VIII

158 15 8
                                    

Hit siempre había sido problemático, de hecho, por eso tenía ese apodo y ya ni se acordaba de su nombre; le gustaba el caos, los escándalos mediáticos y causar dolor, mucho dolor; eso lo había llevado a tener una estancia muy larga en Iron Heights, la cual hubiera sido de por vida de no ser por Alquimia y su amo, Savitar.

Al principio fue muy escéptico respecto a ambos; un tipo con una máscara horrenda que podía meterse en su mente y su maestro, una armadura parlante con una voz particularmente aterradora, la cual descubrió que no debía hacer enfadar, pues tenía muy poca paciencia, todavía recordaba su primer encuentro.

"Había sido castigado de nueva cuenta con el aislamiento, solo por una insignificante pelea, la cual claramente él no había empezado; pero con su fama era difícil que le creyeran.

Era una mierda, pero al menos tenía un retrete y donde dormir; dando un bostezo se acostó en el desvencijado colchón.

—¿Eso es todo? No le haces honor a tu nombre —Hit se puso en modo alerta, escuchaba una voz, pero en la celda no se veía a nadie.

—¿Quién eres? ¡Da la cara para que pueda partírtela!

—¿Tu a mí? No me hagas reír, no podrías ni ensuciar mi ropa —El convicto estaba cada vez más enojado tanto que comenzó a tirar golpes a diestra y siniestra, sin acertar ni un solo golpe, entonces viendo su clara desventaja, Hit optó por hacer lo que casi nunca hacía: ignorar.

Pero Alquimia no se lo iba a dejar tan fácil.

—¿Te rindes tan fácil? Quizá estaba equivocado contigo, mi amo estará muy decepcionado.

—¿Otro loco vestido para Halloween? —Hit se cruzó de brazos, no le importaba en lo más mínimo impresionar al jefe de ese loco, de todos modos estaba encerrado ¿Acaso lo iban a sacar?

De repente la celda empezó a temblar.

—Has cometido un grave error..."

De solo recordarlo le daba escalofríos, ya que después de su desatinado comentario, Savitar había hecho presencia en todo su esplendor: La armadura negra con destellos azules que al principio no sabía que eran, después supo que eran los rastros de su velocidad y esa voz profunda y malévola le dieron pesadillas al menos dos semanas.

Hit sacudió la cabeza, eso no era importante, al menos no para la misión que el dios de la velocidad le había encargado: Vigilar a Iris West.

Al principio había respingando, ya que le gustaban más las misiones de golpes, sangre, acción; pero cuando se enteró que tenía que hacer caos en la vida de esa chica, lo pensó mejor.

El plan de Savitar era sencillo; destruir la reputación de la joven morena y para eso necesitaba los poderes de Hit, solo sus brazos invisibles (a los que él cariñosamente llamaba vectores) podían entrar al laboratorio de Barry Allen para robar las pruebas del caso de violación, esa era la primera fase.

La segunda consistía en sembrarle las pruebas a la chica West; Alquimia había realizado bien el trabajo de hackeo, pero ella tenía que tener las pruebas, para que no pudiera defenderse; por eso Hit tenía la misión de seguirla y poner las pruebas en su bolsa, de la misma manera que las había sacado del departamento de Policía.

Aún así, seguirla se le estaba haciendo una tarea sumamente aburrida y desagradable; primero habían parado en Jitters, haciendo que Hit se preguntara si acaso Iris sabía cocinar, pues de la semana que venía vigilando siempre paraban ahí.

"Pobre Flash, yo al menos si tuviera una esposa me gustaría comer de vez en cuando una comida casera" pensó el ex convicto al ver el pedido de la chica.

Como ya se había hecho público el reportaje que Alquimia hackeó, Iris no se quedaba mucho tiempo en lugares públicos e ir a Laboratorios Star no era opción, así que siempre regresaba a la casa del detective West.

"Ojalá ahora si pueda cumplir mi objetivo, ya me estoy cansando" pensó Hit antes de seguirla.

(...)

Los laboratorios Star estaban en silencio, Caitlin y Cisco habían recibido una llamada de Barry, quien estaba en busca de la verdad sobre las pruebas robadas de su laboratorio.

Nora estaba dormida, todavía sufría los estragos de la paliza que le habían dado y Cassidy estaba a su lado.

"Pensé que la odiabas" Polaris aprovechó el silencio para hacerse notar "No se porque sugeriste que la cuidáramos, si su madre llega, nos acusara de miles de cosas"

"No creo que Iris tenga tiempo de venir o que quiera, se habla de ella en toda ciudad central" le contestó Cassidy, casi con pena.

"¿Enserio estas sintiendo pena por ella? ¡Es detestable!"

"¡Claro que no!"

"No mientas, puedo sentir tus emociones"

Cassidy estaba a punto de defenderse cuando Nora despertó de golpe, asustándola a ella y a Polaris.

—¿Estas bien? —Cassidy volvió a acercarse, aunque Polaris en su mente le decía que era mala idea, lo cual fue comprobado cuando Nora casi le avienta el tripié donde estaba colocado el suero que le estaban administrando— ¡Cálmate! —Intentó agarrarla de los hombros, pero fue contraproducente, Nora se puso peor.

"¿Qué hago? Está fuera de si"

"Noquéala" Fue la simple respuesta de Polaris

"La última vez casi la mato"

"Pues si no haces algo, ella te matará a ti"

Nora gritaba como si la estuvieran atacando todavía, lo cierto era que su mente no podía olvidar la paliza que le habían dado ni lo que había visto en la pelea: un tipo de armadura metiéndose lentamente en su cuerpo, hablando, degradándola, lanzado descargas de electricidad.

"No eres nadie, Nora Allen"
"No perteneces aquí"
"No mereces que peleen por ti"
"¿Quién querría algo de ti cuando no vales ni la mitad de Cassidy?"
"Tú no debías existir"

—¡DEJAME EN PAZ! —Gritó mientras se agarraba la cabeza, Cassidy no dudó ni por un minuto de que ella realmente estuviera poseída o que al menos algo la estaba atacando a nivel mental.

"Polaris ¿qué hago?"

"No hay mucho que hacer, no puedes meterte en su cabeza y no sabemos si está, en efecto, poseída o sea un ataque a distancia"

"¡Pero recordé cosas cuando toque a Barry! ¿No podría ser igual?"

"Porque es nuestro padre y aparece en mis recuerdos y ciertamente no recuerdo tener una media hermana o hermanos en absoluto"

"Quizá yo si"

Sin esperar respuesta de su otro yo, Cassidy volvió a tomar por los hombros a Nora, con más fuerza y pegó su frente a la de ella.

Estaba oscuro, era como una mente vacía, pero se escuchaban los lamentos de Nora y una voz distorsionada que parecía atacarla, corrió y corrió hasta que dio con una escena devastadora: Un sujeto en armadura, casi del triple de tamaño de ambas estaba lanzando descargas eléctricas a Nora mientras la trataba como trapo...la estaba quebrando.

—¡Ya basta! —Cassidy se sorprendió de que su voz salió más aguda, más infantil, pero no pudo procesarlo mucho porque el susodicho volteó a verla.

—Polaris...—Ambos fueron expulsados de la mente de Nora.

Cassidy se sujetaba la cabeza ¿qué acaba de pasar?

"¿Polaris? ¿Conoces a esa persona?"

Ella no contestó.

(...)

Savitar disfrutaba torturar, en especial a esa niña que le recordaba todo lo que no había podido disfrutar su hija, pero...¿Por qué Polaris estaba en la mente de Nora? Era imposible, sus poderes y recuerdos no eran compatibles, no, esa no era su pequeña, su hija estaba muerta.

—Muerta por mi culpa por ser tan confiado, pero eso no volverá a pasar, mi yo del pasado va a aprender por las malas quien es Iris West aunque tenga que enseñarle mis propios recuerdos.

No cometería más errores.

RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora