Capítulo 43

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Cuenta Sebas
Desperté por los rayos de sol que me daban justo en los ojos. Me levanté, cerré la persiana y al girarme tuve la mejor vista del planeta, Tinita estaba desnuda y cubierta solo por la sábana blanca de la cama.

Me acerqué, me puse encima de ella con mis manos a los costados para sostener mi peso y empecé a repartirle besos por toda la espalda. De pronto mi hermosa novia se levantó, giró y al verme me sonrió ¡Me enamoré más!

Sebas: Buen día mi amor.

Sonreí como un bobo.

Tini: Buen día bebé.

Sebas: Estás demasiado hermosa así.

Tini: ¿Así cómo?

A los segundos se dio cuenta de que seguía desnuda y se sonrojo.

Tini: Ay no Sebastian, tapate los ojos.

Sebas: No, ni loco.

Se tapó con la sábana hasta la cabeza.

Tini: Me da vergüenza. -Dijo abajo de la sábana.

Sebas: ¿Qué decís bebé? Ya lo vi todo.

De a poco le bajé la sábana para quedar como estaba al principio, mostrándome solo sus pechos.

Sebas: Sos tan hermosa.

Tini: A esta hora no creo.

Sebas: Estás hermosa a cualquier hora.

Tini: ¡Que tonto!

Le empecé a dar besos por toda su cara, llegué a su boca y la saboree. Bajé por su cuello hasta llegar a sus pechos y dejar unos cuantos besos ahí.

Tini: Para. -Dijo ya agitada.

Sebas: Es que no aguanto.

Dirigí mi mirada devuelta a ella.

Tini: Vamos a la playa ¿si?

Me hizo puchero.

Sebas: Sabes que me podes cuando me haces esa cara.

Me hizo puchero de nuevo.

Sebas: Está bien, vamos.

Después de un rato, nos cambiamos, desayunamos y fuimos a la playa. Al llegar nos encontramos a todos los chicos ahí.

Tini: ¿Por qué no nos avisaron que venían?

Ricky: Dormían como unas morsas.

Pancho: Si Tinita, estabas roncando.

Sebas: Callate boludo, mi novia no ronca.

Me abrazó por atrás.

Stefi: Ay que lindo como la defiende.

Ricky: Jaja que pollerudo.

Stefi: ¿Cómo?

Miró muy mal a mi amigo.

Ricky: Nada, es que...

Se puso nervioso.

Cande: Bueno, ya está. Amiga vení que tenemos que hablar. -Le dijo a Tini.

Sari: Si, reunión de chicas.

Malu: Se pueden ir yendo entonces chicos.

Tini: ¿Sebitas no se puede quedar?

Me abrazó.

Chicas: ¡NO!

Sebas: Que malas.

Puse cara triste.

Tini: Hablo con ella y vuelvo con vos ¿Si bebé?

Sebas: Bueno.

Le di un beso y se fue.

Mau: Ya estás casado eh.

Roby: Pollerudo jajaja.

Sebas: Callense boludos.

Samu: Che chicos ¿Por qué no salimos de joda solo hombres?

Rugge: Uh, ahí no sé.

Roby: Las chicas se van a enojar después.

Samu: Pero no se tienen que enterar.

Sebas: No sé.

Samu: Dale, vamos.

Ricky: ¿Cómo sería la cosa?

Samu: Cuando las chicas se duermen y se hagan la una de la mañana, salimos por la parte de atrás de la casa y a eso de las cinco volvemos.

Rugge: Mmm...

Samu: Anímense, sería como tu despedida Sebas.

Ricky: Yo me sumo.

Lo miré.

Ricky: Si negro, sería para pasar un tiempo entre nosotros.

Rugge: Si, estaría bueno.

Roby: Yo voy.

Mau: Yo también.

Pancho: Yo obvio que también.

Sebas: ¿Qué puede salir mal? Yo también voy.

Samu: ¡BIEN!

Las chicas voltearon a ver debido al grito de Samuel.

Samu: Bien Sebas, bien, así te tenes que portar. -Dijo para disimular.

Roby: Hoy se sale de joda entonces. -Dijo en voz baja.

En eso llegaron las chicas.

Tini: ¿De qué hablan?

Me abrazó por atrás.

Panchito, Samu y Robert hablaron al mismo tiempo y metieron la pata.

Pancho: Un partido de Fútbol.

Samu: De comida.

Roby: De la facultad.

Mau: De un partido de fútbol que vamos a ver comiendo antes de volver a la facultad. -Dijo nervioso para zafar.

Stefi: ¿Eso es cierto Rick?

Ricky: Si, obvio.

Cande: Nos llegan a estar mintiendo y los castramos.

Todos nos colocamos las manos en nuestra entrepierna.

Pancho: Ay cállate enana.

Tini: Vos no me mentís ¿No Sebitas?

Giré solo mi cabeza para verla.

Sebas: No mi amor.

Le di un beso en su mano, ahora no estaba tan seguro de salir con los chicos.

Cande: Vamos al mar entonces.

Roby: Si, vamos.

Fuimos todos al mar, jugamos un rato y cuando estaba anocheciendo nos fuimos a casa a "descansar".

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Cómo saldrá el plan de los chicos???











Eres Mi Amor | SebastiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora