Una historia Dramione.

Capitulo 4. Pelea.

- Insisto en que debo hacerle algo - Dijo Ginny mientras salíamos de transformaciones. Seguía con la idea de vengarse de Ron, le decía que no porque a pesar de todo era su hermano, no debían acabar con su relación por lo que había sucedido entre nosotros, - Por favor, no será algo que le haga mayor daño ¿Una araña en sus libros? - Me mira divertida y esperanzada.

- Te he dicho que no, Ginny, es tu hermano ¿por que le quieres hacer daño? lo que sucedió fue entre él y yo... Tu no debes acabar tu relación con él por mi. - Dije con voz cansada, no quería que siguiera insistiendo con el tema.

- Está bien.- dijo resignada mientras caminábamos a herbología.

Tan pronto como cruzamos uno de los pasillos para salir del castillo, vimos a Ron y a Lavender besarse apasionadamente. Sentí como si me hubieran golpeado fuertemente y me dejaran sin aire, las lágrimas en mis ojos se hicieron presentes y un nudo en mi garganta me molestaba. Me gire hacia Ginny, sabía que quería golpear a su hermano y eso no lo podía permitir. Yo debía hacerlo, no ella. 

Ginny camino furiosa hasta donde Ron y con un movimiento de varita, alejo a Lavender de éste. - ¡¿Como puedes ser tan imbécil, Ronald Bilius Weasley?! ¡Eres un asqueroso, espera a que mamá se entere de lo que le hiciste a Herms! - Sus palabras estaban cargadas de furia, Lavender miraba a Ginny con miedo y Ron se había quedado estático, todo había sucedido demasiado rápido. Muchos estudiantes que pasaban por ahí veían el espectaculo asombrados. Yo estaba igual, a unos cuantos pasos de los pelirrojos sin articular palabra. 

- ¡Alejate de mi, Ginevra, puedo hacer lo que quiera! - Ahora mismo me estaba dando cuenta que el Ron del cual me enamore no estaba allí, o tal vez nunca lo había estado y nunca lo note. Me sentía decepcionada, paralizada, era como si hubiera estado en una burbuja todos estos años y de repente explotara y me hiciera caer en la cruda realidad. - No estoy con Hermione, puedo hacer lo que quiera. - dijo el pelirrojo nuevamente. Eso me hizo sentir aun peor, era cierto, todo este teatro era absurdo pues no estábamos juntos. Ron tenía razón y no debíamos estar haciéndole esto. 

- ¡SERÁS ESTÚPIDO! ¡¿ACASO NO ESTABAS CON HERMIONE CUANDO LA ENGAÑASTE CON ESTE INTENTO DE NIÑA BONITA BARATA?! - Muchos se veían sorprendidos y miraban con incredulidad a Ron. Lavender tenía la cabeza baja, se notaba que estaba avergonzada. Hipócrita. Yo también lo estaba, mis mejillas habían tomado un leve color rosado, toda la escuela se había enterado de mi patética relación y estaba segura que me miraban con lastima. Era algo que realmente odiaba. 

- Ginny... por favor, vámonos, no quiero que te pelees con Ron, después hablaremos todo con más calma. - mi voz salió en un murmullo, pero estaba segura que Ginny me había escuchado.  

Ella guardó su varita y le lanzó una mirada de odio a su hermano y a Lavender. - Agradece que estaba Hermione conmigo, y que su corazón sea tan grande que no quiera que yo te lastime. ¡Felicidades! el dia de hoy has salvado tu sucio trasero, pero no correrás con la misma suerte la próxima vez. - dijo con una sonrisita maliciosa. Todos en el pasillo contuvieron la respiración y la miraban con miedo. Ron por otro lado la miraba indignado. 

- Soy tu hermano ¿la prefieres a ella antes que a mi? - dijo molesto y sus ojos me miraban indignados. - se supone que me debes apoyar a mi, no a ella.

- Si, Hermione también es como mi hermana, y lo que le hiciste fue realmente asqueroso. Lo siento "hermanito" - al pronunciar esta última palabra, hizo unas comillas con sus dedos, - pero temo que tu solito te has ganado mi trato. 

Sin esperar respuesta miró a Lavender. - Y tu, creia que tenias un poco de dignidad y amor propio, que bajo caiste Brown. - Lavender levantó la cabeza y nos miró con odio. Ginny le sonrió con burla y me tomó del brazo. - ¿Por que siguen todos ahí parados? váyanse ahora. - todos inmediatamente se dispersaron por el pasillo y Ginny me tomó del brazo para caminar.

- Gracias por todo, Ginny. - le dije con gratitud,  ella me devolvió la sonrisa y se encogió de hombros. - de verdad, no sé qué habría hecho sin ti..

- Te dije que eres como una hermana para mi, y no iba a dejar que el idiota de mi hermano se saliera con la suya. Aunque no me dejaste terminar con el, tenia pensado hacerle unas cuantas cosas a él y a Lavender - dijo divertida. 

- No era el momento, debía detenerte o harías cosas peores. 

- Se lo merecían, pero si tu asi lo quieres... - se detuvo un momento y luego me miró nerviosa. 

- ¿Que? - pregunte extrañada por su reacción tan repentina. 

- Creo que olvidamos la clase. 

Abrí mis ojos de sobremanera y juntas empezamos a correr por los pasillos. mientras nos reíamos como unas locas. Amaba a mi amiga.

Narra Draco.

Estar en la clase de Herbología me estaba aburriendo, me había extrañado que Granger aún no hubiese llegado. Ella siempre era puntual en las clases, una sabelotodo de verdad. inconscientemente sonreí ante ese pensamiento. Un golpe en mi hombro me hizo reaccionar.

- ¿Por qué estás tan sonriente, Draquito? - Blaise me susurro con burla y yo borre instantáneamente mi sonrisa ¿Que me había pasado? .

- No es algo que te importe. - dije seco, no podía dejar que se enterara que había sonreído por cierta castaña. 

- Uhm... ya veo ¿no estás sonriendo por cierta castaña? - dijo de forma tranquila mientras sonreía ampliamente. 

- ¿De qué hablas, Zabini? - pregunte nervios, aunque claramente no lo demostre. 

- ¿Se te olvida que también controlo la legeremancia? fue realmente fácil entrar en tu mente y verla llena de cierta leona... - ¡mierda! ¿como lo pude olvidar? debo cerrar mi mente, ahora sabia que Blaise no pararia de reírse y hacerme preguntas. - ¿No me vas a responder? vaya... si que cambian las cosas, antes la repudiabas y ahora tu mente está llena de ella y sonríes al pensarla.

- ¿Por que carajos te metiste en mi mente? no me hagas enojar, Blaise. - trate de evitar sus preguntas cosa que Blaise noto y eso lo hizo sonreír más si acaso era posible. - Vale, hemos hecho las paces y me he dado cuenta que no es tan mala como creía todos estos años. - dije rendido, sabía que tarde o temprano debía decirle todo. Mejor hacerlo temprano.

- Me alegra escuchar eso, nunca quise hacerle daño a ella, éramos realmente unos estúpidos con la idea de la pureza de la sangre. Espero que no la lastimes, ella no lo merece. - dijo serio mirándome con una sonrisa. ¿de dónde había sacado toda esa madurez?.

- Ya te dije que no pienso volver a tratarla mal, a demas es solo una amistad, ella esta con la comadreja. - esto último lo dije con molestia.  

- Pueden terminar en algún punto de sus vidas ¿no lo crees? - dijo con malicia. ¿acaso planeaba emparejarme con Granger?, vaya... si que habia cambiado, y eso había traido cierto desorden mental al imaginar que algun dia podria estar con la castaña.

- Nunca voy a tener una relación con Granger, Zabini, estas loco. - dije de manera cortante, esto al parecer le divirtió mucho mas al moreno, pues soltó una risita.

- Nunca digas nunca, Draco. 

No respondí nada mas, solo me quede pensando en las palabras del moreno. Y sin darme cuenta, imagine por una pequeña fracción de segundo, como sería saborear los labios de la castaña. Me deshice de esos pensamientos, estaba volviendome loco. Y para alimentar más esta locura, Granger entró corriendo al invernadero con la chica Weasley, estaban tomando bocanadas de aire, parecía como si hubieran corrido una maratón. 

Pero al fijarme en su cabello un poco despeinado por correr, sus mejillas un poco sonrojadas y esa expresion de timidez por ser el centro de atencion, me hizo pensar que tal vez Blaise tenia razon.

Nunca debería decir nunca.