Capítulo 8 (Parte II). Maps

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Capítulo 8 (Parte II). Maps

Taehyung POV

¿Por qué corro?

Era la pregunta que se repetía en mi mente, ¿por qué corro? Jungkook se había quedado atrás hace buen rato, así que ya no entendía de quién escapaba.

¿De mí? ¿De los recuerdos?

No entendía qué me pasaba. El vistazo de la sangre había alterado algo en mí, trayéndome memorias que no quería recordar. Eran como pequeñas descargas eléctricas en mi cabeza, y por cada descarga podía ver un fatídico momento de la escena que me había marcado hasta ese entonces. Mi terror, podía sentirlo, al ver a mis padres yaciendo muertos frente a mí... Los sacudí, mancillándome las manos, gritando como un monstruo... Gritando como le había gritado a Jungkook, fuera de mí. Mis nudillos ardían y eran del mismo color rojo que se había derramado en el piso de mi vieja casa.

Sangre... Sangre, corriendo por mis manos...

"¡TE ODIO! ¡TE ODIO TANTO!"

Aquella frase me puso los pelos de punta y me revolvió el estómago. ¿Por qué me afectaba tanto?

Mi garganta me ardía de tanto jadear. Me dejé caer en la banqueta, en algún lugar del centro de la ciudad. Oculté mi cabeza entre mis rodillas, tratando de tranquilizarme y de bloquear mis pensamientos. Era extraño, me sentía como si estuviera punto de explotar. Como si mi mente estuviera a punto de romperse, así que tenía que protegerla antes de que pasara eso. Me dije que esta reacción exagerada debía ser efecto de la hierba, el alcohol y todo lo demás que había pasado; pero de todos modos tenía que despejarme. Y para eso necesitaba alejarme de Jungkook. No me hacía bien.

Había una parada de autobuses a unos cuantos metros de mí. Miré a la gente y entonces comprendí que era una señal. Me subiría en el próximo autobús que llegara. Sólo tuve que esperar unos cuantos minutos, pero oh, cuál fue mi sorpresa al percatarme de que entre otros destinos, el autobús también llevaba hasta Seul, Aquello me hizo dudar: no quería regresar a Seul a pesar del tiempo transcurrido desde que me había ido. Todavía tenía miedo. Y a pesar de ello, tal vez no fuese tan mala idea. Era el lugar perfecto para olvidar a Jungkook y volver a conectarme con la persona que solía ser.

Dudé tanto que el bus casi me deja, pero al final me decidí. Pagué el pasaje y me senté hasta el fondo. La poca gente que había volteó a verme, e incluso escuché murmullos cautelosos. ¿Tanto miedo daba? ¿Acaso ya tenía cara de delincuente juvenil?

El autobús arrancó y subí mis piernas al asiento, atrayéndolas hacia mí y haciéndome un ovillo. A pesar de que traté de evitarlo, no pude evitar echarme a llorar silenciosamente hasta que caí dormido.

"Apúrate, Chanyeol..."

"Estoy en eso, joder. No me presiones."

Un extraño cosquilleo en uno de mis costados me hizo despertar de golpe. Al abrir los ojos me topé con un tipo de ojos color miel y cara de caballo frente a mí. Su mano se había adentrado descaradamente en mi bolsillo, tratando de revisar qué llevaba conmigo. Detrás de él había otro chico al que no le presté mucha atención.

"Mierda," siseó el cara de caballo al toparse con mi mirada confundida. Sacó la mano de mi bolsillo ágilmente, tomando lo único que llevaba conmigo: mi celular, una mísera cantidad de dinero y una copia de la llave del apartamento de Jungkook. Entonces, ambos echaron a correr.

"¡Hey!" vociferé furioso. Bajé del autobús vacío, correteándolos por la central de Seul y después por las calles vacías. Debía ser de madrugada. Pasamos a la zona pobre de la ciudad, donde los asaltos, el narcomenudeo y la prostitución eran el pan de cada día, entre otras cosas. Sin embargo, no me asustaba. Esta era mi ciudad, la conocía de pies a cabeza y no iba a dejar que dos miserables pandilleros se burlaran así de mí.

Inocencia Perdida (Adaptación Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora