Lexa y Addison, ambas son las recién llegadas al colegio para adolescentes con superpoderes, allí probarán de que están hechas y si son lo que están buscando.
Recuerda no llamar la atención, es una regla fundamental si quieres estar en paz.
Aquí enc...
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<< LEXA >>
Corría por los pasillos lo más rápido que mis pies me permitían, chocaba con algunas personas de vez en cuando y tiraba disculpas al aire, ya que algunos se fastidiaban por golpearlos sin querer.
Pero oigan, tenía una justificación, estaba demasiado apurada y feliz.
Quedaba un día para que empezarán las tutorías y debido a que ninguno de los que manejaban el tiempo querían ser mí tutor, tuve que recurrir a los que manejan mejor mí elemento, cosa que tampoco funcionó muy bien. Todos aquellos que manejaban el aire a la perfección me rechazaron pero justo antes de poder rendirme mí celular sonó y el mensaje iluminando mí pantalla me hizo saltar de mí cama y salir lo más rápido posible de la habitación.
Giré y cuando ví la puerta de los chicos guía tan pero tan cerca de mí a solo unos cuantos metros de mí corrí más rápido, al abrir la puerta lo primero que apareció en mí campo visual fue Thalía —la chica guía— y junto a ella, de brazos cruzados, la solución a mí problema. Me quedé en la puerta, aún sin creer que lo había conseguido, que había convencido al chico, aunque éste no parecía contento aunque aquí estaba.
Ella me hizo una seña para que me acerque y —supongo—presentarnos.
—Bueno Lexa, él es de quién te hablé —anuncia cuando llego hasta ellos, señala al chico abriendo mucho sus ojos, un gesto exagerado en mí opinión—y te juro por Dios que me deberás una grande, me costó mucho convencerlo —dice tirando de su oreja, el chico chista y le da una mirada asesina, pero no dice nada hasta que le hace una seña para que se presente y, a regañadientes lo hace.
—Soy Parker —me pasa su mano y la estrecho— vamos terminemos ya con esto.
Asiento, Thalía nos da el papel de registro y ambos lo completamos.
—Thalía me dió tu número —informa, no me da tiempo de contestar ya que teclea algo en su celular y no para de hablar—así que ni bien esto comience nos organizaremos para las lecciones ¿Bien? —levanta la vista y me sonríe algo forzado.
—Ehh sí, claro—contesto y el sale corriendo murmurando cosas que no logro entender.
—Parker es muy bueno —indicó la morena, mientras guardaba el papel junto a los demás en una carpeta— Ahora solo está nervioso por algo que le surgió, pero se que lo solucionará, siempre lo hace.
Sonríe con cariño y con un movimiento de cabeza me indica que la siga, ella cierra la puerta con llave y caminamos juntas a la oficina de la directora, conversamos de cosas triviales, sobre como me está yendo estos días y ella ríe cuando le cuento el fiasco que fue buscar un tutor.
—Tienes suerte de que a Parker no le importe eso de los cinco mejores, él es, una de las pocas personas en este colegio que le da igual esos chicos, pero tampoco es que se ande metiendo con ellos —aclara acomodando su bolso—solo que los ve como los ves tú, como cualquier otro alumno más, y justamente por eso decidió ayudarte.
