Capítulo dos: Las horas dicen tic-tac.

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Capítulo dos: Las horas dicen tic-tac.

Cuando el profesor Anderson nos pide que hagamos una pintura de algo que amamos, lo primero que pienso es en Jack. El objetivo de esta actividad es aprender a expresarnos con nuestra arte a través del corazón y los sentimientos. Quedará raro si hago un retrato de Jack frente a todos mis compañeros de arte, así que decido hacer un simple boceto de un gato.

El lápiz parece moverse solo por el papel, realizando suaves curvas al principio y grandes sombreados al final. Círculos, curvas, líneas, sombreados y más figuras comienzan a aparecer sobre el papel, pero ya no se sí se trata del dibujo de un gato lo que mis dedos están trazando. Al finalizar la hora, debo ver el resultado de mi obra maestra, ya que admito que todo lo hice en puro estado de inconsciencia.

Abro muy exageradamente los ojos cuando veo el dibujo del rostro de Jack sobre aquel papel. No puedo creer que, en toda esta hora de arte, solo haya estado dibujando a Jack y su perfecto rostro con sus hermosos ojos celeste. Lo primero que soy consciente de hacer es arrugar el papel y tirarlo al cesto de la basura. Los demás terminaron sus bocetos hacer rato y ya comienzan a buscar pinturas y pinceles.

La hora termina justo cuando tomo conciencia de dibujar un gato. Dejo los lápices y tiro el segundo intento de un buen boceto. No sé por qué, pero mis dedos parecen tener un sistema nervioso propio ya que solamente se dignan a retratar a Jack. Llevo tirando más de veinte hojas de papel y todas con el mismo bosquejo  dentro. Todos mis compañeros están saliendo del salón, con sus cuadros coloridos en mano. La mayoría dibujó a su familia o a sus parejas actuales. David Barguett, un chico que usa lentes hipster, pintó una serpiente y me pregunto si es su mascota.

—Hipo —me llama el profesor Anderson. Aún estoy guardando mis cosas en la mochila, así que tardo un rato en responderle.

—¿Qué sucede? —pregunto.

—¿Por qué no tienes una pintura? —Su mirada me intimida, aún si está atrás de unos anteojos de secretaria—. ¿Acaso no tuviste el tiempo necesario para concluirla?

—La verdad, Sr. Anderson, es que no tenía resultados satisfactorios para mí —digo y me muerdo la lengua cuando termino de pronunciar las últimas palabras.

—Es una pena porque tendrás que finalizarlo todo en tu casa y es tarea extra. —Sus ojos están clavados en mí, como si quisiese desentrañar todos mis pensamientos internos, los malos y los buenos.

—De acuerdo, Sr. Anderson —respondo.

Él me indica, con un movimiento de mano, que ya puedo retirarme del salón. No espero ni un minuto más, tomo mi morral y mis pinturas y salgo corriendo al pasillo central de la escuela, aquel sector en donde todos estamos en contacto con todos. Cuando estoy por el corredor, busco con la mirada alguna cabellera blanca que me haga poner toda mi atención allí. Pero no, no veo a Jack para ser más precisos.

Cuando pienso en Jack, la mayoría del tiempo, primero suelo imaginarme la cabeza cubierta por cabellos blancos y suaves. Por lo general, ambos estamos acostados. Él está con la cabeza apoyada sobre mi estómago, con los ojos cerrados y su cara muy relajada. Le acaricio el pelo blanco que posee y el permanece quieto y tranquilo sobre mí. No puedo apartar mi vista de su cabeza, como si mis ojos tuvieran imanes que no logran despegarse de ese sector del cuerpo; no los culpo porque, inconscientemente hablando, quiero abrir el cráneo de Jack y sacar a relucir todas las ideas y pensamientos que tenga.

Jack, aparte de ser popular por su belleza física, es muy cerrado. Solo se libera cuando debe realizar una nueva broma a alguna víctima, o cuando tenemos que realizar un trabajo en grupo. Obviamente que es cien por ciento abierto cuando se trata de conquistar chicas, cosa que pasa muy seguido. Cuando me refiero a cerrado quiero decir una persona que no comparte realmente sus sentimientos, y eso es lo que le sucede a Jack. Parece tener una especie de mascara invisible para poder pretender ser algo que no es.

Ciudades de mentira [Frostcupp/Hijack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora