Capítulo 10

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<< CRAYTON >>

—¿¡Qué rayos fue eso!? —espeta Mark.

Levanto mí cabeza para observarlo, el y Bruno —quien le está gritando desde lejos a las chicas que vuelvan— están frente a mí: Mark a punto de enloquecer y Bruno a gritos intentando que las chicas —que no tienen ninguna intención de volver— regresen a según él a dar explicaciones que sé que tendré que darles yo porque me lo exigirán y bueno están las reglas, las estúpidas reglas que desde niños tenemos y las seguimos cumpliendo solo para que Maximus no explote y bueno porque nadie quiere llevarle la contraria al supuesto líder de nuestro selecto grupo.
También, aunque no quiera dárselas -porque a veces no lo hago solo desaparezco e ignoro sus insistencias hasta que se cansan de preguntar, es fastidioso pero tolerable, claro cuando no se trata de Maximus encaprichado como un niño o Todd con sus ridiculeces.

—Ya déjalas, no volverán —indico, trato de levantarme, despacio porque mí cuerpo está algo débil por la falta de energía, tardaré en recuperarla.

—Debemos decirle a la directora, tendrán que enseñarle, tendrán que explicarle que no tiene que hacer eso que... —Mark parlotea y parlotea hasta que en cierto punto dejo de escucharlo porque no me interesa ya sé todo lo que pasará ahora y sé que no me gustará para nada, no era niñero de alguien desde hace dos años y terminó solo porque se cansaron de mí porque yo así lo quise, no puedo, al ser el tutor, dejar al que estoy ayudando o me bajan la calificación y es lo menos que quiero, estoy a dos años de salir de esta prisión y no necesito que por unos novatos me bajen la calificación y ella no será la excepción—. Crayton ¡Crayton! ¿Me estás escuchando?

—Siendo sincero, dejé de escuchar a muchas personas desde hace mucho tiempo —confieso colocando mí brazo sobre mis ojos.

—Bien, levántate —Bruno me toma por la espalda y me levanta—. Debemos ir a reportar que una de las nuevas maneja el tiempo y que causó este desastre.

—Si, vayamos a hacer eso y tú —me señala el rubio—. Nos debes muchísimas explicaciones.

Ruedo los ojos y ellos me ayudan a caminar, me duele absolutamente todo y cuando llegamos a la oficina de la directora me desplomó en el asiento mientras ella y su marido hablan con mis amigos que empiezan a explicarles todo, detalle por detalle y de eso se encarga Mark.

—La chica hizo volar por los aires a su amiga y la atrapó en un remolino...

—Era un tornado —corrijo yo—. Directores yo estuve observándola, un día congelé el tiempo unos segundos y ella no estaba congelada también tuve que volver porque pasaron muchas cosas que no debían y tuve que corregirlas —revelo mientras todos me miran atentamente—. Después de eso la seguí para ver si ocurría algo o si fue mí poder el que estaba fallando pero no, sucedió dos veces más antes de esto y una fue el día de orientación de los novatos y...

The Best Five: Nuestro TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora