Capítulo I

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Dos semanas, exactamente había pasado dos semana desde que mandaron aquella carta a casa del mayor de los siete.

El peliazul solo tiro aquella carta estúpida a la basura, seguramente será un niño estúpido que quería jugar con él, pero el no era imbécil para seguir con ese juego de niños.

La empresa era algo agotador, había nuevos clientes y no sólo se Corea si no de todo el mundo, el y su esposa estaban muy ocupados aunque no tanto como para no cuidar a la pequeña niña suya, pero tenía la edad para asistir a una guardería que los mayores pagan felizmente para ver a su pequeña aprender poco a poco e independizarse de ellos, era doloroso para ambos pero tenían que aprender que ella debe crecer y dejar de ser una niña apegada a ellos todo el tiempo. Un cambio duro pero bueno.

Eran exactamente las cuatro de la tarde,hora de ir por su pequeña hija a la molesta guardería que les estaba dando a conocer cada día más que su pequeña niña estaba creciendo y muy rápido.

La peligris fue quien salió del coche ganadole a su esposo, pues ella sería la primera en cargarla, ambos salieron temprano y quedaron en acuerdo de que ambos irían por ella, pueden recogerla más temprano para pasar más tiempo con ella, pero un día que fueron exactamente a las dos de la tarde por ella, había una convivencia y la niña les hizo un gran sermón por que ella que ella quería pasar más tiempo con sus compañeros de guardería. Desde ese día se presentan a las cuatro ni un minuto más ni un minuto menos.

-Kim Annie ¿Verdad?

Pregunto la recepcionista ya conocida por ambos a los padres.

-Si.

Dijeron al unison,ya que ambos se encontraban emocionados, abian terminado su puñado de papeles y tenían el resto del día libre, ser director de una empresa no es fácil, no sólo es leer papeles y formar, es más que eso, es estrategia, cuentas, finanzas, beneficios, pérdidas, salarios, nóminas, presentaciones, reuniones, juntas, etc. Y ellos querían aprovechar a su hija al máximo, pues no sabrían cuanto tiempo más podían divertirse de tal manera con ella, por que crecerá, tendrá nuevas amistades y ellos estarán menos tiempo con ellos.

El tiempo pasa volando y ellos mejor que nadie los sabe.

-¡Mami! ¡Papi!

Grito aquella princesa con su mochila colgada a los hombros correctamente y un pequeño dibujo en su mano izquierda que cada vez se hacía más entendible gracias a que esta extendía sus pequeños brazos hacía su padres.

-Hola mi princesa.

Fue lo primero que dijeron ambos cuando Taehyung la alzó en sus brazos mientras que su mamá le quitaba el peso que traía en sus hombros.

Sin duda su vocabulario había mejorado extraordinariamente en muy pocos meses, ya que en un tiempo ella cumpliría tres años. Sin duda los mejores tres años de la vida de los mayores.

Taehyung conducía aquel deportivo con sus dos soles cantando, bueno una casi casi, su pequeña iba en la parte de atrás bien asegurada con su asiento de bebé y seguro de niños. Mientras cantaban al ritmo de la canción monster, una rola un tanto oxidada de la agrupación exo.

Llegaron en tan solo cinco minutos al parque de diversiones del centro del Seúl, exelente idea para un día familiar, mientras la pequeña y su padre corría por un algodón de azúcar ella reía divertida tras ellos, parecían niños pequeños y de eso se había enamorado. Cuando ellos llegaron con ella en la pequeña banca en que reposaba le extendieron un algodón unas bolsas con dulces y gomitas.

Querido TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora