Eres Mi Amor | Sebastini

Capítulo 77

Cuenta Tini
Eran las 4 de la mañana y yo estaba hablando con Cande en el living de su casa.

Cande: No puedo creer lo que me estás contando.

Mientras conversábamos, yo me sacaba el maquillaje ya que se me había corrido de tanto llorar.

Tini: ¿Por qué?

Cande: Porque en estos nueve meses que estuviste afuera Sebastian no hizo más que esperarte Tini. Cualquier chica que se le acercaba él la rechazaba porque tenía una mínima esperanza de que lo perdonaras, o bueno, mejor dicho de que le creyeras.

Tini: Eso me hace sentir peor.

Empecé a llorar de nuevo.

Cande: No amiga, tranquila... Lucha por él, estoy segura de que te va a perdonar.

Tini: Lo quiero conmigo. -Dije aún llorando.

Cande: Y bueno, entonces lucha, dale.

Tini: Pero lo perdí Can.

Como buena amiga que es Cande, se pasó toda la madrugada consolándome hasta que nos quedamos dormidas.

Me levanté a las 12 del mediodía con un dolor de cabeza fuertísimo, no sabía si era por haber llorado tanto o por las copas que me había tomado. Vi que Cande me había dejado una nota diciendo que se iba para la facultad y me acordé que yo tenía que hacer mi reintegro.

Me paré de la cama y aunque era la hora del almuerzo no me importó y me fui a preparar el desayuno. Después de desayunar llamé a Cande.

⭕️Llamada Telefónica⭕️
Tini: Hola amiga ¿A qué hora volves?

Cande: Hola bebe, no sé, tengo que rendir dos materias más.

Tini: ¿Me traes un kilo de helado y unas películas cuando vuelvas?

Cande: ¡Por dios! Que masoquista que sos

Tini: No seas mala.

Cande: Bueno, te llevo. Te mando un beso porque tengo que entrar a rendir gordi.

Tini: Bueno amiga, gracias.
⭕️Llamada Telefónica⭕️

Después de convencer a mi amiga, me fui a mirar la tele al sillón un rato. No quería salir de casa, quería comer helado y mirar películas todo el día.

Cuenta Sebas
Después de lo qué pasó con Martina no logré dormir en toda la noche. Hoy no fui a la facultad porque me sentía cansado emocionalmente y sabía que mi aspecto era terrible.

Salí a desayunar porque me daba fusca cocinarme algo y luego de eso me fui a sentar a una plaza.

Nani: Deberías estar en la facultad.

Hacía mucho que no escuchaba esa voz.

Sebas: ¿Qué haces acá?

Me giré.

Nani: Vine a hablar con vos.

Sebas: Siempre que apareces me arruinas la vida Nani.

Se sentó al lado mío.

Nani: Esta vez vine a arreglar un poco las cosas.

Sebas: No, dejá todo así.

Nani: Escúchame.

Asentí ¿Qué más podía perder a esta altura?

Nani: Me equivoqué en hacerle pensar a Martina que nos acostamos, sé que no tendría que haberlo hecho, lo siendo de corazón. Confundí obsesión con amor. Martina te ama y vos la amas a ella, lo sé por la forma en que te brillan los ojos cuando la ves o cuando tan solo escuchas su nombre. Sé que fui la causante de que se separaran, pero no la dejes ir Sebastian.

Sebas: Es complicado.

Nani: ¿Sabes algo? Cuando crecemos y somos grandes, pero si le preguntas a un nene él solo te va a decir anda a buscarla y bésala, por eso la vida de ellos es más fácil, porque ellos la hacen menos complicada. La realidad es que la vida no es tan complicada, nosotros la hacemos así.

Sebas: Ella no confió en mi ¿entendes? Te creyó a vos cuando debería haberme escuchado a mi, se fue como un acobarde y me dejó a mi acá solo.

Nani: Martina tenía miedo Sebastian. Ella y yo no nos llevamos bien pero ayer cuando le conté la verdad...

Sebas: ¿Le contaste?

Nani: Si, le conté la verdad y vi el dolor en sus ojos. Ese arrepentimiento que vi en ella me hizo sentir muy culpable. Ella se fue porque estaba dolida y confundida, quizás no tendría que haberse ido pero con el corazón roto uno no piensa bien.

Sebas: Necesito estar solo.

Nani: Ya me iba igual, cuídate y pensá en lo que te dije.

Se despidió y yo me quedé ahí pensando en todo lo que estaba pasando en mi vida en ese momento.