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Narro yo

Pasaron 2 semanas desde que le fue entregada la carta a Samuel, el mencionado salía solo de su cuarto para comer y para ir al baño debido a que no tenía ganas de hacer nada. El estaba roto, incompleto, sintiéndose la peor persona del mundo pero eso no durará mucho.

Narra Rubén

Hoy mis padres me contaron que Samuel no había salido de su casa durante 2 semanas, eso puede resultar muy preocupante, especialmente para su familia. Así que hoy decidí intentar subirle los ánimos, así también puedo tener un amigo.

Verán no hice nuevas amistades porque me la pasé encerrado en mi casa jugando con Nieves. Entonces se podría decir que lucía como un antisocial y eso no es para nada bueno.

Saliendo de mis pensamientos me empecé a alistar para ir rumbo a la casa de Samuel. No sin antes decirle mis planes a mi mamá.

-Mama voy a salir a visitar a Samuel e intentar alegrarlo.-dije con un tono bastante alegre.

-Esta bien hijo, no te olvides tus modales -dijo desde la cocina.

Salí de mi casa rumbo a la casa de Samuel pasando por lugares del pueblo que me encantaban como el parque, el arcade, la heladería, etc. Si Samuel aceptaba salir con él (como amigos claro está) lo llevaría a esos lugares para conocerlos más a profundidad.

Después de 15 min de caminata llegué a la casa de Samuel toque la puerta y su madre me abrió con cierta sorpresa.

-Buenas dias señora- dije con una sonrisa y una alegría que se transmitía

-Buenas tardes Ruben- dijo con una sonrisa calida.

-¿Esta Samuel?- dije con cierta preocupación.

Ella suspiro y asintió se aparto de la puerta para que yo pudiera entrar en la casa y me dió a entender que quería que me sentará en uno de sus sofás.

-Veras el no ha estado bien últimamente ha estado en una etapa de depresión y no sabemos porque- dijo su madre con tono de preocupación.

-Es por eso que vine hoy señora, quiero ayudar a Samuel quiero que salga de esa etapa, se que no nos conocemos muy bien pero no pierdo nada intentándolo- dije con un tono confiado.

Su madre me miró entre sorprendida y alegre es normal esa reacción, que alguien venga a ayudar a tu hijo debe ser un alivio después de todo.

-Su cuarto es subiendo las escaleras hacia la derecha- dijo con un tono amable, a lo cual yo solo asentí- y me levanté para ir en dirección a su cuarto.

Cuando subí las escaleras y gire a la derecha me encontré con una única habitación, me pare enfrente de la puerta y toque esperando que él diga algo.

-¿Quien es?- dijo una voz desanimada supuse que era Samuel.

- Rubén- dije con un tono animado y una sonrisa en el rostro.

Lo que pasó después es algo que nunca me imaginé......