Cuenta Tini Dejé de ver la tele para concentrarme en ver a Sebastian dormir, parece un osito. Subí mi mano para sacarle un mechón de pelo que caía sobre su frente y aproveché unos besos por toda su cara mirntras él sonreía todavía dormido.
Sebas: Hmmm...
Empezó a despertarse.
Tini: ¿Ya te podes ir? -Dije de nuevo seria y enojada.
Sebas: ¿No se te había pasado el enojo?
Me miró con sus ojos achinados.
Tini: No.
Se acomodó para quedar encima mío.
Sebas: Dale mi amor, afloja.
Tini: No Sebastian.
Moría por besarlo.
Sebas: Te amo ¿sabías? -Dijo tierno.
Tini: No me podes decir eso cuando estoy enojada.
Miré hacia otro lado y me volvió a dar vuelta la cara para que quedemos frente a frente.
Sebas: Te amo.
Beso.
Sebas: Te amo.
Beso.
Sebas: Te amo.
Beso.
Sebas: Te amo.
Tini: Yo también te amo gordo, me la haces difícil.
Lo abracé.
Sebas: No te enojes más.
Tini: Es que me saca que te estén diciendo esas cosas ¿entendes?
Sebas: Si, pero no va a volver a pasar.
Tini: Te vuelve a decir algo así y la mato.
Sebas: Pero que violencia jajaja.
Tini: Es que sos mío ¿Vamos a comer? Carola ya debe haber llegado y mamá y papá deben estar por llegar.
Sebas: Si dale, vamos.
Sebastian se puso la remera y bajamos a la cocina a preparar algo.
Tini: ¿Qué querés comer?
Sebas: No tengo mucha hambre, come vos.
Tini: No comes nada desde el mediodía amor.
Sebas: Dame una manzana o algo.
Tini: No, te voy a hacer un sándwich.
Hice un sándwich para cada uno, los puse en el comedor y nos sentamos a comer. Cuando estábamos terminando llegaron mis papás.
Mamá entró a la cocina.
Mari: Hola mi amor ¿Cómo estás?
Tini: Bien ma. Te presento a Sebastian.
Mari: Un gusto Sebastian, me podes decir Mari.
Sebas: El gusto es mío Mari.
Tini: ¿Y papá?
Mari: Subió directo a su cuarto porque llegó muy cansado.
Sebas: Bueno, me voy yendo, un gusto haberla conocido.
Mari: Lo mismo digo Sebastian.
Fui a acompañar a Sebitas a la puerta.
Tini: ¿Nos vemos mañana?
Subí mis manos a su cuello.
Sebas: Obvio bebe.
Tini: Te amo, hasta mañana.
Le di un beso tierno y suave.
Sebas: Si me seguís dando besos así no te suelto nunca más.
Lo besé de nuevo de la misma manera.
Tini: No me soltes entonces.
Sebas: No lo pienso hacer.
Después de estar media hora despidiendonos, entré a casa e iba a mi cuarto pero mamá me frenó.
Mari: ¿Y ese chico? ¿Es tu novio?
Tini: No ma.
Mari: Es buen chico.
Tini: Lo sé. -Dije con una sonrisa.
Mari: Te va a cuidar bien.
Luego de tener una charla con mamá, subí a mi cuarto, revisé mi celular y tenía un WhatsApp de Sebas.
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Dejé el celular en la mesita de luz y me dispuse a dormir con una sonrisa de oreja a oreja. Hoy había sido un día agotador pero sin duda uno de los mejores.
