Capítulo 102

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Cuenta Tini
Eran más o menos las 9 y media de la mañana, me levanté de la cama sintiéndome mucho mejor, la pastilla que había tomado después de salir me salió mucho mejor. Me acordé que Sebitas no había dormido conmigo así que me levanté a buscarlo y estaba en la cocina preparándose unos cereales.

Tini: Hola amor.

Lo abracé por atrás.

Sebas: Hola.

Se soltó de mi agarre y se sentó a comer sus cereales.

Tini: ¿Seguís enojado? Mira que no pasó nada.

Me senté al lado de él.

Sebas: No Martina, estoy feliz porque un pibe que no conozco te trajo borracha a casa a las seis de la mañana.

Tini: No es para tanto amor.

Sebas: Lo llego a hacer yo y me matas Martina.

Tini: Tenes razón, perdóname.

Fui, me senté en sus piernas, él se paró haciendo que yo me paré y fue a dejar el plato a la cocina.

Sebas: Me voy.

Agarró las llaves del auto.

Tini: ¿A dónde vas?

Sebas: A dar una vuelta.

Fue hasta la puerta y yo lo seguí.

Tini: ¿Con quién?

Sebas: No sé, capaz con una amiga que me consiga en el boliche.

Sabía que lo decía para provocarme.

Tini: Te mato.

De un ágil movimiento le saqué las llaves del auto.

Sebas: Dámelas.

Tini: No salís, te quedas acá conmigo.

Intentó sacármelas pero lo esquivé.

Sebas: Dame las llaves Martina.

Tini: Dame un beso y te las doy.

Sebas: No te voy a dar nada.

Tini: No salís en el auto entonces.

Fui hasta el cuarto, me acosté y él me siguió.

Sebas: Te estoy diciendo que me des las llaves.

Se acercó a mi, estiró su mano y lo tiré para que caiga al lado mío sobre la cama.

Tini: Y yo te dije que me des un beso y te las doy.

Me subí encima de él colocando mis piernas a los costados.

Sebas: No te voy a dar nada.

Tini: Un besito y listo.

Le sonreí.

Sebas: Anda a pedírselos a tu amigo.

Amaba sus celos.

Tini: No, quiero los del amor de mi vida.

Sebas: El amor de tu vida ahora no te quiere dar nada.

Me acerqué a su cara tanto que nuestros labios se rozaban.

Tini: ¿Ni un besito?

Rocé sus labios con cada palabra, sabía que eso lo mataba.

Sebas: No.

Tini: ¿Y si te digo que te amo?

Sebas: Tampoco.

Tini: ¿Y si te lo robo?

Él iba a responder pero antes de que lo hiciera lo besé. Extrañaba tanto besarlo... no lo hacía hace un día y ya me hacía falta. No tardó en responderme el beso y sus manos viajaron desde mis muslos hasta mi espalda. Mi piel se erizaba cuando su piel hacía tacto con la mía. Me separé de él y le di un pequeño beso.

Tini: ¿Ahora si podemos hacer el amor?

Le sonreí y él me respondió con otra sonrisa pícara. Me volvió a besar, me hizo girar para quedar encima mío y entre caricias nos fuimos deshaciendo de nuestras prendas hasta quedar desnudos. Lo necesitaba ya dentro de mí. Besó mi cuello haciendo un camino hasta mi abdomen, volvió a subir a mi boca y sin esperarlo entró en mi haciéndome soltar un gemido.

Salió y entró en mi muchas veces rápidamente hasta que los dos llegamos al orgasmo y se acostó a mi lado mientras yo apoyaba mi cabeza en su pecho.

Sebas: Sos una manipuladora, era un beso nada más.

Tini: Fue mejor que un beso.

Sebas: Ahora si ¿Me das las llaves? -Dijo en chiste.

Tini: No, ahora te quedas conmigo.

Lo abracé por la cintura.

Sebas: Iba a salir con los chicos amor.

Tini: Pero ahora te podes quedar con tu novia.

Sebas: No sé, convénceme.

Sonreí y empecé a repartirle muchos besos, obviamente se quedó conmigo y no se fue a ningún lado. Nos quedamos todo el día viendo películas y comiendo helado, no había mejor plan que ese.

Eres Mi Amor | SebastiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora