Chantajeada

Capítulo 11: felices para siempre

Daryl había cometido el error de pedirle a Jack que se vistiera para su traje de padrino demasiado pronto. En el momento de la boda en octubre, Jack parecía demasiado cubierto para eso. Por la mañana había entrado en pánico mientras se miraba en el espejo, sus pantalones apenas abrochados y su camisa tirando de la punta más ancha de su estómago.

"¡No puedo usar esto!" gimió, tirando de la chaqueta del traje e intentando ocultar su nuevo grosor.

" ¡Sí puedes! "Katie se echó a reír." Me siento tan culpable por todo hoy. ¡Tu pobre hermano se casa con un comedero y ni siquiera se da cuenta! Tendrás que enloquecer si quieres que mantenga la boca cerrada ".

Jack se quedó allí, sabiendo que no podía hacer nada más que ponerse el traje. Probablemente sabía que ella estaba faroleando.

Katie se rió entre dientes mirando su estómago hinchado. Había borrado cualquier tipo de músculos del estómago dentro de una quincena de haberlo alimentado. Una vez que se dio cuenta de lo excitado que estaba Jack por su cuerpo grande y en crecimiento y cuánto podía comer, pronto se dio cuenta de que podía hacer que él comiera cualquier cosa por ella a cambio. Negarle el acceso a su cuerpo hasta que hubiera comido tanto como ella realmente estaba trabajando. Y chico, ¿podría comer el cerdo? Siendo el hermano menor de Daryl, ciertamente tenía los genes para ello.

"¿Puedes ayudarme con este vestido?" preguntó, dándose la vuelta y señalando la cremallera de su espalda. El vestido era increíblemente apretado y Katie podía sentir la lujuria de Jack mientras sus manos se deslizaban por sus costados gordos y le subían por la espalda para apretarla con el atuendo ajustado. Se volvió hacia él agradecida, sabiendo que cada parte de su peso de 300 libras se podía ver en la escandalosa elección del atuendo de boda. "Gracias, cariño", sonrió, girándose hacia él y frotando su gorda mano sobre su nueva barriga que le había dado.

A pesar que ya sabía la verdad y que podía devolverle la jugada a Jack, Katie seguia alimentándose como Jack lo había hecho, la mayoría de las veces solo para torturarlo para obligarlo a comer, y también porque lo disfrutaba, quizás cuando Jack sepa la verdad pueda convertir esto en una ganancia mutua.

Jack respiraba un poco más pesado y se volvió hacia ella, queriendo arrancarla del vestido y llevarla de vuelta a la cama con él.

"¡No, no, vas a tener que esperar!" ella se rió, sintiendo la locura dureza en la entrepierna de Jack. "Tienes que ganártelo", dijo con más seriedad, deslizando su mano hacia su medio hinchado.

Jack no decepcionó ese día, sentado junto a su codiciosa novia, empujando la comida hacia ella y excitándolo lo suficiente como para hacer lo mismo. De alguna manera, la emoción de ver a Katie comer en exceso en público era clave. Jack tenía masilla en sus manos en estas ocasiones. No tenía ojos para nadie más que para ella; ni siquiera su nueva cuñada que parecía más gorda que nunca con su vestido de novia ajustado y corsé; Sus gordos y fornidos hombros y sus suaves brazos en plena exhibición, su hermano le confesó que ahora Hannah deseaba ser tan grande como él sin dejar de alimentarlo, llegando a su apretado vestido de boda con unas 290 libras casi persiguiendo a Katie.

"¿Viste a mi hermano derramar sopa sobre su intestino gordo antes?" Jack se rió, quitándose la camisa para exponer su estómago hinchado.

Katie se rió con él, recordando la imagen claramente. Hannah salta para quitarse el chaleco manchado y coloca una servilleta en el estante de su enorme tripa.

"¿Quieres que sea tan grande cuando nos casemos?" Jack preguntó con curiosidad, frotando su vientre para excitarla.

Las cejas de Katie se alzaron en su flequillo. ¿Matrimonio? Jack nunca la había llevado a una cita oficial antes. "¿Qué estas diciendo?" Katie se burló de él, tratando de no tomarse las cosas demasiado en serio en caso de que fuera un resbalón de la lengua.

"Bueno, ese seremos nosotros algún día, ¿no?" Jack preguntó, de repente sonando un poco inseguro.

Katie sonrió encantada. "Tal vez", sonrió, pasándole una gran porción de pastel de bodas que había guardado en su bolso, antes de quitarse el vestido ajustado. "¿Pero te mereces todo esto?" posó, mostrando su enorme y gordo cuerpo para que el chico cachondo lo viera.

Jack simplemente inhaló el pastel lo más rápido que pudo, corriendo para ponerse de pie y finalmente tocar a su hermosa novia; sus manos buscando en todo su cuerpo. "Lo haré", prometió, empujando su intestino duro e hinchado en su vientre blando y blando,

Katie sonrió satisfecha. Una vez alimentador, siempre alimentador.