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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1880 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1880 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

    No, lo que había hecho no estaba mal, defenderse de una ofensa, de un golpe. No podía estarlo. ¿De qué tipo de humanidad se estaría hablando al incriminar a una persona por haber defendido su dignidad?. Precisamente de la humanidad que le falta al mundo, ese encerrado en el machismo de los tiempos antiguos.

    Había sido una situación tan delicada, algo que talvez para sociedades futuras, cientos de años después, con mucha suerte podría salir a favor de una mujer.

    El nivel de exigencia a tomar una acción que había requerido el incidente, había llevado la situación a un nivel de alteración nunca antes visto.

    Pero qué podría esperarle a la muchacha, la tristeza de saber que el gran castigo que recibiría por una situación en la que culpa alguna no tuvo, viéndose obligada a participar por protección propia, no se podía hacer nada.

    Era una mujer, una sirvienta, pobre. Había hecho quedar mal a sus empleadoras montando una escena en la calle. Un golpe de reprensión era poco.

[•••]

    Control de carácter, eso que Lauren había puesto en práctica durante tanto tiempo. Era tan difícil, por más de haber encontrado una estabilidad en ello, porque hay momentos dónde  toda esa represión explota, y el afán por esconder el verdadero ser, todo termina en un ridículo intento.

    Momentos imposibles, que a pesar de todo exigían una sublevación, un alto. Instantes dónde no se piensa lo que pueda pasar después.

    Lauren se odió a sí misma, no tenía la culpa, pero sentía tenerla. Toda su vida y todo el tiempo se preguntaba qué pasaba con ella, por qué tenía que ser así, por que no podía cambiar aunque su esfuerzo sea de toneladas.

    Todo el tiempo se enseñaba a controlarse con mayor rigor, a adoptar un papel de total sumisión porque de otra no tenía y si no lo hacía lo peor le esperaba. Pero a veces no podía, explotaba. Y después de hacerlo se arrepentía como nunca antes, ya que sabía lo que vendría. Estaba muy consciente de que lo que hizo no estuvo mal, pero que tampoco fue la mejor elección para reaccionar. El enojo no la hizo medir lo que podía pasar después.

    Mucha gente podía estar a su favor, mucha otra podía estar en contra. Ella sentía que se había equivocado, se arrepentía de haber reaccionado así, más aún sabiendo que ese tipo de situación pasaba por segunda vez.

[•••]

    Entró a la casa, evitando bajar la cabeza o la mirada en algún momento, si recibiría un castigo, no demostraría su miedo y aceptaría lo que en casa sentían que merecía.

❛¹❜⸙ 𝐂𝐑𝐎𝐖𝐍 | 𝔗𝔥𝔬𝔪𝔞𝔰 𝔅𝔯𝔬𝔡𝔦𝔢-𝔖𝔞𝔫𝔤𝔰𝔱𝔢𝔯 (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora