Exceso de ritmo

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Sara | 9.30 | Guardería
Llevo dos semanas trabajando ya en la guardería y la verdad es que estoy encantada. Los compañeros son muy simpáticos y nos ayudamos unos a otros. Bueno casi todos. Luego están los niños que son un amor. Unos prefieren jugar y otro aprender, pero todos los chifla la sala de relax.

Las dos primeras semanas están siendo frenéticas. Y lo voy notando, mi cuerpo hoy ha dicho basta. Me noto súper cansada. Menos mal que hoy por la tarde tengo libre.

A las 10 empiezan a llegar los niños y nos organizamos bastante bien, por suerte mis compañeros me cubren y no tengo demasiado trabajo. Hasta que llegan los Morata.

- Buenos días Ale y Leo -dice mi compañera
- ¡SARA! - Chillán los niños a coro
- Ahora vendrá, pero os tenéis que venir conmigo primero -explica mi compañera - Venga vamos
- ¡NO! - exclama a coro - Quiero a Sara -dice Alessandro
- Enanos, primero tenéis que ir con Marta -intente explicarle Álvaro en italiano para que les haga más caso.
- SARA, SARA, SARA, SARA - repiten una y otra vez.

Así que ante tal escándalo decido salir y atenderles de la mejor manera posible.

- ¡Pero bueno piccolini menudo escándalo! - digo agachándome a su altura y se enganchan a mi
- Sara, lo he intentado pero ya sabes como son, me sabe fatal estando como estas.. -me dice Marta, mi compañera
- ¿Que te pasa? -pregunta Álvaro preocupado- ¿Te encuentras mal? Tienes una carita..
- ¿Pupa? - dice Ale - Baci per te -continua Leo
- Nada, un poco de cansancio no te preocupes Álv - medio sonrio
- Si sólo fuera eso -dice Marta- Ademas, tiene mareos y temblores.
- Pero Sara, tendría que haberte quedado en el hotel - me reprocha el delantero
- Que estoy bien de verdad, no os preocupéis, venga un baci e abbracci para papá que se va a entrenar -les digo a los gemelos.
- Cuando acabe de entrenar te vienes a casa. Que se que hoy acabas al medio día, me lo dijiste anoche -me dice Álvaro antes de darme un beso en la frente- y no me reproches nada pesada.

Sin darme tiempo a nada se va por la puerta. Hubiera alargado ese momento horas, el beso en la frente.

- Venga a trabajar todo el mundo
- Si a ver si se pasa pronto la mañana eh Sarita -dice mi compañera riendo.
- Uy como pase por aquí Hermoso, Marta...

Menuda mañana. Al final va a tener razón Álvaro, pero no quería faltar a mi puesto de trabajo. Me he tenido que acostar en la sala de relax porque no me podía mantener en pie.

Por fin mi turno de trabajo acaba, así que cojo a Ale y a Leo y nos vamos hacia los campos donde su padre debe estar terminando. Estamos a 200 metros, cuando noto que no puedo dar un paso más. Menos mal que hay un banco cerca y como puedo me apoyo en él.

- Alessandro y Leonardo me tenéis que hacer un favor. ¿vale?
- Siiii - dicen a coro
- A la tres tenéis que gritarle a papá para que nos vea
- Vale - me miran sin entender muy bien lo que está pasando.
- Uno, -respiro- dueee e tre
- Paaaaaaaapa -dicen a coro los enanos
- Álvaro por favor -suplico en voz baja
- Paaaaapa Sara pupaaaa -gritan y Ale intenta ir hacia los campos, pero no le dejó por mi cerca que estén

Y la tercera Álvaro y el resto de jugadores se percatan de que algo pasa y se giran. Como puedo le hago una seña para que venga y en Segundos están aquí los tres mosqueteros. Álvaro, Koke y Saúl.

- Sara -llega Álvaro preocupado- mira que te lo he dicho. Como se te ocurre venir hasta aquí con este calor
- Álv me caigo -digo como puedo
- Ven aquí -me sujeta- ni se te ocurra cerrar los ojos.
- Ten agua Sara, por favor -me da Koke y como puedo la cojo.
- Titi Saúl, Sara pupa - dice Leo, Ale está enganchado a mi pierna y no hace más que mirarme con esos ojazos marrones.
- Estoy bien piccolini- intento tranquilizarles
- No, Sara pupa papá -dice Ale
- ¿No puedes caminar hasta el parking verdad? -dice Morata
- Si me sueltas me caeré, me pesa el cuerpo.
- Vale, vale a ver -Álv mira a los chicos- podéis coger las cosas y a los niños por favor
- Si si bro, vamos -dicen Koke y Saúl

Y así sin esperarlo, Álvaro me coge en brazos cual recién casados entrando en la habitación.

- Ay que vergüenza por favor. Qué vergüenza - susurro contra su cuello.
- Para que me haces cosquillas morena. En nada estamos en el coche.

Dicho y hecho. En dos minutos estoy sentada en el coche recuperándome con el aire acondicionado y los cinco mirándome preocupados.

- Estoy mejor, de verdad. Solo necesito dormir.
- Mimir como en la guarde -dice Leo
- Si Leo como en la guarde
- Yo mimir ma con te Sara -dice Ale
- Venga vámonos para casa que será lo mejor. -dice Álvaro- Gracias chicos, luego os llamo
- Siento el numerito chicos...
- Ey morena has hecho lo mejor - me dice Koke
- En llegar descansas y como nueva -dice Saúl- esperamos llamadas vuestras.

Tras despedirnos de los chicos. Álvaro monta a los niños en el coche y pone rumbo a su casa. Menos mal que no es la primera vez que voy.

- Álv gracias por cuidarme y preocuparte por mi. Aquí no tengo a nadie y no sabemos lo que te lo agradezco. Siento las molestias.

- No tienes que sentir nada malo Sara. La verdad es que me sale solo cuidarte. En llegar a casa, descansamos

- Ma con te - dice Ale
- Si Ale, descansamos todos juntos. Hay que darle muchos baci e abbracii, que está malita -conversa Álvaro con sus hijos. Yo estoy deseando llegar a su casa.
- Siii lo faccio anche Leo lo fa.

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