Lexa y Addison, ambas son las recién llegadas al colegio para adolescentes con superpoderes, allí probarán de que están hechas y si son lo que están buscando.
Recuerda no llamar la atención, es una regla fundamental si quieres estar en paz.
Aquí enc...
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<< CRAYTON >>
— Tantas y tantas cosas para hacer y yo tengo que venir con ustedes par de imbéciles a vigilar a unas niñas —bufa Maximus—. Llevamos horas aquí y nada sucede, es como los demás, no tiene nada en especial.
— Oigan, ya empiezo a creer que tiene razón —concuerda Mark—. Estamos acá desde hace horas y no hace nada fuera de lo normal, solo practican.
— Tenemos órdenes que seguir ¿Recuerdan? —espeto sentado en mí lugar.
—Hay otras formas de vigilarla Crayton, yo ya me encargue de su amiguita tu hazte cargo de la otra —sentencia.
—¿A qué te refieres? —pregunta Bruno.
<< Por favor que se lo diga, por favor que se lo diga >>
Pido mentalmente, aunque sé la respuesta.
— Ya te enterarás —es todo lo que contesta el chico antes de marcharse junto a Todd.
— Crayton en serio debes empezar a encargarte tú de esto, yo ya estoy cansado de verlas hacer lo mismo una y otra vez.
— Vete, no te detendré —contesto jugando con el césped— De todas formas yo siempre tengo razón y tarde o temprano lo admitirán, ya se volvió rutina que no me crean —me encojo de hombros.
El rubio no logra marcharse puesto que antes, lo que vi en el almuerzo empieza a suceder, pero no es igual.
—¡Lexa! ¡Detente, detente! —escuchamos gritar.
Ambos se giran al escuchar el grito de la chica y la escena que se desata cualquier periodista del clima moriría por grabar.
En muchas ocasiones he visto a personas usar de manera increíble e incontrolable sus poderes, algunos llegan a perder la conciencia debido a tanta energía que no saben manejar. Yo ya fui capaz de ver en mis visiones de lo que la persona quien sea hizo que todos saltarán, tengo el poder de persuadir a los demás pero aún no veo ese tipo de poder en la chica frente a mí, en ella veo y siento algo más poderoso, algo que puede ser incontrolable en alguien que no sepa manejarlos y definitivamente lo que estamos viendo es la prueba de ello.
—¡Debemos hacer algo! —grita alarmado Bruno—¡La va a lastimar!
— Esperen.
—¿¡Cómo es que puedes estar tan tranquilo pedazo de insensible!? ¡No ves que la chica podría salir herida! —Mark me toma por el cuello del buzo y me estampa contra un árbol, a veces, hasta las personas más tranquilas perdemos la calma en momentos desesperados.
— Tienes que confiar un poco más en mí —el afloja su agarre pero no me suelta, Bruno luego de verme de reojo deduce lo que va a pasar a lo que apoya su mano en mí hombro
—¿Qué está...
— Sucedió una vez en el salón de artes, va a volver a suceder —aviso.
Mark me suelta y de inmediato al igual que Bruno se apoya por mí hombro, no tardó mucho en suceder lo que vi.
