí empezaron a pedir todo lo que se les ocurriera para comer, hicieron cita en el spa y tenían reservado un desayuno bufete en el restaurante del hotel.

Inosuke estaba emocionado por todo lo que podía hacer y comer, ese primer día no salieron del cuarto y en la noche se emborracharon tanto que terminaron cantando en karaoke a las 3 de la mañana vestidos solo con su ropa interior.

El día siguiente empezó la lluvia, pero era muy ligera, Tanjiro disfrutaba sentir las gotas por su cuerpo mientras caminaba por la playa, la brisa marina y ese olor a tierra húmeda y sal lo hacían sentir vivo, ese era por qué había terminado su carrera de relaciones marítimas.

Inosuke se quejaba de la lluvia y de no poder hacer tantas cosas en el exterior, pero eso era más bien una medida de sus amigos, no querían a su amigo con un hueso roto por andar corriendo y resbalarse, sabían que podía pasar.