Caos y ansiedad

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Álvaro Morata | Hostel | 12:00

Cuando llegamos al alojamiento presiento lo peor. Policía y asistencia médica por los alrededores. Y Sara entra aún más si cabe en pánico.

- Entra conmigo por favor -me pide
- Entraré contigo, venga vamos cuanto antes lo hagamos mejor.

Aparcamos el coche y nos encaminamos a la entrada en la que nos para un agente de la policía.

- Buenos días. ¿Están alojados aquí? - nos pregunta el agente
- Ella si que estaba alojada aquí - explico por Sara
- Pues solamente puede entrar ella y dejar sus datos al agente de recepción
- No por favor - ruega Sara- deje que entre conmigo
- Lo siento, pero es el protocolo que tenemos que seguir por seguridad- se disculpa el agente
- ¿Podría acompañarla algún agente? - pregunto preocupado
- Claro, hay agentes disponible en recepción, ahora lo comento mientras deja los datos
- Muchas gracias -agradezco al policía- voy a estar aquí cuando salgas vale, y ahora vas a estar acompañada.

Sara simplemente asiente con la cabeza y se aferra a mi cuerpo antes de entrar junto al agente.

Mientras estoy fuera veo salir a personas enfadadas, llorando y también hay quien necesita asistencia médica. Estoy intentado distraerme cuando sale una mujer a la entrada llamado nuestra atención.

- Disculpad, soy enfermera. Hay dentro una chica con una sudadera del atlético de madrid que está sufriendo un ataque de ansiedad. Ha dicho que ha venido con su novio. Se llama Sara.
- ¿Como está? Es mi novia -pregunto muy preocupado
- Será mejor que entres conmigo, necesitamos que se calme.

Subimos las escaleras y el panorama es desolador. Cuando entramos en el pasillo puedo ver a Sara siendo atendida y nada más verla corro hacia ella.

- ¡Sara! Cariño, estoy aquí contigo - ella se aferra a mi.
- Necesitamos que respire con normalidad - me indica un enfermero
- Venga cariño vamos a hacerlo -cojo su mano y la pongo en mi pecho- sigue mi respiración, poco a poco.

Mientras intento acompasar nuestras respiraciones beso su cabeza. Ay mi pequeñita.

- Álv no -intenta hablar- No hay nada. El club. No tengo nada.
- Ahora solucionamos eso, primero tienes que ponerte bien.
- ¿Está todo revisado? -pregunto al agente que la acompañaba
- Si, todo. Tendrá que rellenar un formulario para saber en detalle todo lo que han robado. Pero puede hacerlo en casa.
- Gracias -respondo al agente- Mi vida tienes que ir con los médicos un momento, y luego nos iremos - le digo a Sara
- Ven conmigo -dice Sara que está muy nerviosa- por favor
- No hay problema en que nos acompañe Morata -dice el enfermero
- Salgamos de aquí entonces - cuanto antes salgamos de aquí mejor para Sara.

Llegamos a la carpa y allí le dan algunos medicamentos para calmar su ansiedad y ataque de nervios. Con lo que le han dado seguramente se duerma. Así si que tras coger la documentación para hacer la denuncia y acabar con los médicos nos montamos en el coche. Sara no ha dicho nada más allá que "el club" una y otra vez.

Ahora estoy en el coche dirección a casa. Sara se ha quedado dormida por la medicación. Cuando suena mi teléfono y aparece el nombre Bea por la pantalla del coche.

- Hola Bea, por favor no grites
- Álvaro acabo de ver que han robado en el Hostel de Sara -dice preocupada
- Lo se, venimos de allí. Estaba todo destrozado.
- ¿Y Sara?
- Está dormida, le ha dado un ataque de nervios y ansiedad. Está medicada. Su habitación estaba destrozada. Me han dicho que menos mal que no estaba dentro porque viendo la violencia que han usado, si llega a estar dentro...
- ¡Dios mío Álvaro! lo siento, lo siento. Veniros a casa. Sara tiene algunas cosas aquí que por suerte conseguí que guardara aquí, del trabajo y demás.
- Vamos hacia allí. Será mejor que estemos con ella para que esté tranquila cuando despierte.Esta muy preocupada por el trabajo.
- Yo me ocupo de eso e informo al Club. Os esperamos en casa.
- Gracias Bea, muchas gracias.
- De nada guapos. Ahora nos vemos.

Así que pongo rumbo finalmente hacia casa de Koke y Bea. Mientas pienso en lo que ha pasado allí dentro. Todo ese caos Sara se ha referido a mi como su novio. Aún no somos pareja, pero que su subconsciente me haya nombrado así, me anima a continuar conociéndola aún más.

Sara | 14:30 | Casa de Koke y Bea.

Despierto en el sofá de una casa. Álvaro está a mi lado con el ordenador. Y de fondo oigo a Bea así que supongo que estamos en su casa. Yo solo recuerdo dormirme en el coche tras salir del Hostel destrozada.

- Hola -digo con un hilo de voz
- Hola cariño -me dice Álvaro- ¿estás mejor?
- Si, me encuentro mejor. Álv no se que hubiera hecho sin ti allí. Gracias.
- No me tienes que dar las gracias, necesitabas que estuviera allí y no te falle. Además, no pensaba dejarte sola en eso.

Me siento en el sofá y entonces vienen Koke y Bea al verme despierta.
- ¡Hola corazón! -dice Bea mientras me abraza- No te preocupes por nada, ya lo he solucionado yo.
- Y yo he hecho tu comida favorita -dice Koke- con comida todo soluciona mejor.
- Gracias chicos, de verdad. Teníais razón. Tendría que haberme ido de allí. Pero no quería molestaros viviendo con vosotros. Ahora no se lo que haré, no tengo casi pertenecías. Menos mal que traje aquí el ordenador, las cámaras y demás. Igual ahora las puedo vender para tener algo de dinero. A ver dónde vivo ahora. Y el Club, sin trabajo.

- Frena Sara, frena- me dice Bea- nunca nos molestarías en casa eso ya lo sabes. Ni en sueños vas a vender nada. -voy a reprochar pero me corta- Te he dicho que lo había solucionado todo y eso he hecho.

- ¿Qué habéis hecho? -digo mirándoles a los tres.
- Álvaro se ha encargado de la denuncia y del inventario de las cosas. -explica Koke- y Bea ha hablado con el Club y les ha explicado todo. Todo Sara.

- ¿No me quieren ni ver verdad? En menudo lío les he metido

- ¿Cómo no van a querer ver a la mejor trabajadora de su guardería? -dice Álvaro mientras me abraza
- Venga ya Álvaro si les habéis contado todo...
- Está todo solucionado. Van a cambiar los accesos al edificio. Cancelarán tu acreditación y te darán otra. El dinero extra como lo tienen contabilizado te lo abonarán en la nómina -explica Bea- y además te han ofrecido alojamiento en la residencia del Atlético de Madrid al conocer tu situación.

- No me lo puedo creer. ¿De verdad? -rompo a llorar en el pecho de Álvaro- Gracias chicos de verdad, no se que haría sin vosotros.

- Para eso estamos los amigos -dice Koke
- Bueno amigos y algo más ¿no? -dice Bea haciéndome reír después de todo el sufrimiento, refiriéndose a Morata.
- Puede ser, puede ser -digo escindiéndome en el cuello de Álvaro
- Para los allí presentes esta tarde, yo era su novio -deja caer Álvaro- y ante eso no puedo decir que no.

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