Capitulo 49
Las malditas voces en mi cabeza no paraban.
-¡Hola Zayn! –exclamo Perrie corriendo a él y abrazándolo.
Este la miro con algo de confusión, pues no recordaba que había sido su novia.
-Ho.. Hola Perrie –dijo este con la voz entrecortada.
-¿Cómo estas? Te miras mucho mejor –dijo ella sobando su cabeza, despeinando su peinado.
-Bien, gracias –dijo este aun confundido.La comida fue un desastre, la odiosa voz chillona de Perrie no dejaba de escucharse. Que desastre. No podía mas, tenia que salir del pueblo, alejarme de Zayn, ya no podía más. Sabia que huir era cobarde pero ¿Qué mas me quedaba? Si lo único que hacia ahí era sufrir, y sufrir, quería una vida y si no era al lado de Zayn entonces me resignaría y me alejaría del amor de mi vida.
-Papá, ya no puedo más. Tengo que irme, alejarme de Zayn –dije llorando en su fornido pecho.
-Pude notarlo, mi amor –dijo abrazándome como nunca lo había hecho, al menos no que yo recordara.
-Tengo que irme, las inscripciones para la universidad están muy próximas. Tomaré el dinero que mi madre me dejó –dije limpiando mi rostro empapado.
-Te apoyare en lo que decidas, y te mandare dinero también –dijo este limpiando una lagrima que comenzaba a correr.
-Lo amo, no quiero irme pero ya no puedo seguir lastimándome asi –dije desparramándome en una de las sillas.
-Entonces, no te hagas mas daño y esta bien que te vayas –comento mi padre.No podía irme esta vez sin despedirme de los chicos, algún día regresaría a San Clemente pero no sabia cuando, así que me puse algo encima pues hacia algo de frio.
-Hola ______ -menciono Harold con esa hermosa sonrisa.
-Harold –mencione al abrazarlo, estaba en muletas ya era un avance. Al menos no andaba en esa estorbosa silla de ruedas.
-¿Qué te pasa? Te escucho rara –dijo mirándome intrigado, preocupado.
-Primero hablemos de las buenas noticias, tengo una excelente –dije caminando frente a él hacia la sala.
-Okay ¿Cuál es la buena? –quiso saber acelerando el paso.
-Mi padre dejara que tu papá trabaje ahí permanentemente –sonreí al verlo que se le iluminaba la cara.
-Dile a tu padre que muchas gracias –agradeció con una sonrisa satisfecha.
-La otra noticia es que me voy Harry, me voy a Los Ángeles y de ahí a Nueva York –confesé con las lagrimas echas un nudo en la garganta.
-Buen momento para llamarme Harry –rio por lo bajo mirando a la nada-. Veo que te diste por vencida.
-No puedo mas esa es la verdad –musite con la voz temblorosa.
-Pues te voy a extrañar. No soy nadie para decirte que te quedes –dijo este mirándome fijamente.
-Sabia que entenderías –dije con una sonrisa por lo bajo-. Ahora vayamos a la casa de Niall que me quiero despedir de él.Subimos a mi coche y conduje hasta la casa de Niall, donde estaba Lucia y su novia Marielva que había llegado de su viaje.
-De acuerdo ______, suéltalo –inquirió Niall incitándome a hablar.
-Me iré a Los Ángeles –conteste escondiendo mi cara mirando al suelo.
-¿Cómo, nos dejas? Es por Zayn, ¿cierto? –hablo Lucia en cuestión.
-Si, es por él –respondí con sinceridad.
-Creo que esta bien que te alejes, se ve que estas sufriendo –intervino Marielva.
-Si, demasiado –acepte burlándome de mi misma, antes nunca imagine sufrir por amor.
-Pero tienes que venir a visitarnos de vez en cuando eh –dijo Niall tratando de alegrarme.
-No te preocupes lo hare –dije con mi mejor sonrisa fingida.
-Vamos ______, es tarde tienes que descansar ya mañana te vas –dijo Harold poniendo su mano en mi rodilla.
-Okay –mencione asintiendo.Me despedí como 10 veces de cada uno, y es que no quería dejar el pueblo, todos eran tan dulces y lindos conmigo. Finalmente salimos de la casa de Niall y para cuando Harry bajo del auto, se bajo a la altura de la ventana y me sonrió.
-Dile a Joe que cuando vaya a Bradford me rescate e no embriagarme –dije con una risa.
-Lo hare, adiós ¡cuídate! –dijo palmeando un poco el auto.
-Te quiero amigo –confesé con el maldito nudo en la garganta de nuevo.
-Yo también te quiero –dijo él sonriéndome serenamente.No sabia como despedirme de Zayn, no quería volver a verlo. Mi universidad seria en Nueva York, me alejaría de mi vida prácticamente, Liam estudiaría en Canadá y los demás chicos, bueno ellos la verdad no sabia. Así que busque una hoja en blanco, y una pluma y así como así garabatee sobre ella, pero ¿Qué tenia que escribir? No sabia si despedirme o dejarle una nota para cuando recuperara la memoria si es que lo hacia. Simplemente le dejaría una carta, o un testamento de mi corazón.
Me alejo por que, te amo tanto que muero con lentitud.
Torturarme no es lo mejor para mi, no después de lo que estoy pasando,
Por que a pesar del tiempo que hemos pasado juntos, el tiempo
Que se que esta muy dentro de tu memoria, de tu corazón, de tu alma,
He estado pensando en mi madre, nunca la olvidare.
Me voy por que, no quiero seguir sintiéndome rechazada por ti.
Por que no se como viajar dentro de tu interior y hacerte recordar que
Me amas, el que ama nunca olvida pero nunca contamos con un accidente.
Solo recuerda que, eres el amor de mi vida, eres y siempre serás la primera
Persona de la que me enamore, ahora que me conociste de nuevo espero que
Nunca me olvides, por que cuando quieras estaré ahí para ti, siempre.Te amo, con amor, la que te ama.
Doble la hoja, y con la tinta escribí “Zayn” fui en busca de Trisha, caminando por el enorme pasillo hasta llegar a la ultima habitación, tocando la puerta despacio, hasta que me dieron el permiso de pasar.
-Trisha, me voy a Los Ángeles y luego a Nueva York a estudiar –dije entrando lentamente.
-Me lo comento tu padre hace un momento –dijo ella con un leve movimiento de cabeza.
-No se como despedirme de Zayn, así que ¿podría usted darle esto? –cuestione entre un suspiro mirando la hoja de papel.
-Claro, lo hare no te preocupes. Y ¿Cuándo te iras? –quiso saber palmeando justo a su lado.
-Mañana.
-Que tengas mucha suerte, y de vez en cuando visítanos. Se que tu padre te extrañara mucho –dije y sentí su mano entre mi cabello y yo con mi mirada fija hacia al frente.
-Lo hare, gracias Trisha –murmure con una sonrisa difícil.Llore sin ni siquiera hacer ruido alguno, una noche demasiado triste para mi.
Llegar a casa fue lo peor, mi padre me había llamado hacia un momento diciéndome que tenía que sacar todo. La casa se había vendido. Sacar todas las cosas de mi madre fue lo más difícil, ¿Cómo deshacerme así como así de sus cosas? Me pregunte, no quería hacerlo pero si no lo hacia seria mas difícil curar mi herida.
Mire a mi alrededor y todo estaba perfectamente acomodado en cajas y todos los muebles, con sabanas encima, ya vendría la gente que mi padre mando y sacaría todo, eso si el único recuerdo que me llevo conmigo fue el perfume de mi madre.-¡Estoy exhausta! –exclame aventándome sobre el sofá de la casa de mi tia.
-¿Tienes hambre pequeña? –me cuestiono acariciando mi cabello.
-Si tía, gracias –farfulle.
-Ahorita te traigo algo –dijo con amabilidad.
-Y ¿Cómo estas? –pregunto Briana, luego de que mi tía desapareciera de la escena.
-¿Cómo se supone que tengo que estar? ¿Bien? No, me siento como sea menos bien –masculle con ironía.
-No quiero que estés así, odio que estés triste –se quejo mi prima.
-Lo amo Briana, cada vez que estaba con el me moría por besarlo, por abrazarlo y escuchar su voz diciendo que me amaba mas de lo que yo pudiera imaginar –dije con desesperación.
-Como quisiera poder ayudarte ______, pero no se como hacerlo –musito ella sentándose con velocidad a mi lado.
-Esta bien, estas aquí apoyándome eso es lo que importa –me acurruque en sus brazos, y es que Briana siempre estaba ahí para cuando yo la necesitaba, simplemente la amaba.Subí las escaleras corriendo, me di una buena ducha y me puse la pijama. Abrí la puerta del cuarto, y cuando mire a esa personita ahí parada frente a mi no pensé en hacer otra cosa mas que abrazarlo.
-Oh vamos no llores –dijo tomándome por la cara.
-Es lo único bueno que se hacer, por lo que veo –limpie una lagrima.
-Ya ¡no mas lloriqueo! –exclamo besando mi frente.
-No prometo nada, pero tratare –dije abrazándolo de nuevo, recargando mi cabeza en su pecho.
-¿Adivina que? –dijo este emocionado-. No tienes idea de a quien vi hoy.
-No juegues conmigo, solo dímelo –exigí colocando mis manos en la cintura.
-A…