Capítulo 9

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Narrador

Estaba encerrado en el baño con respiraciones pesadas, sentía que su cuerpo quemaba, que todo se caía a su alrededor, sus manos apenas podían sostenerse del lavamanos, por cada segundo eterno podía jurar que su cuerpo colapsaría en el suelo, sus lágrimas no dejaban de mojar su rostro, casi limpiando el hilo de sangre que estaba en su labio inferior; miro su rostro en el espejo, no podía creer que ese era rostro el que miraba, cuando quiso gritar otra voz lo hizo por él, "¡¡TODO ES TU CULPA!!"

Y despertó, todo había sido un sueño, o más bien una pesadilla, su familia lo miraban preocupados, lo único que se mantenía real de aquel sueño eran sus jadeos.

Pudo sentir que lo rodeaban, era una calidez que intentaba alejar el miedo, pudo ver sus rostros con dolor, sus niños lo abrazaban preocupados, no sabían qué hacer o como consolar a alguien en momentos como ese, Vlad lo tomaba protectoramente, intentando calmar lo que sea que haya pasado en su sueño; el hombre no espero a que ocurriera esto, la familia había entrado a la limusina tomando rumbo a su destino, los más pequeños miraban por la ventana mientras los padres hablaban un poco, pero al corto tiempo Daniel tuvo sueño, recostándose en el regazo de su amado para poder descansar, cuando repentinamente aquella escena ocurrió.

Daniel dijo, estaba bien, que era algo que debían olvidar, pero la expresión en su rostro y la manera en que despertó no los convenció, sabía que no cederían tan fácilmente, pero su suerte le ayudo, habían llegado a su destino, la alcaldía, había mucha gente reunida, todo estaba lleno de ciudadanos y la prensa, los guardias tuvieron que alejarlos para que los halfas pudieran pasar: Vlad caminaba orgullosamente con su familia delante de él, aunque la preocupación seguía en su ser, debía hablar seriamente con su pareja.

Las personas hacían cientos de preguntas que no podían ser contestadas, otros inclusive ponían cámaras en la cara de los niños, eso molesto mucho al mayor, quien mandó a seguridad para alejar a cualquiera que se acercarán demasiado, principalmente a uno que otro niño que se quedaba viendo a su hija; Vlad tomo a sus pequeños y los acercó tomando en el proceso a Daniel por la cintura, el más joven intento advertirle que estaban en público, pero él peli plata aseguro que estaba bien, cuando llegaron a la tarima, Danny pudo ver qué tipo de público había, eran personas que se manifestaban, algunas eran de iglesias que gritaban blasfemias, otros llevan banderas de arcoíris, Dan le pregunto a su madre de qué país eran, a lo que el joven no pudo contestar, solo lo tomo de su hombro acercándolo más a él junto con Danielle que intentaba aprender las groserías que decían; miro a Vlad exigiendo respuesta alguna, pero todo lo que tuvo fue un abrazo y un susurrante Lo siento; el mayor tomo una de las manos de Daniel y la beso mientras que la otra lo tomaba por la cintura; la mayoría de personas aplaudió el acto con alegría, otros lanzaban horribles groserías, el joven halfa no entendía lo que pasaba, pero decidió que era mejor dejarle todo a su pareja.

El alcalde tomó el micrófono firmemente con su mano derecha con una gran sonrisa, la izquierda seguía en la cintura del más joven, quien ya se sentía agobiado por el traje que estaba usando.

Vlad: Queridos ciudadanos, hoy les tengo un anuncio, que cambiará la vida de todos en la ciudad, puede que algunos no estén contentos, otros lo apoyarán, pero ya es tiempo de un cambio, esto era algo que debía pasar, este no es un deseo egoísta de mi parte, sino algo que involucra a toda la comunidad.

Padre: ¡Esto no puede ser en beneficio de estos herejes! ¡Ellos contaminan nuestra ciudad! ¡Dañan a nuestras familias, a los niños y a la sociedad!

Joven: ¡Cállese anciano! ¡En esta vida hay que comer de todo, sea pan, sea pollo!

Más gente comenzaba a gritar dando su opinión, queriendo comenzar una riña frente a la alcaldía; Vlad tomo más fuerte a Daniel en un intento de calmarse, si fuera por él, usaría sus poderes para callarlos, pero no enfrente de los niños; suspiro con resignación presionando el puente de su nariz, nuevamente había tomado el micrófono llamando la atención de todos, su mirada era seria y decidida, no había marcha atrás con su decisión.

MaternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora