Una historia Dramione.

Capítulo 7: Ellos lo saben.

—¿Así de rápido? — preguntó Draco con incredulidad.

Solté un suspiro y asentí mientras comía una rana de chocolate, habían pasado unos cuantos días desde la visita al jardín, y desde ese momento se nos había hecho normal los paseos nocturnos por el castillo, no lo quería admitir en voz alta, pero Malfoy me hacía sentir bien cada que hablábamos. Su voz calmada me tranquilizaba y hacia perderme en el tiempos por horas. Sin cansarme de escucharlo.

—Simplemente los encontré de lo más románticos en uno de los vagones, Ronald me dijo que lo nuestro había sido un error, y simplemente dejó de hablarme hasta el día de hoy. —miré a Draco y sentía como mis ojos se llenaban de lágrimas. Estaba harta de sentirme así cada vez que pensaba o mencionaba el tema.

Malfoy tenía la mandíbula tensa, pero aún así me miraba con una suavidad que nunca creí ver en él.

—Es un completo imbécil, ¿Dejarte por Brown? Mi madre me enseñó a no menospreciar a una mujer, y mucho menos a espaldas de ella. Pero simplemente me es imposible no pensar en lo idiota que fue la comadreja al dejar a una chica inteligente, valiente, fuerte, hermosa... —Paró abruptamente y giró su cabeza evitando cualquier contacto visual conmigo. Yo lo miré sorprendida y con las mejillas sonrojadas.

—¿Hermosa? —repetí más para mí que para él —, ¿Te parezco hermosa, Malfoy? —decirlo en voz alta parecía aún más irreal de cómo lo imaginaba, Malfoy parecía incómodo aún sin atreverse a mirarme.

—Joder, Granger, ¿Es lo único que escuchaste de todo lo que dije? A demás, ¿Por qué te sorprende que te diga hermosa? Es un cumplido de lo más normal. —trataba de sonar casual y relajado, pero se veía claramente que estaba nervioso; casi o más de lo que yo lo estaba. Todo ésto me parecía una locura.

—Nadie me había dicho que era hermosa, a demás que esa palabra venga de ti para mí... —dije con simpleza, él me miró sorprendido pero rápidamente cambió su cara a una de picardía —. ¿Qué?

—Bueno, me pregunto en qué otras cosas seré también el primero...

Mis ojos se abrieron de sobremanera, le di un golpecito en el hombro a Malfoy mientras éste se reía de mi vergüenza.

—¡Eres increíble!

—Ya lo sé, Granger, aunque no lo creas me veo todos los días en el espejo. —era un completo caso perdido.

—¡No me refería a eso! ¿Sabes qué? Es mejor que nos apuremos si no queremos tener un castigo. —caminé aún más rápido ocultando mi sonrisa, escuché como él aceleraba el pasó y se posaba a mí lado.

—Por Merlín, no te habrás enojado, ¿Verdad? Solo quería aliviar la tensión y no se me ocurrió otra forma de hacerlo más que con un comentario fuera de lugar...

Lo miré y no pude retener más mi sonrisa, él lucía realmente confundido. Eso hizo que una risita saliera de mí.

—Quién lo diría, Malfoy rogando por mi perdón... —dije canturreando.

—¿Así qué me engañaste? —paró en medio del pasillo, su cara no reflejaba emoción alguna. —¿Crees que puedes engañarme a mí, Granger?

No sabía que hacer, ¿En verdad estaba enojado? Comenzó a caminar lentamente hacia mi, yo lo miraba sin entender nada, inconscientemente cada paso que él daba yo retrocedía.

—Yo... Malfoy, perdón, no sabía que eras tan sensible. Uhm ¿Quieres parar? Me estás poniendo nerviosa. —nada, su cara no reflejaba nada y eso era lo que más me hacía sentir nerviosa.

Al dar un pasó más hacia atrás choqué con una pared, Malfoy estaba cada vez más cerca de mi, ¿Qué estaba pasando?

Cuando estuvo lo suficientemente cerca de mi, acercó sus labios a mí odio causado escalofríos por todo mi cuerpo al sentir como su aliento chocaba con mi piel. —Nadie se burla de mi, Granger. —Su voz se había vuelto más ronca mientras me susurraba en el odio, sentía mis piernas como si fueran gelatina.