Capítulo seis: 3... 2... 1... Smile!

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Capítulo seis: 3... 2... 1... Smile!

Las preguntas bombardean mi mente de una manera indescriptible. Si antes creía que Jack me ocultaba algo relacionado con esa chica misteriosa que él pone tan celosamente en secreto, ahora la idea ha cambiado a que Jack hiso, hace o va a hacer algo que, sin duda, nos cambiará a todos. ¿Será algo relacionado con tal chica? ¿Con eso hombres? ¿Por qué no me lo dice?

Durante el resto del fin de semana no tengo noticias de Jack. No me sorprende (o debería) ya que, después de que le insinué de manera obvia que él está involucrado en algo y que me miente al respecto, era de suponer que no aparecería por mi ventana. Tampoco tengo intenciones de ir a buscarlo porque estoy enojado con él. Claro está que, en cuanto lo vuelva a ver, mis defensas caerán al piso y mi enojo se esfumará en una nube de sentimientos odiosos. Debido a esto, voy a evitar verlo por el mayor tiempo posible.

El fin de semana pasa volando, tal cual lo planeé. No vuelvo a salir y tampoco busco a Jack; me limito a leer, pintar, ver series y comer. El mundo es fácil de olvidar, pero doloroso cuando te das cuenta de que sigue ahí, esperando para que lo recuerdes. En los momentos en los que no mantengo mi mente ocupada, me pregunto cosas sin sentido: «¿Hará mucho frío afuera?», «¿Estará Astrid en la universidad?», «¿Jack tendrá una cita programada para hoy en la noche?», «¿Por qué no me llaman?», «¿Por qué no los llamo?», «¿Jack me extrañará como yo lo extraño?»

Luego recuerdo que estoy comiendo, leyendo, pintando y viendo series sin parar para olvidarme del asunto de Jack y sus mentiras, me sumerjo en una angustia que no puedo describir. Me ahoga con cada respiración, me limita a actuar como un estúpido robot: sin sentido ni conciencia del dolor propio. No es que me esté mutilando ni nada de eso, simplemente como, leo, pinto y miro series sin hacerle caso a mi propio dolor.

Y luego llega el horrible lunes. Las clases no son lo único que me molesta, sino que también está el hecho de ver a Jack, algo que intenté «evitar» durante el fin de semana, y eso me hará actuar de manera extraña. Lo que quiere decir que él lo notará.

Jack sabrá que sé sobre sus mentiras.

Merezco una explicación pero sé que no me la dará, al igual que no me la dio cuando pregunté acerca de sus misteriosas desapariciones.

Al llegar a la escuela, no hay ni más remoto rastro alguno de Jack. ¡Qué raro! Debo admitir que estaba rezando para mis adentros para prolongar nuestro encuentro, pero el llegar y no encontrarlo hace que me desespere. ¿Por qué? No lo veo desde el sábado en la mañana, deseé con toda mi alma evitar que este día llegara y ahora que no estamos frente a frente, sufro de nuevo. Al igual que en este fin de semana, siento que me ahogo como si el agua entrara directamente hacia mis pulmones.

Las primeras clases transcurren con normalidad. Si me concentro demasiado, logro evitar levantar la mirada y ver el banco vacío de Jack. De verdad que intento no mirar adelante, pero cuando lo hago me siento ahogado entre tanta gente.

Como odio a Jack cuando no sabe lo que causa su ausencia en mí, al igual que su cercanía.

Camino por los pasillos tranquilamente. Como no veo a Jack por ningún lado, estoy solo y, si no aparece para el final de las clases, dudo que se pase luego por mi casa. Claro, si es que está enojado conmigo. Algo que supongo que es cierto. ¡Es un estúpido! ¡Yo debería estar enojado con él por mentirme de esa forma!

Alguien me toma por los hombros y me da la vuelta bruscamente. Por un momento pienso que es Jack, y ese pensamiento hace que mi corazón aumente su ritmo cardíaco. Pero me llevo una gran desilusión al ver a Jeanine Carter parada frente mío, con su bolso costoso del lado derecho y su cabello rubio recogido en un bonito y prolijo moño.

Ciudades de mentira [Frostcupp/Hijack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora