LA APUESTA

PARTE 12 - EN CASA

CAPITULO 12

EN CASA

Salió André de la casa, estaba harto de verle la cara todo el tiempo a Fersen, estando junto a Oscar quien él adoraba, pero estaba decepcionado, así que se fue a la taberna a tomar.

En la cena, todo estaba tranquilo, estaban un poco callados, solo hablaban cosas sencillas.

General Jarjayes.- Nana, por favor dile a André que vaya por una botella de vino especial.

Nana.- André salió, yo le traeré el vino.

General Jarjayes.- Donde está, yo no le he enviado a ningún encargo. Cuando regrese quiero hablar seriamente con él, está haciendo lo que quiere.

Nana.- Si mi señor.

Terminada la cena, el general se retiró a su despacho, ya después conversaría seriamente tanto con Fersen como con André, hoy no tenía ganas, estaba cansado.

Oscar.- Axel, te noto un poco serio, qué te sucede.

Fersen.- No nada mi vida, estoy un poco tenso por todo lo que me sucedido hoy. Mira hagamos algo, mañana nos veremos, te recojo y en el camino buscamos un lugar donde nadie moleste y conversaremos tranquilos. ¿Qué opinas?

Oscar.- Solo conversaremos no?

Fersen.- Haremos todo lo que tu desees mi bella dama.

Oscar.- Me parece muy bien, entonces, nos vemos mañana.

Fersen.- Bueno mi cielo, me retiro.

Se dieron un beso ligero, luego siguieron otro, pero éste estaba siendo muy largo, de pronto escucharon un sonido. Era alguien que recién llegaba.

Oscar.- Quien será.

Fersen.- Mejor me voy, tengo una idea de quién es y no quiero que tengas problemas.

Oscar.- Mmm, si ya me imagino, a ver, mejor ven acá, detrás de esta puerta vamos a escondernos por aquí.

Fersen.- Mi vida está bien, pero estamos apretados.

Se escondieron en donde guardan la vajilla, era un lugar estrecho, allí estaban los dos Oscar delante de Fersen, así ella vio que quien había llegado es André, totalmente ebrio, tambaleándose.

Fersen no sabía dónde poner las manos así que la abrazó por la cintura, y puso su cabeza sobre su hombro, ella estaba totalmente sorprendida, su corazón latía a mil por hora, empezó a temblar.

Fersen.- Perdona mi vida, no tenía donde poner las manos, tranquila.

Él le dijo esto justo en su oído, eso provocó un estremecimiento en ella que hizo que choque contra la puerta de donde estaban.

André.- Hay alguien allí.

XX.- Que crees que haces a esta hora y en ese estado.

André.- Nana, yo estaba celebrando.

Nana.- No me engañes, qué celebrado ni qué nada, ya vaya a dormir, mañana ya verás con el general.

André.- Oh no bueno, ya me voy pero creo que hay ratones por la vajilla.

Nana.- Ya deja de alucinar y vaya a dormir pero ya.

André.- Está bien abuela, ya me voy, pero donde está Oscar.

Nana.- Ni idea ella estaba con Fersen, pero ya se debe haber ido ya, ya váyase y no preguntes tonterías.

André.- Si si.

Mientras pasaba esto ellos estaban sin respirar prácticamente, fue un largo tiempo para la pareja que seguía allí, aunque habían pasado solo dos minutos.

Al no escuchar ruido, empezaron a moverse, Fersen levantó su cabeza, aunque un "lo siento" dicho nuevamente la volvió a estremecer, abriendo la puerta más de lo que ella quería, pero no vieron a nadie, se habían salvado.

Oscar.- Uff nos salvamos por poco.

Fersen.- Bueno, pero ya conozco algo más de ti mi princesa.

Oscar.- Si, pero en otro momento, lo que sí es mejor que te retires ya.

Fersen.- Me estas botando.

Oscar.- No, pero mira todo lo que iba a pasar si nos veían.

Fersen.- Si está bien mi cielo, ya me voy, sabes que te quiero mucho.

Oscar.- Yo también.

Se fue Fersen con un fugaz beso, ya no podía demorar más, no querían más emociones por el momento.

Oscar se fue a su dormitorio a descansar, cuando estaba por llegar vio la silueta de alguien parado en el marco de la puerta.

André.- Qué hacías tanto que has demorado mucho.

Oscar.- Hola André, me asustaste, qué haces por acá creo que ibas a descansar.

André.- No respondiste mi pregunta. Qué hacías tanto que has demorado mucho

Oscar.- Primero, cuida tu tono, segundo, estás borracho, tercero, no te importa, cuarto, si no te vas gritaré y será peor para ti.

André.- Ah si, pues ahora que tienes noviecito ya no me permites entrar, cómo antes lo hacía, que habrás hecho.

Oscar.- André, te lo repito una sola vez, quieres salir a las buenas o sales de aquí, de la mansión y nunca más vas a regresar.

André.- Así te pones por ese, bueno me voy, hasta mañana.

Oscar.- Hasta mañana André, qué le sucederá, está más fastidioso y rebelde que nunca, bueno iré a descansar.

Al despertar al otro día Oscar escuchó unos gritos, se cambió rápido su uniforme y salió corriendo a donde se producían esos fuertes sonidos. Vio a su padre con el acostumbrado enojo y a André tirado con una mejilla roja.

Oscar.- Padre qué sucede

General Jarjayes.- Oscar, que bueno que estés aquí, mira André se ha estado portando muy mal con la familia y contigo, es cierto eso.

Oscar.- Pues padre, no era para tanto.

General Jarjayes.- Pues si, llegar borracho a la casa, abandonarte al baile, y otras cosas más, eso no lo puedo permitir.

Oscar.- Pero creo que ya entendió. No es cierto André.

André.- Si claro, discúlpame Señor y perdóname Oscar, no volverá a pasar.

General Jarjayes.- Pues no pasará más, una más y estarás fuera de la casa, no entrarás a la mansión.

André.- No, señor, no va suceder.

General Jarjayes.- Está bien

Oscar.- André, hoy no puedes ir con esa mejilla, quédate en casa, ya mañana iremos juntos.

Oscar salió al palacio temprano, y recordó que se vería con Fersen saliendo.

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¿Qué pasará?

Espero sus sugerencias y comentarios.

Muchas gracias por sus vistas y me gustaría ver sus comentarios

Nos vemos muy pronto, cuídense mucho y respeten las leyes de su país por esta pandemia mundial.

Un gran abrazo virtual.

Nos vemos pronto.